Date post: | 08-Dec-2023 |
Category: |
Documents |
Upload: | independent |
View: | 0 times |
Download: | 0 times |
2
Resumen 4
Introducción 5
Objetivos 5
Capítulo 1
Generalidades y antecedentes 6
Localización geográfica 6
Antecedentes 6
Antecedentes de geología estructural 6
Anticlinal de Arcabuco 7
Anticlinorio de La Floresta 7
Falla de Tutasá 8
Anticlinal y Sinclinal de La Floresta 8
Sinclinorio de Paz de Río 8
Anticlinorio de Los Farallones de Medina 8
Antecedentes estratigraficos 8
Precámbrico 8
Paleozoico 9
Mesozoico 11
Cenozoico 15
Antecedentes de geoquimica 16
Capítulo 2
Cartografía del bloque soapaga 23
Metodología 23
Fisiografía 23
Poblaciones y vías de comunicación 24
Infraestructura petrolera 24
Mapa de calidad sísmica 24
Descripción de la base de datos 24
Procesamiento de datos de Calidad sísmica 25
Interpretación de mapas de calidad 25
Capítulo 3
Marco tectónico 26
Análisis regional 26
Límite de placas 27
Evolución tectónica 27
Capítulo 4
Geología estructural 29
Observaciones acerca de la base de datos para la reevaluación geológica de la superficie 29
Reseña de los elementos estructurales 30
Falla de Soapaga 30
Fallas y pliegues asociados a la parte interna del Macizo de Floresta 31
Pliegues y Fallas al E de la Falla de Soapaga 32
Secciones estructurales 33
Sección vertical por la línea sísmica LA-94_01 34
Sección vertical por la línea sísmica PDR-88_04 34
Sección vertical por un trayecto aproximado a las líneas sísmicas
de ANH-05_12 y de PDR-89_22 35
Sección vertical por las líneas sísmicas de ANH-05_14 y PDR-89_06 35
Sección vertical por las líneas sísmicas de ANH-05_18 y SOA-94_102 35
Sección vertical por las líneas sísmicas de ANH-05_22 y PDR-88_16 35
Sección vertical por las líneas sísmicas de ANH-05_24 y SOA-94_106 36
Sección vertical por las líneas sísmicas de SOA-94_108 36
Comparación entre líneas sísmicas de referencia y secciones estructurales 36
Perfil La 94_01 36
Comparación entre la Línea PDR – 1988 – 04 y la sección de Corrales 36
Comparación entre las Líneas ANH – 2005-14 y PDR -1988 – 06– 14
y la sección estructural de la Quebrada Buntia 37
Comparación entre las Líneas ANH – 2005-18 y SO-1994-102
y la sección estructural Quebrada Divaquía 38
Comparación entre las Líneas ANH – 2005-22 y SO PDR – 1988 – 16
y la sección estructural Socotá 38
Comparación entre las Líneas ANH – 2005-24 y SOA-94-106
y la sección estructural Sativa 39
Comparación entre las Líneas ANH – 2005-24 y SOA-94-108b
y la sección estructural Jericó 40
Métodos potenciales 40
Descripción de la base de datos 41
Georeferenciación 41
Anomalía de Aire Libre 41
Anomalía Simple de Bouguer 42
Anomalía Total de Bouguer: 43
Procesamiento de Datos Gravimétricos 43
Interpretación Cualitativa de Datos Gravimétricos 44
Modelo Digital del terreno 44
Mapa de Anomalía de Aire Libre 45
Mapa de Anomalía Simple de Bouguer 45
3
Mapa de Anomalía Total de Bouguer 45
Mapa de Anomalía Residual 45
Interpretación Cuantitativa de Gravimetría 46
Capítulo 5
Evaluación estratigráfica 47
Información disponible 47
Metodología 47
Estratigrafía física 48
Precámbrico 48
Paleozoico 48
Mesozoico 50
Cenozoico 53
Aloestratigrafía, correlaciones regionales, ambientes sedimentarios 54
Registros de perforación Área de Soapaga 54
Sucesión estratigráfica y ambientes de depósito de las unidades perforadas en el pozo Corrales-1 55
Sucesión estratigráfica y ambientes de depósito de las unidades perforadas en el pozo Bolívar-1 58
Capítulo 6
Geoquímica orgánica del Bloque Soapaga 61
Modelamiento 1D en el Área de Soapaga 61
Seudopozo en el depocentro del pozo Corrales-1 61
Resultados del modelo del pozo Bolívar-1 63
Secuencia de eventos en el Área de Soapaga 63
Capítulo 7
Procesamiento sísmico 65
Procesamiento enfocado a rayos 65
Líneas reprocesadas y parámetros de adquisición 66
Procesamiento 66
Productos finales 69
Principales rutinas de procesamiento 69
Correcciones por divergencia esferica 69
Correcciones de amplitud consistentes en superficie 70
Editado de spikes y ruido tipo burst 70
Deconvolución 70
Estáticas de refracción 71
Estáticas residuales 72
Migración preapilado en tiempo 72
Deconvolución f-x 74
Sección pre-apilada en tiempo llevada al datum final de 4000m 75
Pruebas de filtrado pasa-banda para visualización 75
Apilados finales 75
Capítulo 8
Evaluación petrofísica y de recursos 78
Preparación de la información 78
Correlación de registros y picado de topes de formación 78
Resultados de la evaluación de registros 78
Cálculo de propiedades petrofísicas 79
Ecuaciones utilizadas para el cálculo de propiedades petrofísicas
pozo Corrales-1 79
Cálculo de Volumen de Shale 80
Cálculo de porosidad 80
Cálculo de saturación de agua 80
Cálculo de Net Pay a partir porosidad efectiva,
saturación de agua, Volumen de Shale 80
Parámetros utilizados para los cálculos petrofísicos 81
Capítulo 9
Definición de áreas con interés exploratorio 83
Geología del petróleo - Área de Soapaga cuenca cordillera oriental 83
Tipo de kerógeno y acumulaciones de hidrocarburos 83
Madurez de las rocas generadoras 83
Sistemas petrolíferos 83
Tipos de plays en la cuenca 84
Conclusiones y recomendaciones 89
Anexos 91
Bibliografía 102
4
ResumenEl Bloque Soapaga se localiza en la cuenca de la Cordillera Oriental, en inmediaciones del
departamento de Boyacá, Colombia - Sur América; corresponde a un polígono de 2272.3
Km2 que presenta una sucesión cretácica afectado por las Fallas de Soapaga y Boyacá, las
cuales separan franjas con espesores diferentes de sedimentos cretácicos, siendo menores
los del lado oriental de la Falla de Soapaga, en donde el espesor de los estratos del Valangi-
niano Superior al Maastrichtiano sólo alcanza 1.500m.
Esta es una situación geológica muy ventajosa para la exploración de hidrocarburos en
rocas del Cretácico, debido a que la materia orgánica no está sobremadura como en otros
sectores de la Cordillera Oriental. La sucesión estratigráfica atravesada en el pozo Bolívar-1
indica que el petróleo se encuentra en los cherts fracturados de la parte baja de la Aloforma-
ción Guadalupe Media y en las arenitas finas de la parte alta de la Aloformación Guadalupe
Inferior.
El objetivo estratigráfico de mayor interés es la Formación Une, que se ubica a aproxi-
madamente 1800 m por debajo de la superficie. Los principales anticlinales, en n orden de
importancia son: 1) La Chapa – La Cuche 2) Tasco 3) Socotá y 4) Bisbita. Anomalías super-
puestas de Bouguer simple, Bouguer Total y residual infieren la presencia de una subcuenca
sedimentaria en el sector central del bloque y en cuyo extremo mas sur se ubica el pozo
Bolívar-1. La evaluación de los mapas de anomalía residual y soluciones Euler de profundi-
dad coinciden en determinar una subcuenca sedimentaria de profundidad intermedia, con
una secuencia entre 1200m y 1500m de profundidad, lo cual la hace muy interesante para
orientar la exploración hacia el Noreste del Pozo Bolívar-1, siguiendo la elongación de la
subcuenca.
El sello está constituido por los shales y margas de la Aloformación Guadalupe Medio y
la roca fuente por las biomicritas y margas de la Formación Chipaque.
Las unidades con mejores características de reservorio potencial se sitúan en el Ter-
ciario e incluyen las Aloformaciones Picacho (Eoceno Medio) y Socha Inferior (Paleoceno
Superior). Las trampas estructurales ligadas a los pliegues del bloque yacente de la Falla
de Soapaga tienen su mayor expresión en los pliegues mas occidentales de este bloque y
comprenden los anticlinales de Tasco al Sur y La Chapa – La Cuche al Norte. Estos pliegues
son parados e involucran probablemente el basamento.
Los datos geoquímicos de pozo y afloramiento indican la presencia de materia orgánica
húmica-terrestre de kerógeno tipo III, para toda la secuencia terciaria (Formaciones Concen-
tración, Socha Superior y Guaduas), y la presencia de materia orgánica de origen marino de
kerógeno tipo II, para la secuencia de shales cretácicos. Existen múltiples manifestaciones
de hidrocarburos líquidos en superficie en el área de estudio, en unidades tanto del Terciario
como del Cretácico, lo que indica que las rocas generadoras alcanzaron condiciones de
generación de hidrocarburos. Los hidrocarburos del pozo Bolívar-1 son de baja gravedad API
(18°) en rocas correspondientes a la Formación Guadalupe Inferior. Los datos de madurez
y los modelos geoquímicos sugieren que los shales de la Formaciones Chipaque y Une
Medio estarían en ventana de generación temprana de hidrocarburos (%Ro 0.55-0.7) y los
shales de la Formación Tibasosa estarían en ventana de generación madura (%Ro 0.7-1.3)
en las partes más profundas de la zona de estudio. Los datos geoquímicos de roca y crudos
sugieren la existencia de un sistema petrolífero con roca generadora en la Formación Chi-
paque y roca almacenadora en las Formaciones Guadalupe Medio e Inferior, y la posibilidad
de sistemas petrolíferos en rocas del Cretácico Inferior tales como Tibasosa – Une (?).
Integrando la información en superficie con los modelos en profundidad de 510,67 Km. de
sísmica 2D de los programas ANH-SP-2005, PAZ DEL RIO 88, PAZ DEL RIO 89, LAGUNA
94, LAGUNA 95 y TUNJA 1993 y registros eléctricos de los pozos presentes en el bloque (
Bolívar-1, Corrales-1),
Se definieron cuatro áreas de interés definidas en este estudio, cuyo volumen total de
recursos por probar con una aproximación conservadora que corresponde a 18.8 MMSTB,
una aproximación promedio de 34 MMSTB una mediana de 40.8 MMSTB y una aproxima-
ción optimista de recursos de 54.7 MMSTB.
5
Introducción
La Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH) en su misión de promover el aprovecha-
miento óptimo de los recursos hidrocarburíferos del país, solicitó a la Universidad Nacio-
nal evaluar el potencial de hidrocarburos en el bloque Soapaga, a fin de promocionarlo y
asignarlo a nuevos contratos de explotación, administrando preservando la información
pertinente.
El bloque se localiza en la cuenca de la cordillera oriental, en inmediaciones del depar-
tamento de Boyacá, Colombia. Ha sido objeto de estudios prospectivos desde 1988 con
los proyectos Paz del Rio-1988, 1989 y 1990, Floresta-1991, Soapaga-1994, Laguna-1994
y1995; y recientemente la campana ANH–Soapaga-2005 y Buenavista-2006.
En el bloque Buenavista al zona sur del área, se han perforado dos pozos: El pozo Co-
rrales-1, con objetivo exploratorio las arenas de las formaciones Picacho y Cacho, resultó
seco. El pozo Bolivar-1 cuyo objetivo eran las areniscas del cretáceo superior (formación
Guadalupe superior), las calizas facturadas de la formación La Luna (Chipaque) y la forma-
ción Pujamana, produjo hidrocarburos en la zona de calizas (porcelanitas) fracturadas? con
características no comerciales a la fecha de la perforación. El reprocesamiento de algunas
líneas de los programas Paz Del Rio-1988 y Laguna-1994, la reinterpretación de la informa-
ción del pozo y de la geología del área, además de considerar los nuevos precios del crudo
hizo a la compañía OMEGA un retomar el pozo Bolivar-1 produciendo desde finales del 2005
hasta la fecha.
Este documento contempla el inventario, la interpretación y evaluación integral de la
información geológica, geofísica y geoquímica adquirida por la ANH en el bloque Soapaga,
Cuenca de Cordillera Oriental de Colombia. Como resultado se obtuvo un estudio prospec-
tivo del bloque Soapaga, que servirá para ser promovido en las distintas rondas que en su
función la ANH disponga.
ObjetivosObjetivo General
Realizar la Evaluación integral y la interpretación de la información geológica, geofísica y
geoquímica adquirida por la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH) referente al bloque
Soapaga; generando un modelo del bloque Soapaga para su posterior uso por parte de las
compañías interesadas en la zona.
Objetivos específicosLos objetivos específicos del estudio, se encuentran definidos en los resultados del paso
a paso diseñado para hacer la evaluación integrada del bloque soapaga, teniendo en cuenta
la interacción de todas las especialidades envueltas en el proceso.
• EvaluacióndeReservasdelaszonasconsideradasdeinterés(Plays).
• EvaluacióndeRiesgoGeológico.
• Definicióndezonasdeinteréspotencial.
• Evaluacióndepropiedadespetrofísicadelospozosexistenteseneláreaparasuposterior
uso en la caracterización de las zonas de interés.
• Evaluacióngeoquímica(determinacióndelsistemapetrolíferoexistenteenelárea)
• Reprocesodeinformaciónsísmicayposterioradiciónalmodeloelectrónicodelárea.
• Interpretacióndelíneassísmicasanivelestratigráficoyestructural(topesdeformación
y elementos estructurales.
• Evaluaciónestratigráficadelárea.Determinacióndetopesdeformaciónapartirderegis-
tros de pozos.
• Evaluación estructural del bloque,modelo tectónico, perfiles estructurales y posterior
balanceo de secciones.
• Cargadedatosenelsoftwaredeinterpretaciónparaposteriorevaluacióneinterpretación
de cada una de las especialidades.
• Compilación,inventarioyevaluacióndecalidaddelainformaciónexistenteenelbloque.
6
Generalidades y antecedentesLocalización geográfica
El área de estudio corresponde a la Cordillera Oriental, ubicada en los Andes Colom-
bianos al noroeste de Suramérica, dentro del departamento de Boyacá, sector Soapaga.
Con respecto a los municipios cercanos, se encuentra aproximadamente a 48 km al SE
de la población de Tunja y a 200 km al NW de Bogotá D.C. Limita al norte con la población
de Susacón, al Sur con la población de Firavitoba, al Occidente con las poblaciones de
Duitama y Tibasosa y al Oriente con el municipio de Jericó y el Páramo de Pisba. Figura 1.
Corresponde a un polígono que cubre un área de 2777.85 km2 comprendido en parte por las
planchas topográficas 152 y 172, Figura 2, del Instituto Geográfico Agustín Codazzi a escala
1:100000. En la tabla 1 se registran las coordenadas de cada punto del polígono, con origen
Bogotá (1.000.000, 1.000.000).
PUNTO X YA 1119496,3 1180299,8B 1165484,0 1180299,8C 1165484,0 1119895,6D 1119496,3 1119895,6
AntecedentesAntecedentes de geología estructural
Grandes estructuras se aprecian en la región, Figura 3, y se distinguen, de Occidente a
Oriente, las siguientes: la prolongación norte del flanco oriental del Anticlinorio de Arcabuco,
formado por rocas de las formaciones Montebel y La Rusia; el Anticlinorio de La Floresta,
delimitado en sus flancos occidental y oriental por dos fallas inversas importantes, orien-
tadas SSW-NNE, que corresponden a las fallas de Boyacá y Soapaga, respectivamente; el
Figura 1. Mapa de Localización del Bloque Soapaga dentro del Departamento de Boyacá, dentro de la división política del Territorio Colombiano.
PAYOA YPROVINCIA
LA CIRAINFANTAS
OPÓN
VELASQUEZ
CUSIANA
MORICHAL
CUPIAGUA
JORDÁN
COROCORA
CAÑO LIMON
RIO ZULIA
TISQUIRAMA
CANTAGALLO
CASABE
VILLETA
EL DORADOVISTAHERMOSA
PALAGUA
CAÑO LIMÓN
SEBASTOPOL
EL PORVENIR
PUENTEARANDA
ARAGUANEY
BANADIA
SAMORÚ
TOLEDO
GUADUERO
ALBÁN
CUSIANA
MIRAFLORES
VELÁSQUEZ
SANTAROSA
MARIQUITA
GALÁN
PUERTOSALGAR
LIZAMA
MANSILLA
TOCANCIPÁ
FLOREÑA
MONTERREY
SANTIAGO
CHAPARRITO
SARDINAS
ABEJAS
LOS TOROS
PALMARITO
LA FLORA
GUARILAQUE
VASCONIA
CANTAGALLO
RÍO ZULIA
CUPIAGUA
BARRANCABERMEJA
TUNJA
CÚCUTA
BUCARAMANGA
BOGOTÁ D.C.
ARAUCA
YOPAL
IBAGUÉ
Estación de bombeo
Puerto
Refinería
Campo
PlaneadoEn construcción
Ciudad principal
Cuenca Cordillera oriental
GasoductoPropanoducto
OleoductoCombusteoloducto
Poliducto Campo Off Shore
SOAPAGA
7
relativamente simétricas, extensas, con
sus ejes orientados en dirección NE-SW y
desplazados en forma dextral por fallas de
rumbo.
En la mayoría del área comprendida en el
estudio se observa un estilo estructural pre-
dominantemente compresivo, que se mani-
fiesta en estructuras tales como pliegues
y fallas de extensión regional, estructuras
que al parecer están relacionadas entre sí.
A continuación se relacionan algunas de las
dentro de la zona teniendo en cuenta los re-
portes realizados por Ingeominas (ULLOA,
C. RODRIGUEZ, E Y RODRIGUEZ, G. 2003.
Anticlinal de Arcabuco
La prolongación norte del flanco oriental
del Anticlinal de Arcabuco se presenta en
la parte noroccidental de la zona, donde
afloran las formaciones Montebel y La Ru-
sia. Igualmente, se observan pliegues sin-
clinales y anticlinales secundarios de poca
longitud. Todo el conjunto corresponde a un
bloque tectónico, limitado hacia Oriente por
la Falla de Boyacá, la cual tiene una exten-
sión de aproximadamente 18 km dentro del
área, presenta una dirección N30°E y un
plano de falla que buza hacia el Occidente,
con buzamientos entre 25° y 35°. La Falla
de Boyacá coloca en contacto a la Forma-
ción La Rusia con las formaciones Une y
Chipaque; y continúa hacia el norte, donde coloca en contacto a la Formación Montebel
y rocas volcánicas de edad Triásica-Jurásica, con unidades litoestratigráficas del Cretáci-
co Superior, según Vargas et al. (1981). Cerca de Duitama, localizada inmediatamente al
Occidente, coloca en contacto, unidades litoestratigráficas del Jurásico y Cretácico, con
unidades del Paleógeno y Neógeno, según Renzoni (1981).
Anticlinorio de La Floresta
El Anticlinorio de La Floresta es la estructura regional formada por las rocas más antiguas
de la Plancha 172 Paz de Río. El núcleo de la estructura involucra rocas metamórficas ante-
riores al Devónico, rocas ígneas emplazadas antes del Devónico y durante el Triásico - Ju-
Figura 2. Mapa de Localización del Bloque Soapaga contenido en secciones parciales de las planchas 151, 152, 171 y 172 a escala 1:100.000 del IGAC con origen en el Observatorio Nacional de Bogotá.
Figura 3. Mapa geológico- estructural de la zona.
Sinclinorio de Paz de Río, delimitado al Occidente por la Falla de Soapaga y al Oriente por el
flanco occidental del Anticlinal de Cravo Sur caracterizado por presentar pliegues sinclina-
les y anticlinales estrechos y de poca extensión que afectan rocas del Cretácico Superior,
Paleógeno y Neógeno; la prolongación norte del Anticlinorio de Los Farallones de Medina,
conformado por rocas de principios del Cretácico, y caracterizado por presentar estructuras
8
rásico, así como también rocas sedimentarias comprendidas desde el Devónico al Jurásico
tardío, y sus flancos los constituyen rocas sedimentarias cretácicas. Esta estructura está
limitada al Occidente por la Falla de Boyacá y al Oriente por la Falla de Soapaga, esta última
de tipo inverso, con orientación NNE-SSW, y plano de falla que buza hacia el Occidente con
una inclinación que varía entre 20° y 30°; su extensión dentro del área es de 35 km, y se
infiere que continúa al Sur, y se extiende a Tunja fosilizada por los depósitos aluviales de la
región de Sogamoso).
Falla de Tutasá
La Falla de Tutasá, de dirección N25°E, presenta un plano de falla vertical, con una exten-
sión de 28 km, se prolonga hacia el Norte por varios kilómetros al área de Soatá, y hacia el
Sur es fosilizada por los depósitos cuaternarios del valle de Duitama. Esta falla, en la región
norte, coloca en contacto rocas intrusivas anteriores al Devónico con la Formación Tíbet;
en la parte central coloca en contacto las formaciones Floresta y Tíbet, y más hacia el Sur,
coloca en contacto a las formaciones Floresta y Cuche.
Anticlinal y Sinclinal de La Floresta
El Anticlinal y el Sinclinal de La Floresta son estructuras relativamente simétricas de
dirección N15°E y con una extensión entre 10 y 12 km, las cuales son truncadas al norte
por la Falla Topón. En los alrededores de la población de Busbanzá, la Formación Filitas y
Esquistos de Busbanzá se presenta replegada, con ejes de estructuras menores de dirección
general N 5°E.
Sinclinorio de Paz de Río
El Sinclinorio de Paz de Río es una estructura mayor localizada en la parte central de la
Plancha 172 Paz de Río, con una longitud de 46 km y un ancho promedio de 13 km, limita-
do al Occidente por la Falla de Soapaga y al Oriente por el flanco occidental del Anticlinal
de Cravo Sur. Las partes occidental y sur de esta zona del sinclinorio se caracterizan por
presentar anticlinales y sinclinales estrechos, con extensiones que varían entre 4 y 22 km,
cuyos ejes tienen direcciones que oscilan entre N5°E y N25°E, y los cuales son cortados
por fallas inversas y de rumbo. Entre las principales estructuras que componen el flanco
occidental de este sinclinorio están:
a) El Sinclinal de Betéitiva: se trata de una estructura relativamente simétrica, de dirección
general NE-SW, cuyo flanco occidental está afectado por la Falla de Soapaga
b) Anticlinal de San Antonio: pliegue estrecho simétrico, cuyo eje tiene una dirección NNE-
SSW, y es truncado tanto al Norte como al Sur por fallas y se sitúa al Oriente del Sinclinal
de Betéitiva. Su extensión no supera los 20 km.
c) Sinclinal de Mongua: estructura simétrica, cuyo eje de dirección NE-SW es truncado al
Norte por la Falla de Gámeza.
d) Sistema de Fallas de Paz de Río – Otengá: de tipo inverso, de poco desplazamiento y la
cual se entrelaza con la Falla de Soapaga. Las partes central y oriental del Sinclinorio de
Paz de Río se caracterizan por presentar sinclinales y anticlinales amplios, extensos, con
sus ejes orientados desde N5°E, N20°E a N40°W, y su núcleo está conformado por rocas
paleógenas. Entre las principales estructuras que componen este sinclinorio están:
a) Sinclinal de Rondón: se trata de un pliegue simétrico, con una extensión de 9 km y con
una dirección de NNE-SSW.
b) Sinclinal de Mesalta: estructura asimétrica, con el flanco occidental más inclinado que
el oriental, de amplio radio, cuyo eje varía en dirección N50°E en la parte sur a N10°E,
aproximadamente, en la parte Norte; su extensión es de 8 km dentro del subdirección.
c) Sinclinal de Las Lajas: se trata de una estructura de poca extensión y de dirección
N10°E.
d) Sinclinal de Picacho: estructura estrecha, relativamente simétrica, de poca extensión y
dirección N40°W. Con respecto a los pliegues anticlinales dentro de esta zona, ellos son
estrechos, de poca extensión y afectan rocas cretácicas.
Anticlinorio de Los Farallones de Medina
En la prolongación norte del Anticlinorio de Los Farallones de Medina, se presentan:
a) Anticlinal de Cravo Sur: pliegue relativamente simétrico, de amplio radio, extenso, de
dirección general NE-SW, cuyo eje se prolonga hacia el sur a la Plancha 192 Laguna de
Tota.
b) Sinclinal El Cochal: pliegue simétrico, cuyo eje de dirección N40°E, es desplazado en
forma dextral por la falla de rumbo de Periquilla y continúa hacia el Norte con el nombre
de Sinclinal de La Horqueta.
c) Anticlinal y Sinclinal La Horqueta: corresponden a pliegues relativamente simétricos, ex-
tensos, con sus ejes orientados en dirección NE-SW, y los cuales son desplazados en
forma dextral por las fallas de Periquilla y Los Volcanes. En el extremo suroriental de esta
área, se presentan dos pequeños pliegues, anticlinal y sinclinal de poca extensión y radio,
con sus ejes orientados en dirección NE-SW y desplazados en forma dextral por la falla
de rumbo de Periquilla. Igualmente, dentro de esta área se presenta la Falla Cadillal, de
tipo inverso, que afecta rocas cretácicas correspondientes a las formaciones Chipaque y
Guadalupe, y la Falla de Monchadita, que corresponde a una falla de rumbo dextral.
Antecedentes estratigraficos
Las unidades estratigráficas que afloran en el área de estudio corresponden a rocas,
ígneas, metamórficas y sedimentarias, con edades desde el Precámbrico hasta el Cuater-
nario, así:
• Precámbrico
pnb Neis de Buntia
Sotelo (1997) propone el nombre de Neis de Buntia para designar un xenolito de ortoneis
cuarzo feldespático hornbléndico aflorante a lo largo de la quebrada Buntia (Plancha 172).
Esta unidad se expone en una faja de 0,5 km de ancho y 4km de largo, con una orientación
9
general N30ºE, a lo largo de la quebrada Buntia, a la cual debe su nombre, según se aprecia
en la cartografía presentada por Jiménez (2000).
En cuanto a la génesis del Neis de Buntia, el paleosoma corresponde posiblemente a
rocas anfibólicas provenientes de rocas volcánicas (o gabroides) con intercalaciones de
arenitas arcillosas magnésicas cuya deposición ocurrió posiblemente durante el Mesopro-
terozoico. Estas rocas fueron afectadas por metamorfismo regional de bajo a medio grado
a principios del Neoproterozoico, y formaron las anfibolitas del Neis de Buntia y las Filitas
y Esquistos de Busbanzá.
pfc Formación Cuarcitas y Filitas de Chuscales
El nombre Formación Cuarcitas y Filitas de Chuscales designa filitas, cuarcitas y me-
taconglomerados que afloran en la quebrada Chuscales, que dan un relieve de pendientes
suaves, en contraste con las zonas escarpadas, producidas por las rocas ígneas y arenitas
de la Formación Tíbet circundantes. Las metamorfitas generan suelos arcillosos, micáceos,
que dan coloración pardo rojiza a pardo amarillenta.
Las filitas y las cuarcitas se han observado intruidas por el Stock de Chuscales y cubier-
tas discordantemente por arenitas conglomeráticas de la Formación Tíbet. La edad de las
metamorfitas, es claramente predevónica, teniendo en cuenta su contacto discordante por
debajo de la Formación Tíbet. Por otra parte, se observa que están intruidas por el Stock
de Chuscales, que según dataciones radiométricas obtenidas por el método Rb/Sr, indican
una edad 471 + 22 Ma reportadas por Ulloa & Rodríguez (1982); las anteriores relaciones
permiten inferir que las Cuarcitas y Filitas de Chuscales sufrieron metamorfismo regional
probablemente en el Neoproterozoico.
pfo Formación Filitas y Esquistos de Busbanzá –Miembro Filitas de Ometá
El nombre Filitas de Ometá se utiliza para designar un conjunto de metamorfitas que
afloran en una franja alargada de 15 km de largo por 3 km de ancho, en la parte sur oriental
del Macizo de Floresta, se presentan como secciones de referencia las exposiciones de la
unidad en la carretera Busbanzá - La Floresta, el camino de herradura que conduce de Bus-
banzá a la Escuela del Carmen (plancha 172) y la sección expuesta en la quebrada Ometá.
De acuerdo con el análisis efectuado en el área de estudio por Jiménez (2000), esta unidad
corresponde a la parte superior de una secuencia que conforma un anticlinal. La base de las
Filitas de Ometá es concordante con los Esquistos de Otengá y se observa intruida por rocas
graníticas del Stock de Otengá. La base de esta unidad aflora en el sector de la Escuela del
Carmen, está constituida por niveles de filitas cordieríticas, con intercalaciones de cuarcitas
y filitas, sin cordierita.
peo Formación Filitas y Esquistos de Busbanzá -Miembro esquistos de Otengá
El nombre de este miembro proviene de la Inspección de Policía de Otengá y se propone
para representar a una secuencia de filitas con delgadas intercalaciones de cuarcitas y
metaconglomerados. Litológicamente, Jiménez (2000) describe al miembro Esquistos de
Otengá como una unidad constituida por esquistos moscovíticos cuarzosos de color gris, de
grano fino a medio, dispuestos en capas subtabulares de 10 a 40 cm de espesor. Exhiben
una textura granolepidoblástica a lepidoblástica, caracterizada por una alternancia de ban-
das de cuarzo y feldespato potásico, con bandas de micas, granate o sillimanita. Basados en
los minerales encontrados en la unidad, los esquistos son micáceos a veces con granate y
sillimanita, esquistos moscovíticos con feldespato y esquistos moscovítico biotíticos.
• Paleozoico
O?cs Cuarzomonzonita de Santa Rosita
El nombre Cuarzomonzonita de Santa Rosita fue propuesto por Vargas et al., (1981), para
designar un cuerpo intrusivo de 30 km de largo y 4 km de ancho promedio, que aflora en la
parte sur occidental de San Gil. Es probable que el nombre de la unidad sea tomado del sitio
de Santa Rosita, sobre la carretera de Onzaga, en donde aflora el intrusivo. De acuerdo con
la clasificación de Travis (1955), la unidad está en el rango de la cuarzomonzonita, con va-
riaciones locales a granito y granodiorita. La edad del intrusivo, de acuerdo con Carlos Ulloa
y Alfonso Arias (2003) (Informe Plancha 172), es ordovícica temprana hasta mediados del
Devónico, teniendo en cuenta las edades radiométricas obtenidas en dos muestras tomadas
en la Plancha 152 Soatá, y analizadas en el Centro de Investigaciones Cronológicas de la
Universidad de Sao Paulo (IGM 120763 y 120760) dentro del Proyecto 120 del Programa
Internacional de Correlación Geológica (PICG), Magmatismo de Los Andes; las edades Rb/
Sr fueron de 394 + 23 Ma (coordenadas X=1’184.000 y Y=1’144.200) y 546 + 48 Ma
(coordenadas X= 1’162.750 y Y= 1’137.050), respectivamente.
pDsch Stock de Chuscales
Ulloa & Rodríguez (1982) utilizaron el término Stock de Chuscales para designar un cuerpo
intrusivo pequeño que aflora en un área aproximada de 0,24 km2. Toma su nombre de la mar-
gen norte de la quebrada Chuscales. Se caracteriza por presentar una morfología de lomas
alargadas, que contrasta con la morfología de colinas suaves de las rocas metamórficas que
la circundan. El nombre de Stock de Chuscales se extiende en el presente trabajo al intrusivo
que aflora más al Norte en un área de aproximadamente 10 km2, al oeste de la Inspección de
Policía de Otengá, en las quebradas Las Puentes y Otengá; esta franja fue considerada ante-
riormente la parte occidental del Batolito de Otenga, término propuesto por Ulloa & Rodríguez
(1982).
Se separa el Stock de Chuscales del Stock de Otengá en este trabajo, debido a las diferen-
cias de composición, relaciones con las unidades adyacentes, orientación y características
petrográficas que permiten diferenciarlo de la faja oriental (Stock de Otengá).
pD?so Stock de Otengá
Se propone el nombre Stock de Otengá para designar rocas graníticas que afloran al
Oriente de la Inspección de Policía de Otengá, en cercanías de la confluencia de la quebrada
Otengá con la quebrada Soiquía. Originalmente, el Stock de Otengá fue incluido como parte
10
de una unidad denominada Batolito de Otengá por Ulloa & Rodríguez (1982), conformado por
dos cuerpos que afectaban a la secuencia metamórfica y sedimentaria del Paleozoico.
Se separó la franja oriental del Batolito de Otengá de Ulloa & Rodríguez (1982), la que
se redefinió como Stock de Otengá, debido a las diferencias en composición, la extensión
geográfica (menos de 100 km2), las relaciones con las unidades adyacentes, la orientación
hacia el Oriente y las características petrográficas que permiten diferenciarlo de la faja
occidental, Stock de Chuscales. Este stock pudo emplazarse sin o post Orogenia Caparo-
nensis. Posteriormente fue afectado por el evento magmático del Triásico - Jurásico, evento
reconocido por las edades radiométricas K/Ar, de cuerpos intrusivos de Santander, tales
como el Batolito de Santa Bárbara, Cuarzomonzonita de La Córcava y Granito de Pescadero,
según Ward et al., (1973).
D?cs Formación Cataclastitas de Soapaga
Se emplea el nombre de Cataclastitas de Soapaga para designar un conjunto de granitos
brechados que afloran en una franja de 5 km de largo por 1 a 2 km de ancho, por la carretera
Belén - Paz de Río (Plancha 172). Las rocas de esta unidad, macroscópicamente, son de
tonos verdes, lustrosas e intensamente fracturadas; en algunos afloramientos presentan
textura néisica, cataclástica, brechoide y milonítica, romboclivaje, intercrecimientos de
clorita y biotita, cristales rotados, doblados y microfallas con desplazamiento variable. En
algunos sectores, las cataclastitas parecen estar intruidas por granitos.
La composición de esta unidad, con base en el análisis petrográfico de ocho secciones
delgadas, corresponde a granito o granodiorita, con cuarzo, albita, ortoclasa (con texturas
pertíticas), microclina y minerales de alteración de clorita (a partir de biotita), moscovita y
sericita, la formación incluye rocas metasedimentarias. Las cataclastitas se observan cabal-
gando a la parte superior de la Formación Concentración y cubiertas de forma discordante
por los conglomerados de la Formación Girón. La edad de este conjunto es desconocida,
solamente se propone que fue afectada por metamorfismo dinámico antes del Jurásico,
probablemente en el Devónico.
Dt Formación Tíbet
El término Tíbet se debe a Cediel (1969), quien lo utilizó bajo la denominación de Miembro
Tíbet, para designar la parte basal arenosa de la Formación Floresta, que está constituida por
una sucesión de areniscas, localmente conglomeráticas, que aflora en el cerro del Tíbet y en
cercanías de La Floresta, con espesores variables, entre 700 y 30 m. Posteriormente, Vargas
et al., (1981) emplearon este mismo término con la categoría de miembro, y denominaron
así a un conjunto de conglomerados y areniscas, con intercalaciones de lodolitas amarillen-
tas y rojizas, con un espesor total hasta de 2.500 m, que reposan sobre rocas metamórficas
y están cubiertas de manera transicional por el Miembro Arcilloso de la Formación Floresta
en el área del Cuadrángulo I-13 Málaga. Mojica & Villarroel (1984) elevaron este término al
rango de Formación, teniendo en cuenta que la unidad es cartografiable, a escala 1:25.000,
por una extensa área. La edad de la formación Tíbet es considerada de finales del Devónico
inicial, según Barret (1983). Teniendo en cuenta que la Formación Tíbet alcanza espesores
que varían entre más de 700 m y 10 m, que en la parte basal ocurren capas rojas y que en
algunas localidades es puntualmente granodecreciente, se puede inferir que sus sedimentos
fueron depositados en un ambiente fluvial sobre una paleotopografía abrupta.
Df Formación Floresta
El término Floresta fue utilizado por Olsson & Caster (1937), bajo la denominación de Se-
ries del Floresta para designar la secuencia comprendida entre las unidades metamórficas
y el Grupo Girón. Posteriormente, Botero (1950, p. 258) ascendió el término al rango de
formación, para representar tres conjuntos sedimentarios: el inferior, areno conglomerático
de 30 m de espesor; el intermedio, arcillolítico, de tonos amarillentos a morados, con un es-
pesor de 530 m, y el superior, arenoso, de 150 m de espesor. Esta unidad reposa de manera
discordante sobre rocas metamórficas o concordantemente sobre la Formación Tíbet. Su
límite superior con la Formación Cuche es localmente discordante, según Botero (1950). La
edad de la formación es considerada a partir de los trabajos efectuados por Caster (1939),
Royo y Gómez (1942), quienes determinaron para la Formación Floresta, una edad devónica
medio.
Dfm Miembro Floresta Metamorfizado
Descrito por Ward, et al., (1973), como un conjunto ligeramente metamorfizado de la
Formación Floresta aflora en la parte más este del área de estudio, en una faja de dirección
aproximada Norte-Sur desde el este del río Guare (plancha 135, G12) hasta el extremo
sureste de la plancha 151. Se extiende al este y ocupa gran parte del cuadrángulo 1-13 en
el que Vargas, et al., (1976), denomina Faja Mogotes-San Joaquín, limitada al Oriente por el
Batolito de Mogotes y al Occidente por estratos jurásicos y cretácicos. R. Calpa (en Ward,
et al. 1973), menciona que cerca a Mogotes aflora la Formación Floresta con un espesor que
oscila entre 75O y 1.OOO m. Los briozoarios de esta unidad fueron identificados como tipos
comunes del Devónico. Dentro del área de estudio, la unidad está compuesta de argilitas
grises a verdosas, pizarras grises, filitas verdosas y azulosas, cuarcitas grises y mármol
rosado a gris.
Cc Formación Cuche
El nombre y rango de la unidad litoestratigráfica Formación Cuche se debe a Botero (1950),
con el cual se designa a una sucesión de capas de arcillolitas de colores blanco amarillento y
morado que se encuentran reposando unas veces concordantemente y otras discordantemente
sobre la Formación Floresta, las cuales están cubiertas de forma discordante por la Formación
Girón, y alcanzan espesores entre 300 y 400 m.
Este mismo autor, basado en una columna estratigráfica generalizada, marca el contacto
entre las formaciones Floresta y Cuche, en el tope de un conjunto arenoso de 200 m de espesor;
sin embargo, él considera este límite como transicional y lo coloca donde se presenta un mayor
predominio de arcillositas de colores morado y blanco amarillento.
11
Teniendo en cuenta el contacto concordante entre las formaciones Floresta y Cuche,
observado en el área de La Floresta por Cediel (1969), Mojica & Villarroel (1984) y Vargas et
al., (1981), en la Plancha 152 Soatá, es lógico pensar que existió un ciclo sedimentario con-
tinuo desde la Formación Tíbet a la Formación Cuche, el cual corresponde, probablemente,
al intervalo comprendido desde finales del Devónico inicial al Carbonífero, tal como se ha
observado en el área de los Farallones de Medina, para el Grupo Farallones.
• Mesozoico
Triásico – Jurásico
TrJ?ia Intrusivo de Aguachica
Gloria Rodríguez y Eduardo López (2001) Plancha 172, proponen el nombre informal de
intrusivo de Aguachica para designar rocas graníticas que afloran en un área de aproximada-
mente 0,6 km2, ubicado al sur de la quebrada Otengá; este intrusivo contiene varios xenolitos
conformados algunos por metaarenitas de grano fino probablemente de la Formación Tíbet
(muestra IGM 38447). Este cuerpo está ubicado al suroeste de la Inspección de Policía de
Otengá al norte de la quebrada La Paja, entre las quebradas Aguachica y Otengá. La com-
posición del intrusivo es también granítica y presenta características semejantes de color,
alteración y composición a las rocas del Stock de Chuscales en las cuales están emplazadas.
La edad del Intrusivo de Aguachica, basado en la relación que guarda con la Formación Tíbet,
podría considerarse del Triásico o Jurásico.
TrJm Formación Montebel
El término Montebel fue empleado por primera vez por Trumpy (1943), bajo la deno-
minación de Series de Montebel, para designar la secuencia estratigráfica que aflora en
los alrededores de Montebel (carretera Duitama - Charalá). Posteriormente, Hubach (1957)
elevó el término a la categoría de formación, para representar la secuencia sedimentaria de
1.400 m de espesor, que Langenheim (1959) denominó como Girón inferior. Renzoni (1981,
p.37) empleó el término Montebel en la categoría de formación, al describir una columna
estratigráfica de 406 m de espesor, medida por el camino de Palermo a Paipa, sobre la
vertiente oriental de la quebrada Las Varas.
Esta sucesión yace sobre la Formación Palermo, la cual no aflora en el área de la Plancha
172 Paz de Río, y está por debajo de la Formación La Rusia, esta compuesta por arcillositas
laminadas negras, limonitas rojizas y verdes, areniscas arcillosas y feldespáticas y algunos
niveles conglomeráticos. La edad de la Formación Montebel, de acuerdo con Trumpy (1943),
es de finales del Triásico. Langenheim (1960) basado en datos paleontológicos, la considera
“Rético – Liásico”, y Bürgl (1964), desde mediados hasta finales del “Liásico”. Según lo
anterior, se puede apreciar que no existe un consenso sobre la edad de esta unidad.
TrJp Formación Palermo
Descrita en los alrededores de Palermo, se calculan 530 m de espesor; la parte más baja,
que afloran por el río Huertas entre Palermo y Gámbita está constituida por un conglomerado
con guijos de areniscas rojas de pocos metros de espesor y por un nivel de unos 50 m de
shales negros. La parte restante, que aflora subiendo de Palermo por la quebrada Las Varas,
consta de una sucesión de areniscas de grano fino a medio con tintes rojizos, verdosos y
violáceos hasta el techo. Subyace a la Formación Montebel. La Formación Palermo corres-
ponde a una parte baja del “middle shaly member” de la Formación Girón según Langenheim
(op. cit.). Se supone que sea mesozoica..
Jar Formación Arcabuco y miembro del techo Jart
El nombre y el rango de formación fueron escogidos por A. A. Olsson (1937) para indicar las
areniscas que afloran por el río Pómeca. La formación está constituida por capas de arenisca
cuarzosa blanca con intercalaciones de shales rojos que a veces llegan a formar niveles de
10 a 50 m de grueso. La cubre concordantemente un miembro de 83 m (Jart), descrito en
afloramientos sobre la carretera Arcabuco-Moniquirá, formado por areniscas rojas con matriz
arcillosa prevalecientes en la mitad inferior y shales rojos prevalecientes en la mitad superior.
Por sus características litológicas se considera que con este miembro se cierra el dominio de
sedimentación continental hasta aquí examinado, sin poder afirmar si el fenómeno se emplaza
a finales del Jurasico o principios del Cretáceo.
La presencia del Miembro del Jart solo en unas áreas, unida al adelgazamiento de la forma-
ción que llega a desaparecer sobre el Macizo de Floresta, en dirección este-sureste, prueba un
período de erosión post-Arcabuco o no depositación en esta misma dirección; es probable que
en esta desaparición haya jugado un papel importante la Falla de Boyacá.
Jru Formación La Rusia
Renzoni (1981) propuso el término Formación La Rusia, para designar así a una sucesión
compuesta por conglomerados, arenitas y limolitas rojas, que descansa sobre la Formación
Montebel y por debajo de la Formación Arcabuco, en el área del páramo de La Rusia, y que
alcanza allí espesores que varían entre 682 y 344 m.
En el extremo noroccidental de la Plancha 172 Paz de Río, esta unidad litoestratigráfica
cubre una superficie aproximada de 10 km2 y hace parte de la región nororiental del Anticli-
nal de Arcabuco. La Formación La Rusia presenta una morfología escarpada que contrasta
con las dos unidades litoestratigráficas cretácicas contiguas que afloran más al Oriente.
La edad de esta formación no se ha definido con exactitud; sin embargo, por encontrarse
sobre la Formación Montebel y por debajo de la Formación Arcabuco, se sugiere que pudo
depositarse a finales del Jurásico. Las características litológicas de esta unidad, tales como
la presencia de conglomerados gruesos a muy gruesos, con estratificación cruzada e inter-
calaciones de capas rojas, sugieren que su deposición ocurrió en un ambiente continental.
Jg Formación Girón
Este término Girón fue creado por Hettner (1892), bajo la denominación de Series del Girón,
para designar a una sucesión de areniscas, limolitas rojas y conglomerados, que se hallan ex-
puestas al oeste de Bucaramanga, cuya edad se consideró inicialmente del Cretácico.
12
Actualmente, la denominación original de Hettner (1892) incluye las formaciones Bocas, Jor-
dán, Girón y Tambor. Posteriormente, Langenheim (1959) designó como Formación Girón a la se-
cuencia que descansa sobre la Formación Bocas y que está por debajo de la Formación Tambor,
y estableció como localidad tipo el cañón del río Lebrija.
En la misma localidad, Julivert (1968), Navas (1963) y Cediel (1968) efectuaron trabajos de
campo, sobre la secuencia denominada Girón. Cediel (1968) le asigna formalmente el rango de
grupo, denomina su parte inferior como Formación Girón y la parte superior, como Formación Los
Santos. Teniendo en cuenta la posición estratigráfica de la Formación Girón, que descansa sobre
la Formación Cuche y está cubierta por la Formación Tibasosa, su edad se considera jurásica,
correlacionable con la secuencia denominada Girón, en el área de Santander, según Rabe (1977),
como de finales del Jurásico.
Cretácico inferior
Kir Formación Rosablanca
Aflora en nuestra área apenas fuera del mapa, sobre la carretera que de Arcabuco conduce
a Moniquirá, consta de 148 m de caliza a veces con lamelibranquios y gasterópodos, con espo-
rádicas intercalaciones de shales negros que alcanzan hasta 5 m de espesor. Se supone que su
edad sea valanginiana -hauterivíana. Por su parte, F. Etayo en Fabre (1986) afirma que también las
calizas que afloran en las cabeceras de la quebrada Ritoque, pertenecen a esta formación.
Kiri Formación Ritoque
El nombre, propuesto por , F. Etayo en Fabre (1986), proviene de la quebrada homónima
afluente del río Samacá, donde se observa una sucesión de limolitas grises, amarillentas a
rojizas por meteorización, con bancos de calizas a veces lumaquélicas hacia la parte baja;
mide de 75 a 110 m de espesor y contiene equínídos, trigonias y amonitas. Yace concor-
dantemente sobre la Formación Rosablanca en el área noroccidental, sobre la Formación
Cumbre en los alrededores de Arcabuco y sobre la Formación Arcabuco en la serranía ho-
mónima. Esto demuestra el ulterior ensanchamiento de la cuenca cretácea.
Con respecto a la Nomenclatura Estándar del Valle Medio del Magdalena hay que aclarar
que la Formación Rito quedó incluida en el concepto original de la Formación Paja tal como
aflora en las zonas meridionales a la localidad, sin embargo, en nuestro concepto representa
un desarrollo de facies, propio del área en cuestión en tiempos hauterivianos, ligado en parte al
fenómeno del avance marino antes mencionado. Por esta razón, además que por la diferencia
lítológica con el subyacente y el suprayacente, se creó esta nueva formación conservando el
nombre de Formación Paja a la sucesión de shales negros, depositados en parte en ambiente
euxínico (perteneciente a un medio de circulación de las aguas restringido, con estancamiento
o condiciones anaeróbicas), que ocurren hasta la base de la Formación San Gil inferior.
Kims Formación los Medios
En el área de Los Medios, entre la Formación Arcabuco y la parte inferior de la Formación
Paja (Kimp) existen 2 conjuntos bien diferenciables con base en la litología; a saber: Miembro
conglomerático inferior (Kími).- Por el carreteable que conduce de Paipa a Palermo se observan
capas de conglomerado (con guijos de arenisca cuarzosa similar a la de la Formación Arca-
buco), de arenisca conglomerática y de limolitas (con restos de equínídos) con un espesor de
120 m aproximadamente. La parte conglomerática pasa lateralmente a arenisca. Este miem-
bro yace sobre la Formación Arcabuco y se acuña hacia el Occidente.
Miembro Limolítico Superior (Kíms). Siguiendo el carreteable arriba mencionado, se obser-
van unos 60 m de limolitas con restos de equínidos. Yace sobre el Kími y sobre la Formación
Arcabuco hasta la Formación Rosablanca. Está superpuesta por un tercer conjunto de 100 a
150 m de limolitas (con esporádicas intercalaciones de areniscas). Este tercer conjunto es
correlacíonable con base en la litología con la Formación Ritoque. De aceptar esta correlación
se puede interpretar la Formación Los Medios como vestigio de un depósito local antes de la
invasión marina hauteriviana sobre toda el área.
Kimp Formación la Paja
Está representa una sucesión de 900 m, descrita por la carretera Sáchica - Tunja, compues-
ta por: una parte inferior de shales negros, datados hauterivianos con base, entre otros, en los
siguientes fósiles: Olcostephanus boesei, Olcostephanus aff. delicaticostatus, Olcostephanus
(Rogersites) boussingaultii, Crioceratites gr. nolani; una parte media de arcillas abigarradas
yesíferas barremianas y aptianas y una parte superior de shales negros aptianos con nódulos
huecos. La Formación Paja yace sobre la Formacion Ritoque e infrayace la Formación San
Gil inferior. En el sector noroccidental aflora una sucesión de unos 600 m de shales negros
con frecuentes nódulos piritosos (Kimp) que yace sobre la Formación Ritoque y por debajo
de la Formación San Gil inferior (Kmsgi); se infiere para esta sucesión el lapso Hauteriviano-
Valanginiano.
Miembro arenoso de la Formación Paja (Kimpa).- A partir de Arcabuco y Togüí, se observa,
en la mitad inferior del Kimp la aparición de capas de arenisca blancuzca, que aumenta en
número y espesor hacía el Norte. Estos niveles de arenisca, que se alternan con niveles de
shales negros más o menos arenosos, llegan a formar en esta última localidad un conjunto
de 293 m que llamamos Miembro arenoso de la Formación Paja (Kimpa). El Miembro yace
sobre la Formación Ritoque y por debajo de 300 m de shales negros a su vez cubiertos por
la Formación San Gil inferior. Se estima que este miembro sea un desarrollo facial local de la
parte baja de la Formación Paja.
Comparando los conjuntos se pone en relieve la variación de espesor (que sugiere una
depositación de la Formación Paja, en el talud de la cuenca) y el cambio de facies en la parte
baja con procedencia del material arenoso desde Santander. Se correlacionan con parte de la
Formación Tibasosa.
Kilm Formación Lutitas de Macanal
El término Formación Lutitas de Macanal fue propuesto por Ulloa & Rodríguez (1979a) para
designar una sucesión de capas de lutitas negras, con intercalaciones esporádicas de calizas,
areniscas y bolsones de yeso, que aflora en el río Batá, entre las quebradas El Volador y La
13
Esmeralda, por debajo de la Formación Areniscas de Las Juntas. Está constituida, principal-
mente, por una sucesión de capas de lutitas negras, piritosas, ligeramente calcáreas, con
nódulos alargados, generalmente arenosos y orientados en forma paralela a la estratificación,
con intercalaciones de arenitas finas de cuarzo, grises oscuras, cemento silíceo, en capas me-
dias a gruesas. El contacto inferior de esta unidad litoestratigráfica no se observa en el área,
mientras la suprayacente Formación Areniscas de Las Juntas reposa de manera concordante.
En esta secuencia estratigráfica se han reportado faunas que abarcan desde el Titoniano hasta
el Valanginiano en la región del Cocuy según fósiles analizados por Bürgl (1959b), mientras ha-
cia el surOriente, Guateque, se colectaron muestras fósiles que indican una edad probable de
Berriasiano - Valanginiano. Esta unidad es correlacionable con los conjuntos inferior y medio
de Hubach (1957b) y con la parte media (Kc2) de Renzoni (1968). Como probable ambiente
de sedimentación para esta unidad se considera marino de aguas someras, en una cuenca
restringida.
Kiaj Formación Areniscas de las Juntas
El término Formación Areniscas de Las Juntas fue propuesto por Ulloa & Rodríguez
(1979a), para representar la secuencia estratigráfica compuesta por dos miembros areno-
sos, separados por un miembro lutítico, que aflora en la carretera Guateque - Santa María de
Batá, entre las cuchillas de El Volador y El Dátil. En este sector se distinguen tres miembros
que fueron denominados Arenisca de El Volador, Lutitas Intermedias y Arenisca de Almeida.
Este último miembro parece ser equivalente a las formaciones Arenisca de Cáqueza de
Hubach (1945a) y Alto de Cáqueza de Renzoni (1968).
Kit Formación Tibasosa
El nombre y el rango de la unidad litoestratigráfica Formación Tibasosa fueron propuestos
por Renzoni (1981), para representar la sucesión litológica que aflora en la población de
Tibasosa, por debajo de la Formación Une. El autor dividió la formación en cuatro miembros,
los cuales fueron denominados de base a techo como: Miembro Basal (Kit4), compuesto por
conglomerado, limolitas y areniscas, a veces conglomeráticas; Miembro Calcáreo Inferior
(Kit3), constituido principalmente por shales, calizas arenosas y areniscas; Miembro Arená-
ceo Intermedio (Kimt2), compuesto por shales y areniscas, y el Miembro Calcáreo Superior
(Kmt1), formado por shales, caliza lumaquélica y areniscas.
Kit1 Formación Tibasosa Conjunto Inferior
El Conjunto Inferior consta de una sucesión de cuarzoarenitas de grano fino, medio y
grueso hasta conglomerática, con colores que varían desde gris claro a blanco, gris verdoso
y rojizo por meteorización, cemento silíceo, en capas medias a gruesas, con láminas incli-
nadas tangenciales e intercalaciones esporádicas de lodolitas arenosas, grises verdosas
y amarillentas, cuyos espesores varían entre 20 y 30 cm. El Conjunto Inferior descansa
en forma paraconforme sobre la Formación Girón y discordantemente sobre la Formación
Cuche y la Cuarzomonzonita de Santa Rosita
Kit2 Formación Tibasosa Conjunto Superior
El Conjunto Superior (Kit2) tiene un espesor total de 481 m. En la localidad de Betéitiva,
este conjunto es colocado sobre la Formación Girón por fallas inversas y está por debajo de
la Formación Une en contacto concordante. De la Formación Tibasosa, Renzoni (1981) cita
fauna colectada en el Miembro calcáreo Inferior (Kit3) y Miembro calcáreo superior (Kit1),
que indican una edad probable de Hauteriviano y mediados o finales del Albiano, respecti-
vamente. Esta formación se correlaciona cronológicamente con las formaciones Arenisca
de Las Juntas y Fómeque.
Kif Formación Fómeque
Este término Fómeque fue propuesto originalmente por Hubach (1931), bajo la denomi-
nación de “Conjunto de Fómeque”, y, posteriormente, Formación Fómeque, para designar
una sucesión de capas compuestas por “esquistos piritosos, caliza cristalina, arenisca
calosa y areniscas cuarcíticas”, que afloran en la parte media de la angostura del río Une
y en la región de Ubaque - Choachí - Fómeque. La parte inferior de la Formación Fómeque
es considerada por Hubach (1957a) como Hauteriviano, debido a la presencia de Olcos-
tephanus en la base de la formación. La edad de los niveles superiores no se conoce,
aunque Hubach (1957a) y Bürgl (1961) consideran que la Formación Fómeque abarca,
además, el Aptiano y gran parte del Albiano. En cuanto al ambiente de sedimentación en
el cual se acumuló la formación, es posible que haya sido marino de aguas someras, con
circulación restringida.
Kiu Formación Une
El nombre Une fue dado por Hubach (1931), para referirse a la secuencia arenítica que
aflora en la carretera Bogotá - Villavicencio, entre Chipaque y Cáqueza que representa la par-
te media del Grupo Villeta. Renzoni (1962) utiliza este término con categoría de formación,
al describir la sucesión litológica que aflora en las secciones de las carreteras Une - Fosca
y Choachí - Bogotá. El contacto superior con la Formación Chipaque, observado en otras
localidades del área estudiada, es concordante y transicional, y se marca a la base de una
secuencia, espesa, de lodolitas. Bürgl (1957) cita, en la parte alta de la Formación Une, una
fauna procedente de los alrededores de Choachí, que indicaría una edad de Cenomaniano;
Campbell (1962) reporta en la Arenisca de Une una fauna colectada en la carretera Une
- Fosca, cuya edad es Albiano. Con base en las edades propuestas por estos autores, la
Formación Une representaría una edad comprendida entre el Albiano y el Cenomaniano.
Esta formación parece corresponder litológicamente a la Formación Aguardiente, del área
de Santander.
Cretácico superior
Kscn Formación Conejo
Se propone esta nueva formación para la sucesión bien expuesta en el camino que se
desprende del carreteable Oicatá-Chivatá en la localidad de Pontezuela y conduce a la Ve-
14
Ksgp Formación Plaeners
El término Plaeners con el carácter de unidad litoestratigráfica fue introducido por Huba-
ch (1931), bajo la denominación de “Horizonte de Plaeners” y, posteriormente, “Miembro
Plaeners”. Hubach (1957b) emplea este nombre para referirse a la parte media de la For-
mación Guadalupe Superior, la cual fue dividida en Arenisca Dura, Horizonte de Plaeners y
Arenisca Tierna. Bürgl (1959a), en su trabajo de la zona de Chía y Tenjo, indica la presencia
de dos niveles de Plaeners dentro del Grupo Guadalupe: denominó al nivel más alto, com-
prendido entre la Arenisca de Labor y la Arenisca Tierna, “Plaeners Superiores” y dejó sin
denominación los que se localizan en la parte inferior. Posteriormente, la Colombian Society
of Petroleum Geologists and Geophysicists (1961) denominó a este nivel inferior de Plae-
ners de Bürgl (1959a), como “Miembro Plaeners Inferiores” (Lower Plaeners Member), el
cual es equivalente al “Nivel de Plaeners” de Julivert (1961, 1963).
La Formación Plaeners descansa en contacto neto y concordante unas veces sobre
lengüetas de la Arenisca Dura y otras al Chipaque y su base se puede marcar en la
primera aparición de limolitas silíceas; su contacto superior con la Arenisca de Labor es
concordante y neto, y se ha marcado en el tope de la última sucesión de limolitas silí-
ceas. Dentro de esta unidad litoestratigráfica, Bürgl (1957) cita la presencia de foraminí-
feros de edad Maestrichtiano temprano. Pérez & Salazar (1971) mencionan al Oriente de
Bogotá: Ostrea tecticosta?, Orthocarstenia cretácea? y Orthocarstenia clarki, y basados
en esta fauna le asignan una edad de Campaniano hasta Maestrichtiano. La Formación
Plaeners es correlacionable con la Formación La Luna del área de Santander.
Ksgpi Grupo Guadalupe Formación Labor y Los Pinos
En esta se zona se agrupan las unidades de Labor y Los Pinos en una sola formación, de
igual forma como fue efectuado en el área de Chiquinquirá por Ulloa & Rodríguez (1979b).
La Formación Los Pinos en sectores descansa de manera concordante sobre la Formación
La Luna en el área de los Santanderes y en el área de Boyacá sobre la Formación Arenisca
de Labor. En el sector de Samacá-Cómbita se observa una sucesión compuesta de 49 m
inferiores de shales (que contienen Foraminíferos) con algunas intercalaciones de arenisca
y 10 m superiores de arenisca; en Soracá la sucesión está formada por 117 m inferiores de
shales gris-oscuros con intercalaciones de arenisca y por 50 m superiores de arenisca al
norte de el Encanto, por la carretera de Ramiriquí- Boyacá, se observaron 127 m de shales
grises oscuros con intercalaciones de arenisca y de lumaquela (¿Ostrea abrupta) y fosfori-
ta, seguidos por 34 m de arenisca con fosforita hacia la base.
La edad de esta unidad en el área de la Plancha 173 Támara, según Fabre (1986), es
considerada como Campaniano hasta Maestrichtiano inicial, mientras en el área de Paz de
Río es Maestrichtiano inicial, según Sarmiento, en Osorno (1994). El ambiente de depósito
de esta unidad, de acuerdo con Fabre (1986), es de aguas marinas poco profundas y zona
de plataforma con biostromas.
La Formación Los Pinos se puede correlacionar con partes de la Formación Arenisca de
Labor y con la parte inferior de la Formación Colón.
reda San Rafael bordeando el alto El Conejo. Sobre un estrato de caliza de 0,80 m que
suprayace a shales negros (ricos en Inoceramus) con delgadas intercalaciones limolíticas
y calcáreas, siguen 7m de shales gris-oscuros y areniscas bandeadas un poco silíceas,
fracturadas en panelitas, que correlacionamos con el nivel limolítico-silíceo antes mencio-
nado; siguen 265 m formados por siete niveles de arenisca (de 3 a 8 m, formando crestas)
intercalados en niveles de shales gris-oscuros a amarillentos en superficie forman valles.
Hacia la parte alta, pueden ocurrir esporádicos estratos de caliza. La Formación Conejo yace
sobre el Grupo Churuvita y por debajo de la Formación Plaeners.
Ksc Formación Chipaque
El término Chipaque fue empleado por primera vez por Hubach (1931) bajo la deno-
minación de Conjunto Chipaque y, posteriormente, como Formación Chipaque, para re-
presentar la parte superior del Grupo Villeta. Según su autor, el techo de la Formación
Chipaque lo forma la caliza de Chipaque o Nivel de Exogyra squamata, que marca el límite
Villeta - Guadalupe Inferior. Renzoni (1962, p.72), basado en las secciones de referencia a
lo largo de las carreteras Choachí - Bogotá (camino de la Sabaneta - quebrada del Raizal)
y Chipaque - Bogotá, redefine la Formación Chipaque, y engloba bajo esta denominación a
las Formaciones Chipaque y Guadalupe Inferior de Hubach (1931, 1957a). De esta mane-
ra, la Formación Chipaque queda limitada en su base por la Arenisca de Une y en su techo
por la base de la Arenisca Dura. de acuerdo con la posición estratigráfica de la Formación
Chipaque, su base se considera de edad Cenomaniano, debido a la fauna colectada, en
la parte alta de la Arenisca de Une. Su techo se considera del Coniaciano o Santoniano,
ya que la base de la suprayacente Formación Arenisca Dura, en la sección aflorante por
la carretera que conduce de Tabio a Chía, en el sector de la Capilla de Lourdes, contiene
fauna indicativa de estas edades, según reporta Julivert (1968).
Ksl Formación La Luna
Según Julivert (1968), el término “La Luna Limestone” fue introducido por Garner (1926),
para designar la sucesión de shale calcáreo, negro, fosilífero, con concreciones de calizas
negras. El nombre de la formación se deriva de la quebrada La Luna, en la sierra de Perijá,
Estado de Zulia, Venezuela. Posteriormente, Hedberg & Sass (1937) hacen una descripción
detallada de la misma unidad litoestratigráfica y le dan el nombre de “La Luna Formation”.
Notestein et al., (1944) introdujeron el término en Colombia y describen la Formación La
Luna en la Concesión Barco, compuesta por caliza gris oscura, con foraminíferos y shale
bituminoso calcáreo y nódulos de chert negro. Como se puede apreciar, según las deter-
minaciones paleontológicas efectuadas por diferentes autores, la edad de la Formación La
Luna en la serranía de Perijá es Turoniano, y se torna paulatinamente más joven hacia el sur
(Turoniano a Coniaciano en el Cocuy) y Maestrichtiano inicial en Paz de Río. Esto permite
considerar que las facies que componen a la Formación La Luna son heterócronas. La uni-
dad se observó cambiando de facies calcáreas y calcáreas silíceas a facies silíceo arenosas
de la Formación Plaeners.
15
Ksgt Grupo Guadalupe Formación Arenisca Tierna
Este término Arenisca Tierna se debe a Hubach (1957), quien lo utilizó con la ca-
tegoría de miembro, para representar el techo del Grupo Guadalupe. La unidad está
constituida por cuarzoarenitas de grano fino a grueso, con colores grises claros, grises
oscuros a amarillentas, algo friables, en estratos delgados a gruesos con estratificación
plano paralela, ondulosa e inclinada. En la unidad se encuentran varias capas con icnofó-
siles (Thallasinoides) y niveles bioturbados. En general, se observa que los paquetes de
arenitas son granocrecientes y algunos niveles de cuarzoarenitas son calcáreos, espe-
cialmente en la parte superior de la unidad.
En el área, la Formación Arenisca Tierna se observa reposando concordantemente
sobre la Formación Los Pinos y por debajo de la Formación Guaduas en contacto concor-
dante y neto. Basado en su posición estratigráfica, Bürgl (1961), Etayo, en Fabre (1986)
y Sarmiento, en Osorno (1994) la consideraron de edad Maestrischtiano. La unidad se
correlaciona con la Formación Mito Juan de la Concesión Barco.
KPgg Formación Guaduas
Según Julivert (1968), el término Guaduas fue empleado por primera vez por Hettner
(1892), para representar todos los «materiales que en la región de Bogotá se encuentran
por encima del Guadalupe». Posteriormente, Hubach (1931, 1945b, 1957b) restringe el
término Guaduas, con categoría de formación, y queda limitado en su parte inferior por la
Formación Guadalupe Superior y en la parte superior por la Formación Arenisca del Cacho.
El autor divide la Formación Guaduas en tres conjuntos. Uno inferior, limitado hacia la
base por la Arenisca Tierna y hacia el techo por la Arenisca La Guía; el medio por la base
de la Arenisca La Guía y el techo de la Arenisca La Lajosa y el superior entre el tope de
La Lajosa y la base de la Arenisca del Cacho, y establece como localidad tipo el área de
Guatavita. Van der Hammen (1957) da como localidad tipo para esta misma Formación,
la sucesión litológica que aflora entre los boquerones de Lenguazaque y Guachetá. Alva-
rado & Sarmiento (1944) denominan Formación Guaduas, en la región de Paz de Río, a
la sucesión litológica comprendida entre el techo de la arenisca calcárea, fosilífera, de la
Formación Ermitaño y el primer conjunto grueso de areniscas de la Formación Socha In-
ferior. El término Formación Guaduas se emplea para designar la secuencia litológica, que
descansa sobre la Formación Arenisca Tierna y limitada al tope por una gruesa secuencia
de arenita de la Formación Arenisca de Socha, equivalente a la Formación Socha Inferior
de Alvarado & Sarmiento (1944).
Por la carretera de Chivatá – Toca y por la quebrada carbonera se levantó una sucesión
compuesta así: unos 250 m inferiores de arcillas grises y esporádicas areniscas friables,
mal expuestos; siguen 270 m de arcillas grises, arenisca friable y carbón; al techo, 50 m
de arcillas verduscas y violáceas y arenisca.
Yace sobre el Miembro de la Arenisca Tierna y por debajo de la Arenisca del Cacho (par-
te basal de la formación Bogotá) corresponde a la Formación de Guaduas de la Sabana de
Bogotá que T. Van Der Hammen (Estratigrafía del Terciario y Maestrichtiano continentales
y Tectogénesis de lo Andes colombianos; Bol. Geol. Vol. VI Nos. 1-3, 1958, Bogotá) data
como maestrichtiana hasta la parte media y como paleocena en la parte superior
• Cenozoico
Paleógeno
Pgars Formación Areniscas de Socha
Se utiliza el nombre de Formación Areniscas de Socha para designar a una gruesa se-
cuencia de areniscas que reposa concordantemente sobre la Formación Guaduas, a la que
inicialmente Alvarado & Sarmiento (1944) denominaron Socha Inferior, y consideraron,
como localidad tipo, la sucesión litológica aflorante en Socha Viejo. Se plantea no utilizar el
nombre inicialmente propuesto por Alvarado & Sarmiento, pues, según la Guía Estratigráfica
Internacional (1994), los términos inferior, medio y superior no deben ser usados para subdi-
visiones formales de unidades litoestratigráficas.
Al norte de pesca, en la localidad de Aguas- calientes aflora una sucesión de 102 m,
formada por 20 m inferiores de arenisca de grano grueso, amarillenta; 12 m intermedios de
arcillas grises, verduscas y rojizas; y 70 m superiores de arenisca; Van der Hammen (1957),
según estudios palinológicos, indica para la Formación Socha Inferior (Formación Areniscas
de Socha), una edad paleocena temprana, intervalo de tiempo en el cual se considera ocu-
rrió la acumulación de la parte superior de la Formación Guaduas y, probablemente, la parte
inferior de la Formación Cacho.
También establece su correspondencia palinológica con la parte inferior de la Formación
Lisama, del Valle Medio del Magdalena, y con la Formación Barco, de la cuenca de Maracai-
bo. En el área de Paz de Río, Sarmiento, en Osorno (1994), se basa en estudios palinológicos
y le asigna una edad paleocena tardía.
Pgas Formación Arcillas de Socha
Se propone el nombre Formación Arcillas de Socha para designar la sucesión estrati-
gráfica comprendida entre la Formación Areniscas de Socha y la Formación Picacho, y se
establece su localidad tipo en Socha Viejo, donde alcanza un espesor de 400 m. Se propone
el nombre de Formación Arcillas de Socha, que reemplaza al de Formación Socha Inferior
de Alvarado & Sarmiento (1944), dado que la Guía Estratigráfica Internacional recomienda
no utilizar términos como inferior, medio o superior en la definición de nombres de unidades
formales.
La descripción de esta unidad litoestratigráfica se hace con base en las secciones medidas
en la carretera Corrales - Paz de Río, donde presenta un espesor de 345,25 m y al Occidente
del colegio Sugamuxi de Sogamoso, donde alcanza 172,35 m de espesor. El contacto de esta
unidad litoestratigráfica con la suprayacente Formación Picacho es concordante y neto, y se
ha marcado en la base de una sucesión de cuarzoarenitas de grano medio a grueso. Alvarado
& Sarmiento (1944) consideran que este contacto podría ser discordante, debido al cambio
de espesor que muestra la Formación Socha Superior en sectores como el cerro del Fraile
(cambia de 400 m a 180 m) y el carácter conglomerático en la base de la Formación Picacho.
16
Vargas et al., (1981) también consideran este contacto discordante, basado igualmente en las
fuertes variaciones de espesor de la Formación Socha Superior, Bogotá, de la Sabana de Bogo-
tá, con la parte superior de la Formación Lisama del Valle Medio del Magdalena y también, con
una porción de la Formación Los Cuervos, de la Cuenca del Maracaibo. T. Van Der Hammen
(op. cit.) la refiere, con base en estudios de polen, al Paleoceno.
Pgp Formación Picacho
El nombre de Formación Picacho fue dado por Alvarado & Sarmiento (1944) para designar
un conjunto potente de areniscas que descansa sobre la Formación Socha Superior (Formación
Arcillas de Socha), y establece su localidad tipo en el cerro Picacho, 1,5 km al noroeste de Paz
de Río.
El contacto superior con la Formación Concentración es concordante y neto, y se marca en el
techo de una sucesión de arenita de cuarzo media a gruesa. Bajando de Aguascalientes a Tobacá
afloran 80 m de capas de arenisca conglomerática blancuzca con esporádicas intercalaciones de
conglomerado (bien calibrado, homogéneo, de guijos bien redondeados de cuarzo y de chert).
La Formación Picacho, en la sección al Occidente del colegio Sugamuxi en Sogamoso, está
compuesta por un conjunto inferior de 46,50 m de espesor y consta de una alternancia de arenita
de grano medio a grueso, con lentes de conglomerados de cuarzo, gris amarillenta, friable, en
capas delgadas y muy gruesas, de 0,05 a 3 m de espesor y arcillolitas grises claras y amarillen-
tas, con espesores que oscilan entre 1,20 y 20 m. El conjunto medio tiene un espesor de 100
m de cuarzoarenitas de grano medio a grueso, gris clara, amarillenta y rojiza, friable, cemento
silíceo, en capas muy gruesas, con lentes de conglomerados formados por cuarzo y fragmentos
de roca.
El conjunto superior tiene un espesor de 35 m. A la base del conjunto se encuentra una suce-
sión de capas de arcillolitas grises claras de 10 m de espesor, seguido por 25 m de cuarzoarenita
de grano fino a medio, amarillenta y rojiza, friable, cemento silíceo, estratificada en capas muy
gruesas, con lentes de conglomerados compuestos por cuarzo y fragmentos de roca.
El contacto superior con la Formación Concentración es concordante y neto, y se marca en
el techo de una sucesión de arenita de cuarzo media a gruesa. Según van der Hammen (1957),
en esta unidad no se han encontrado muestras con polen; sin embargo, basado en su posición
estratigráfica, considera que su edad debe ser eocena temprana, y establece su coetaneidad con
las formaciones La Paz del Valle Medio del Magdalena, El Mirador de la Concesión Barco y Hoyón
del Valle Medio del Magdalena y la región de la Sabana de Bogotá.
Pgc Formación Concentración
El nombre y rango de la unidad litoestratigráfica Formación Concentración fueron dados por
Alvarado & Sarmiento (1944), para designar una sucesión de arcillolitas comúnmente yesíferas
y areniscas de grano fino a grueso, con estratos de hierro oolítico, que descansa sobre la For-
mación Picacho.
Su sección tipo está localizada a lo largo del río Soapaga, entre el caserío de Concentración
y el puente del Uvo (carretera Santa Rosa - Paz de Río - Socha), donde presenta un espesor que
oscila entre 1.368 y 1.554 m. Basado en el contenido de polen encontrado en varios horizontes
de la Formación Concentración, Van Der Hammen (1957) la asigna al Eoceno medio a Oligoceno
medio, y establece su correlación, con excepción de la parte inferior, con las formaciones San
Fernando y Diablo del Borde Llanero y Carbonera de la Cuenca de Maracaibo.
• Cuaternario
Depósitos cuaternarios
En el área estudiada se diferenciaron los siguientes tipos de depósitos cuaternarios:
Glaciares (Qm)
Depósitos glaciares se presentan en el extremo noroeste y constan de una serie de mo-
rrenas, formadas por bloques angulares, de arenitas y conglomerados, en una matriz areno
arcillosa, sin ninguna selección.
Coluviales (Qc)
Con el término coluviales se incluyen los depósitos de talud y derrubios; están
constituidos por acumulaciones de materiales de composición heterogénea y de ta-
maño variable, predominantemente bloques angulares.
Aluviales (Qal)
Depósitos aluviales se ubican hacia las márgenes de los drenajes principales y consisten
de bloques redondeados a subredondeados, principalmente de arenitas, en una matriz areno
arcillosa. Presentan una morfología plana.
Toda esta compilación se puede observar en la Figura 4.
Antecedentes de geoquimica
En el área de estudio la información geoquímica disponible ha sido obtenida principalmente
a partir de muestras de afloramiento y rezumaderos, a las cuales se les han realizado diferentes
tipos de análisis, entre los que se encuentran pirolisis Rock-Eval, cromatografía gaseosa con
espectrometría de masas, e isótopos de carbono (Cities Services, 1983, Mello. Et al., 1995,
y Corelab, 1997).
En total se han realizado en estos estudios análisis geoquímicos a 189 muestras obtenidas
en campo en el área de estudio y alrededores. Sin embargo, la cantidad de muestras analiza-
das correspondientes a rocas generadoras y sus extractos son muy pocas en proporción a la
extensión y espesor de las unidades estratigráficas, lo cual limita bastante la representatividad
de los resultados obtenidos para una caracterización apropiada de la calidad de la materia
orgánica y de su madurez..
En cuanto a información de pozos, en el área sólo han sido perforados dos, los pozos Corra-
les-1 y Bolívar-1, de los cuáles sólo es productor de hidrocarburos en el área el pozo Bolívar-1.
En ambos pozos se han realizado análisis geoquímicos de las rocas perforadas. Sin em-
bargo, la estratigrafía encontrada en los dos pozos no es similar ya que en el pozo Corrales-1
17
• Los4300piescorrespondientesalintervalomuestreadoseencuentraninmadurosypor
lo tanto no han generado hidrocarburos. Figura 5.
• Elcrudorecuperadoenelintervalo2132a2147pies,hasidofuertementebiodegradado
con una baja gravedad API de 11.5°.
• Estecrudosepudohabergeneradoapartirdeunarocamarinacarbonáticadepositada
en un ambiente reductor.
Figura 4. Mapa geológico de la zona.
no se perforó la secuencia cretácica, mientras que en el pozo Bolívar-1 se perforó princi-
palmente sedimentos cretácicos. En este reporte preliminar del área de geoquímica se van
a presentar resultados no definitivos, principalmente basados en los resultados obtenidos
en cuanto a madurez de las rocas generadoras, calidad, y características de los crudos
encontrados en los rezumaderos y los pozos perforados, de acuerdo con los informes antes
mencionados.
• Resultadosdelosanálisisgeoquímicosdemuestrasdepozo
Pozo Corrales-1
En este pozo se analizaron 27 muestras de ripios de perforación, muestreadas cada 100
pies entre 500 y 4800 pies de profundidad, y una muestra de aceite obtenida entre 2132 y
2147 pies (Weber, 1990a).
Los resultados de los análisis realizados indican lo siguiente:
• Lasecuenciaterciariaperforadaenelpozopresentaunpotencialdegeneraciónpobrea
nulo, lo cual está de acuerdo con las condiciones de depósitos continentales fluviales de
las unidades depositadas durante este periodo. Figura 5. Perfil de madurez del pozo Corrales-1. Tomado de (Tomada de Weber, 1990a).
18
• LosdatosdepirolisisRock-EvalindicanqueeltipodekerógenovaríaentreTipoIIyTipo
III, siendo las muestras más ricas en hidrógeno y por lo tanto proclives a generar aceite,
las correspondientes a la Formación La Luna?. Figura 7.
• LasmuestrasdelaFormaciónGuaduaspresentanconsiderablescantidadesdevitrinita
(> 40%) y son por lo tanto proclives a generar gas.
• Elgradodemadurezalcanzadoporlasmuestrasanalizadasesinmaduroamadureztem-
prana de acuerdo con los datos de reflectancia de vitrinita y Tmax obtenidos. Figura 7.
• Enelcasodelaceiteencontradoenelpozo,esteseencuentrafuertementebiodegradado,
como lo muestra la ausencia de parafinas normales, una proporción baja de hidrocarbu-
ros en el rango de las gasolinas (Weber, 1990b) y la gravedad API de 18.3°.
• Esteaceitepresentabuenacorrelaciónconlosextractosderocaobtenidosdelasmues-
tras de la Formación La Luna?, y probablemente fue generado en la misma o una facies
similar en una posición más profunda de la cuenca.
• Esteaceitesepudogenerarapartirdeunarocadepositadaenunaambientepredominan-
temente marino, de acuerdo con los datos de la relación hopanos/esteranos (3.7), la mayor
Figura 6. Datos de pirólisis del pozo Bolivar-1 (Tomada de Weber, 1990b).
Figura 7. Gráfico de madurez y tipo de kerógeno. Pozo Bolívar-1 (Tomada de Weber, 1990b).
• Debidoalaltogradodedegradacióndelamuestradehidrocarburonoesposibledetermi-
nar el grado de madurez alcanzado por la roca generadora que dio origen a este crudo.
• ElaceiteencontradoenelpozoCorrales-1fuegeneradoapartirdeunafaciesdiferente
de la del aceite encontrado en el pozo Bolívar-1
Pozo Bolívar-1
Enestepozoseanalizaron47muestrasderipiosdeperforaciónysidewallcores,yuna
muestra de aceite obtenida en un intervalo productor en la Formación La Luna? (Weber,
1990b).
Los resultados obtenidos de estas muestras fueron los siguientes:
• LasrocasconmejorpotencialgeneradorcorresponderíanalaFormaciónLaLuna?,aun-
que los resultados obtenidos de las muestras son bastante variables y la ubican con un
potencial marginal para generar gas y aceite.
• Losdatosdepirolisisdelosripiosdeperforaciónmuestranbajoscontenidosdemateria
orgánica (COT <1%) para la mayor parte del intervalo identificado como Formación La
Luna?, salvo dos excepciones, una a 3136 pies (2.15%) y el intervalo entre 3200 y 3300
pies que tuvo en promedio 1.4% de contenido de materia orgánica. Figura 6.
• Lasmuestras analizadas de la formaciónMonserrate, todas presentan contenidos de
materia orgánica menores a 1%. Figura 6.
• Enelcasode lasmuestrasde laFormaciónGuaduas, lasmuestraspresentanvalores
que varían entre 1 y 4% de contenido de materia orgánica. Sin embargo, los valores
relativamente altos de COT pueden estar influenciados por la presencia de carbones en
esta formación (Weber, 1990b). Figura 6.
19
proporción de esteranos C27 con respec-
to a los esteranos C29 y un relativamente
alto contenido de azufre (1.2%). Aunque
esto último puede estar influenciado por
la degradación del crudo.
• Laisomerizacióndelosesteranossugiere
que el aceite fue generado en una etapa
temprana de madurez de la roca fuente.
• Resultadosdelosanálisisgeoquímicosde
muestras de rezumaderos y afloramientos
Resultados del estudio realizado por
Cities Services (1983).En este estudio se analizaron 27 mues-
tras de afloramiento y 13 muestras de re-
zumaderos en un área del departamento de
Boyacá. Figura 8. Esta área es más exten-
sa que la del proyecto Soapaga, pero sus
muestras y resultados permiten establecer
continuidad procesos y características con
la zona de estudio.
Los resultados obtenidos en este estudio
son los siguientes:
• Deacuerdocon losanálisisde isótopos
de carbono, los aceites encontrados en
los rezumaderos estudiados correspon-
derían a una única familia de aceites los
cuales fueron generados a partir de una
roca madura con materia orgánica de ori-
gen marino. Figura 9.
• Losdatosdebiomarcadoressugierenla
existencia de tres familias de aceites, sin
embargo, no es claro si corresponden a
tres formaciones generadoras distintas o
a cambios en la facies generadora de una misma formación.
• Delasformacionesmuestreadasenesteestudio,solamentedos,Conejo?yChuruvita?,pare-
cen tener buenas características como rocas generadoras, y los extractos obtenidos a partir
de estas formaciones parecen correlacionar con las muestras de los rezumaderos Figura 10.
• Sinembargo,lapocacantidaddemuestrasdisponiblesparacorrelaciónsoninsuficientes
para establecer una fuerte relación genética entre los aceites y las posibles rocas genera-
doras (Cities Services, 1983).
Figura 8. Localización de las muestras del estudio de Cities Services (Tomada de Cities Services, 1983).
Figura 9a. Contenido de materia orgánica (Tomada de Cities Services, 1983).
Figura 9. Composición isotópica de las muestras analizadas (Tomada de Cities Services, 1983).
20
Resultados del estudio realizado por Petrobras (Mello, et al. 1995).En este estudio se analizaron 18 muestras de rezumaderos, los crudos de los pozos Corra-
les-1 y Bolívar-1 y 5 extractos de roca de las formaciones Churuvita? y Conejo?, en un área
del Departamento de Boyacá (figura 10). Esta área, al igual que la del estudio de Cities Ser-
vices (1983), es más extensa que la del proyecto Soapaga, pero sus muestras y resultados
permiten establecer continuidad de procesos y características con la zona de estudio.
Los resultados de este estudio son los siguientes:
• Seidentificandosfamiliasdehidrocarburos,Figura11,unaconstituidaporaceitesgene-
rados a partir de rocas de origen marino carbonático de ambiente nerítico, anóxico, con un
grado de madurez termal cercano al pico de generación.
• Loscrudosdeestafamiliacorrelacionan
con el aceite recuperado en el pozo Co-
rrales-1 y los extractos de la Formación
Churuvita.
• Lasegundafamiliacorrespondeacrudos
generados a partir de rocas de ambiente
marino siliciclástico, de ambiente neríti-
co, anóxico, con grado de madurez ter-
mal por encima del pico de generación.
• Estoscrudoscorrelacionanconelaceite
recuperado en el pozo Bolívar-1 y con los
extractos de la Formación Conejo.
• EnelsectordeSoapaga,todaslasmues-
tras presentan el mismo grado de evolu-
ción térmica, sugiriendo una profundidad
similar de la roca generadora cercana a
los 9500 pies.
• Sin embargo, la presencia de valores
normales de %Ro en la secuencia perfo-
rada en los pozos Corrales-1 y Bolívar-1,
permite mantener abierta la posibilidad
de una zona de generación activa en el
área (Mello et al., 1995).
• El aceite recuperado del pozo Bolívar-1
es alóctono y proviene de rocas de la
Formación Conejo de una profundidad
aproximada a los 7000 pies. Este aceite
presenta evidencias de corresponder a
una mezcla de dos pulsos de generación,
el primero de los cuales fue totalmente
biodegradado, y luego mezclado con otro
aceite de similar estado de evolución térmica, proveniente de la misma roca generadora,
siendo la mezcla sometida nuevamente a un nuevo proceso de biodegradación.
• Lasmuestras analizadas indican la presencia de tres sistemaspetrolíferos en el área
estudiada. Un sistema petrolífero Conejo?-Une, que se encuentra en el área de Tunja
asociado a una cocina de generación activa (Sinclinal de Tunja). Un segundo sistema
petrolífero, Churuvita?-Guadalupe, asociado a cocinas pasivas-activas ubicadas en los
extremos norte y sur de la Falla de Soapaga. Y el tercero, Conejo?-Guadalupe, asociado a
una cocina de generación activa-pasiva igualmente asociada a la Falla de Soapaga. Este
último sistema tendría una importancia secundaria en comparación a los otros dos, debi-
do a que el aceite encontrado en este sistema presenta un estado muy bajo de evolución
térmica.Figura 10. Localización de las muestras analizadas (Tomada de Mello et al, 1995).
Figura 11. Familias de hidrocarburos identificadas (Tomada de Mello et al., 1995).
21
Resultados del estudio realizado por
Corelab (1997) para Repsol.
En este estudio se analizaron 122 mues-
tras de afloramiento y rezumaderos en un
área del departamento de Boyacá (Bloque
Soapaga). Los resultados obtenidos en este
estudio son los siguientes:
• Las rocasde laFormaciónLaLunason
las principales generadoras. Estas ro-
cas presentan kerógenos tanto del tipo
II como del tipo III y consisten de ma-
nera predominante de materia orgánica
marina algal-bacterial. Las muestras
analizadas de esta formación obtenidas
en diferentes localidades alcanzaron
condiciones de inmadurez a madurez
temprana (0.47 a 0.78 %Ro). Figura 12.
• LasrocasdelaFormaciónGuaduasse-
rían una segunda roca generadora en el
área. Y contienen kerógenos de tipo II y
III derivados de materia orgánica terríge-
na?.Figura 12.
• Lasmuestrasanalizadasdeestaforma-
ción obtenidas en diferentes localidades
alcanzaron condiciones de madurez tem-
prana a pico de generación (0.5 a 1.14 % Ro).
• Lasrocasfuenteidentificadasexpuestasenlosafloramientosoencontradasenlospozos
Corrales-1 y Bolívar-1 fueron levantadas desde su máxima profundidad y como resultado
la generación de hidrocarburos ha sido suspendida.
• LasrocasgeneradorasdelasFormacionesLaLuna?yGuaduassóloestaríanactivaspara
generación de aceite en áreas profundas bajo algunos cabalgamientos.
• Los rezumaderos del BloqueSoapaga y los aceites de los pozosCorrales-1 yBolívar-1
fueron generados de rocas de la Formación La Luna? a una madurez entre 0.75 y 0.8 %Ro.
• TodoslosrezumaderosylosaceitesestánlocalizadosenlapartesuroccidentaldelBlo-
que Soapaga. Y sugieren la existencia de un sistema petrolífero asociado a la Formación
La Luna?
• ApesardequeunsistemapetrolíferoasociadoalaFormaciónLaLunapuedeserestable-
cido para el área, el volumen de aceite generado puede ser limitado, debido a un espesor
neto productor pequeño de buena calidad y a áreas relativamente pequeñas de cocinas
activas de generación esperadas por debajo de algunos cabalgamientos.
Antecedentes petrofisica
Revisada la información petrofísica presente en la información recopilada, se encontraron
los siguientes documentos:
Pozo Corrales-1
INTERPRETACIÓN PETROFÍSICA ZONAS CLASTICAS. OMEGA-AIP. Fecha indeterminada.
El informe está constituido por un registro compuesto estándar (correlación, resistividad,
porosidad, Netpay, saturación, gas, litología) con la interpretación petrofísica para sistemas
clásticos del pozo Corrales-1. la información de los parámetros utilizados no se encuentra
disponible, salvo, las elevaciones del pozo. El intervalo de la interpretación inicia a los 2100
pies con el tope de la Formación Picacho, y finaliza a los 4850 pies. Entre otros, se conside-
ran zona de interés los intervalos comprendidos entre: 2124-2138 en la Formación Picacho,
3826-3841, 4034-4049, pies en la Formación Cacho, los datos de porosidad efectiva pueden
ser leídos directamente del registro.
INTERPRETACIÓN SATURACIÓN DE AGUA Y POROSIDAD. ESSO –SOLAR. INFORME
GEOLÓGICO 3411. Agos. 1990. el informe esta constituido por un registro compuesto (GR-
SP, resisitividad LLD, Porosidad density, y Saturaciones %SW) y su correspondiente corridas
de datos, en el intervalo entre 2100 y -4100 pies.
WATER ANALYSIS FINAL REPORT.ESSO COLOMBIANA LTDA-WESTERN ATLAS CORE
LABORATORIES. ISN305. MAYO 1990. Este reporte muestra las determinaciones de con-
centraciones de calcio, magnesio, cloruros, carbonatos, bicarbonatos e hidroxidos de las
aguasdeformación,muestrasobtenidaspormetododeswabing,desdelasFormaciones
Cacho (4034’- (49’), 4036-(41’) , y Picacho (2426’ –(41’)). Figura 13.
Pozo Bolívar-1
ESSO COLOMBIA LIMITED. POZO BOLIVAR # 1. Interpretación del “CRA”. WESTERN
ATLAS. Nov. 1989. Este documento, contiene las corrida numéricas para los cálculos de
saturaciones (SW , Sxo) y de porosidades (efectiva, al agua, y en zona no invadida) en el
intervalo de 732’ a 3673’ . adicionalmente, posee un registro compuesto de datos de presión
durante la perforación y un registro de evaluación de la misma Figura 14.
PRELIMINARY LOG INTERPRETATION FAX. Nov. 1989. Este documento es un fax en cual
se entregan resultados preliminares de 2 pruebas realizadas a la formación denominada La
Luna Prueba 1 ( 2980-2990’) y (2954-2968’) y Prueba 2 (2890’-2918’) y (2918’ -2938’) se
presentan datos de volúmenes tomados indicando la falta de datos de presión en el momen-
to del análisis. También se entregan resultados a partir de los datos numéricos de registro
de pozos (no incluidos en el informe) pero mencionados. (Caliper, Gamma ray, Potencial
espontáneo, resistividades de inducción, resistividades dual laterolog, microlaterolog , po-
rosidad neutron ,delta t, densidad e índice fotoeléctrico. El intervalo del registro es de 700’
a 3700’).
INTERPRETACIÓN PETROFÍSICA ZONAS CLASTICAS. OMEGA.-AIP. Fecha indeterminada.
El informe está constituido por un registro compuesto estándar (correlación, resistividad,
Figura 12. Diagrama de Van Krevelen (Tomada de Corelab, 1997).
22
porosidad, Netpay, saturación, gas, litología) con la interpretación petrofísica para sistemas
clásticos del pozo Bolivar-1. la información de los parámetros utilizados no se encuentra
disponible, salvo, las elevaciones del pozo. El intervalo de la interpretación inicia a los 1714
pies cerca al tope de la Formación Arenisca Tierna, y finaliza a los 3700 pies en lo que se
considera Formación La Luna, entre otros, se consideran zona de interés los intervalos com-
prendidos entre 1750’-1780’ y 1816’ -1836’ en la Formación Arenisca Tierna, 2890’-2938’,
en la Formación La Luna, los datos de porosidad efectiva pueden ser leídos directamente
del registro.
Figura 13. Analisis de Agua de formación Pozo Corrales 1.
Figura 14. Drilling Data Pressure Log . Pozo Bolivar. Esso Colombiana Limitada
Figura 15. Analisis de Agua de formación Pozo Bolivar- 1.
INTERPRETACIÓN PETROFÍSICA ZONAS FRACTURADAS. OMEGA –AIP. Fecha indetermi-
nada. El informe está constituido por un registro compuesto para yacimientos fracturados
(correlación, resistividad, porosidad, Netpay, saturación, gas, litología, parámetros de frac-
turamiento) con la interpretación petrofísica para sistemas fracturados del pozo Bolivar-1. la
información de los parámetros utilizados no se encuentra disponible, salvo, las elevaciones
del pozo. El intervalo de la interpretación inicia a los 1710 pies cerca al tope de la formación
Arenisca Tierna, y finaliza a los 3700 pies en lo que se considera formación la luna, entre
otros, se consideran zona de interés para yacimientos fracturados con presencia de aceite
el intervalo comprendido entre 2890’ y 2938’, en la formación La luna.
WATER ANALYSIS FINAL REPORT POZO BOLIVAR-1.ESSO COLOMBIANA LTDA-WES-
TERN ATLAS CORE LABORATORIES. OCTUBRE 1989. Este reporte muestra las determina-
ciones de concentraciones de calcio, magnesio, cloruros, carbonatos bicarbonatos e hi-
droxidosdelasaguasdeformación,muestrasobtenidaspormetododeswabing,desdela
Formacion Arensica. Figura 15.
23
Cartografía del bloque soapagaLa cartografía geológica y topográfica que se tiene del área, se realizó en los años 1972 y
1973, con la fotointerpretación geológica de la zona correspondiente a varios cuadrángulos entre
ellos a los J-13 y J-12, con alguna revisión de campo. El trabajo fue consignado en las bases to-
pográficas del Instituto Geográfico Agustín Codazzi, las cuales pasaron a disposición del público
en 1973. Posteriormente, entre 1988 y 1993 se efectuó el levantamiento de las diferentes unida-
des litoestratigráficas, diferenciadas en los mapas y sus memorias se redactaron entre 1995 y
1997. En 1998 se realizó la revisión final tanto de las memorias como del mapa geológico.
Adicional a esta información, se utilizó la compilación de mapas del inventario de infor-
mación descargada en el EPIS, para la generación de algunas coberturas culturales de toda
el área. En cuanto a la geología, luego de la revisión de estudios anteriores, se tomó la deci-
sión de utilizar la versión de mapa geológico (sin publicar) propuesta por Andreas Kammer,
geólogo estructural del convenio.
MetodologíaPara la realización de cada uno de los mapas se han utilizado las aplicaciones ofrecidas
por los programas Oasis Montaj, Autodesk map 2004, ArcGis 9.2 y Geographix 2006 así:
• ReconocimientodeCoberturasoriginalesdelasplanchasaescala1:100000quecom-
prenden el bloque. (ArcGis 9.2)
• ExportacióndearchivosconloscamposnecesariosparasuvisualizaciónenelGeoAtlas
de Geographix.
• Generacióndelpolígonodeestudio
• Generacióndecoloresparacadaunadelasunidadesestratigráficasdelbloque,enrela-
ción con el espectro de colores establecido por INGEOMINAS.
• Generacióndecoberturasbásicasincluyendocarreteras,municipios,jurisdiccionesmu-
nicipales, curvas de nivel, redes de drenajes, entre otros, generando un mapa base para
el proyecto.
FisiografíaLa región de trabajo hace parte del altiplano Cundiboyacense, Montaña Santandereana y
Vertiente Oriental Andina según el Instituto Geográfico Agustín Codazzi (IGAC, 1985). Estas
regiones se caracterizan por presentar tierras planas, onduladas y escarpadas con profun-
dos cañones. En las tierras planas, con alturas entre 2.500 y 2.650 metros sobre el nivel
del mar (msnm) se encuentran localizadas las principales poblaciones como Sogamoso,
Belén, Santa Rosa de Viterbo y Floresta. Otras poblaciones como Paz de Río, Tasco, Socha
y Otengá se ubican en las zonas onduladas y valles de ríos. Las áreas escarpadas con caño-
nes profundos presentan alturas entre 2.500 y 4.000 msnm. En las coberturas utilizadas se
demarcaron los ríos principales, secundarios y quebradas principales.
La red de drenaje está conformada por ríos y quebradas, pertenecientes a las hoyas hidro-
gráficas de los ríos Magdalena y Orinoco. Los ríos y quebradas de la vertiente del Magdalena
corresponden a los ríos Soapaga, Chicamocha y quebradas afluentes. Los de la hoya del Orino-
24
km con puertos de embarque en Coveñas, Cartagena, Pozos Colorados y Buenaventura.
En vecindades a la zona de estudio se encuentran ubicados oleoductos, poliductos, com-
bustoleoductos, gasoductos y propanoductos. Conjuntamente con estaciones de bombeo,
y terminales. Teniendo en cuenta que en la parte sur del bloque se encuentra la zona de
Buenavista que en este momento se encuentra bajo contrato por parte de la operadora
U.T. Omega, el transporte de crudo del pozo Bolívar 1 y sus actividades dentro del área son
de carácter confidencial. Dentro de la zona de estudio no hay presencia de ninguna infra-
estructura petrolera, pero el departamento de Boyacá se encuentra atravesado por varias
infraestructuras, como se observa en la Figura 16.
Mapa de calidad sísmicaLa evaluación de la calidad de datos sísmicos fue realizada mediante una categorización
de la información en tres categorías: Buena, Regular y Mala, basados en el conocimiento y
experiencia de los integrantes del proyecto en la manipulación de este tipo de información.
Los mapas de calidad han sido representados mediante un mapa base, georeferenciado
dentro de las siguientes coordenadas MAGNA SIRGAS:
El objetivo del Mapa de Calidad, Figura 17, es aportar los mecanismos necesarios para
que los responsables de la interpretación y reprocesamiento sísmico de los diferentes pro-
gramas realizados dentro del área, puedan tener una visión global del estado tanto actual
como histórico de las mismas.
La visualización espacial de la calidad de información sísmica es primordial para poder
conocer si el bloque presenta una información apropiada que permita desarrollar los objeti-
vos esperados permitiendo definir estrategias óptimas de interpretación.
Descripción de la base de datos
La información utilizada para el procesamiento de los mapas de calidad consistió en for-
matos simples tabulados, especificando la ubicación georeferenciada de las líneas sísmicas
y calificación asignada por los evaluadores de la información, así:
En el procesamiento de datos se ha utilizado la serie de puntos a lo largo de las líneas
sísmicas, con los archivos de UKOOAS
PUNTO SOBRE LÍNEA COORDENADA ESTE (M)
COORDENADA NORTE (M) CALIDAD
Serie de Puntos (Shotpoints) 1135994.7 1127926.3 R
COORDENADAS MÍNIMO MÁXIMOEste (m) 1.065.000 1.170.000Norte (m) 1.080.000 1.185.000
co están constituidos por los tributarios de la
cuenca hidrográfica del río Cravo Sur.
En la región estudiada las temperaturas
oscilan entre 5° y 20°C, y corresponden a los
pisos térmicos frío y de páramo alto según
IGAC (1985). La vegetación en las regiones
planas de los valles de La Floresta, Sogamo-
so y Belén se caracteriza por la presencia de
eucaliptos, guargüerones, cultivos de maíz,
papa, trigo, legumbres y árboles frutales,
como peras, manzanas y grandes extensiones
con pastos para ganadería. Las regiones de
páramo con altas precipitaciones se caracte-
rizan por la presencia de frailejones y chugua,
mientras que los páramos con poca precipita-
ción, como el del Alto del Tíbet y El Doga, por
vegetación xerofítica de regiones semiáridas.
La precipitación pluviométrica en los valles es
de unos 800 mm anuales y en los páramos,
de 3.000 mm anuales (IGAC, 1985).
Teniendo en cuenta la parte ambiental,
dentro del bloque de estudio se encuentra
el Páramo de Pisba que ocupa una exten-
sión de 358.7 km2 al oriente del Bloque.
Todo esto se compila en la Figura 3.
Poblaciones y vías de comunicaciónEn la zona de estudio, las áreas urbanas se hallan localizadas, principalmente, en las
zonas planas correspondientes a los valles de los ríos Chicamocha, Soapaga y Busbanzá.
Además, existen otras poblaciones con un menor número de habitantes en las zonas urba-
nas y situadas en las áreas montañosas de la zona, algunas como Tópaga, Tasco, Socha y
Socotá. Estas poblaciones se hallan comunicadas por una red de carreteras, en su mayoría
pavimentadas, y comunicadas con las veredas y corregimientos mediante carreteables y
senderos, como se observará en las coberturas de la zona.
Utilizando cada una de las coberturas descritas anteriormente se realizó el mapa base del
bloque, Figura 3, sobre el cual se colocan cada uno de los mapas culturales necesarios para
la evaluación de la zona.
Infraestructura petroleraEl país cuenta con una red de oleoductos de 4.465 km con puertos de embarque en el
Caribe (Coveñas y Cartagena) y en Tumaco en el Pacífico. Y una red de Poliductos de 3.980
Tabla 2. Coordenadas mapa base del mapa de calidad
Tabla 3. Modelo Formatos evaluación información
Figura 16. Mapa de Infraestructura petrolera cercana al bloque de estudio.
25
CALIFICACIÓN BUENA REGULAR MALAValor Numérico 3 2 1
proporcionales, a partir de la siguiente tabla de valores:
Procesamiento de datos de Calidad sísmica
El procesamiento de datos se ha realizado a partir de datos tabulados en formato ASCII
de ubicación y calidad de puntos de líneas sísmica, utilizando las aplicaciones ofrecidas por
los programas Oasis Montaj, Autodesk map 2004 y Geographix, así:
• Asignacióndevaloresnuméricosparacadacategoríadecalidad.
• UtilizandolaherramientaSeisBasedeGeographix,cargarlascoordenadasdecadauno
de los puntos de las líneas sísmicas y darles el valor de elevación con los valores numé-
ricos asignados para calidad.
• Representaciónmediantemapasdepuntosdelaslíneassísmicas,creandounacobertura
desde SeisBase y representado espacialmente utilizando las aplicaciones de GeoAtlas.
• Generación de coberturas de puntos, con asignación de colores para representar las
categorías de calidad, así: Buena (verde), Regular (Amarillo) y Mala (rojo).
• Integracióndelascoberturasdecalidaddeinformaciónmedianteunmapabasegene-
rando los mapas de calidad de sísmica con sus respectivas convenciones y leyenda
explicativa.
Interpretación de mapas de calidad
La calidad predominante de la información sísmica se ubica entre regular y mala. Son
muy pocas las líneas sísmicas calificadas con buena calidad. La orientación del diseño de
los programas de líneas sísmica es adecuada, al presentar rumbos perpendiculares a las es-
tructuras geológicas regionales. Sin embargo, el procesamiento de datos ha sido deficiente,
generando líneas procesadas y migradas utilizando parámetros de proceso no apropiados,
lo que genera artificios tales como curvaturas en secciones migradas, lo que dificulta la
interpretación de las estructuras del subsuelo.
En las actividades inmediatas de este proyecto se contempla el reprocesamiento de lí-
neas sísmicas, utilizando parámetros de proceso más apropiados y controles en el procesa-
miento con mayor severidad técnica, con lo cual se pretende obtener secciones sísmicas
procesadas y migradas con una mayor resolución, que permita definir contrastes en la se-
cuencia estratigráfica y delineamiento de rasgos estructurales.
Tabla 4. Escala numérica para calificación de la información sísmica.
Figura 17. Mapa de ubicación líneas sísmicas con categorías de calidad: Buena (Verde), Regular (Amarillo) y Mala (Rojo), representada en coordenadas planas cartesianas MAGNA SIRGAS.
La información sísmica ha sido calificada como buena, regular o mala, y con el objeto
de poder procesar estas denominaciones se han asignado una valoración numérica a estas
clasificaciones para poder realizar procesos de representación mediante puntos y símbolos
26
Marco tectónicoEl Bloque Soapaga se ubica en la parte central de la Cordillera Oriental y presenta, como
rasgo particular, el basamento metamórfico y unidades del Paleozoico Superior a lo largo de
un alto estructural, el Macizo de Floresta. Este macizo termina en un cierre periclinal hacia
el valle transversal que une las ciudades de Duitama y Sogamoso y que esta drenado por el
Río Chicamocha. El Macizo de Floresta está separado por la depresión de Duitama-Belén del
Anticlinal de Arcabuco al W y por el valle del Río Chicamocha del Alto de Pisba al E.
Por su tren estructural SW-NE y su estilo de plegamiento, el Macizo de Floresta pertenece
al segmento intermedio de la Cordillera Oriental. Las fallas que afectan los flancos orientales
de los anticlinales de Arcabuco y Floresta giran, sin embargo, a unas decenas de kms más
al N hacia una dirección NNW-SSE, la cual corresponde a la de la Falla de Bucaramanga y
determina el tren estructural del Macizo de Santander.
Para estimar el potencial petrolífero de las unidades plegadas y falladas del área es opor-
tuno esbozar una evolución tectónica a nivel regional o de placas. Esta reseña provee, a la
vez, un marco general para la historia de levantamiento de la Cordillera Oriental.
Análisis regionalEntre los muchos aspectos para caracterizar la situación geológica del bloque escogemos
los siguientes puntos, todos relacionados con la geología del Macizo de Floresta:
1. El Macizo de Floresta se integra con sus secuencias metamórficas al basamento
metamórfico del Bloque Norandino.
El basamento metamórfico del Macizo de Floresta se compone mayoritariamente de fili-
tas denominadas Esquistos de Busbanzá, Filitas de Otengá y de Chuscales en la plancha
172 del INGEOMINAS y contiene, además, rocas ígneas leucocráticas que definen fajas
alargadas, subrayando el tren estructural del macizo. Entre estas últimas se encuentra el
Stock de Chuscales cerca de Floresta, para el cual Ulloa & Rodríguez (1982) obtuvieron
una edad Rb/Sr de 471+/-22 Ma en roca total. Las filitas pertenecen por sus minerales
metamórficos (porfiroblastos de cordierita y andalucita, y carencia de granate) a una
serie metamórfica de baja presión o de Abukuma y forman una contraparte al metamor-
fismo bárico de mediano a alto grado de la Formación Silgará del Macizo de Santander.
Litológicamente, sin embargo, existe una estrecha relación entre estos dos tipos de se-
cuencia. Para mármoles de esta última secuencia se propuso una correlación estratigrá-
fica por isótopos estables con sedimentos que se depositaron durante el Neoproterozoico
Tardío – Cámbrico inferior (Arenas, 2005).
2. Antes del Devoniano Superior el área de la futura cordillera fue sujeta a una erosion
regional y durante el Devoniano Superior a un evento de Rift de primer orden.
A diferencia de las partes occidentales del escudo de Guayana y del flanco oriental de la
Cordillera Central, el basamento de la cordillera está desprovisto de sedimentos del Pa-
leozoico inferior. Estos sedimentos definen como conjunto una secuencia de plataforma
que muestra de occidente a oriente sucesiones faciales más neríticas. En una época aún
poco definida (¿Silúrico?) esta secuencia fue erosionada en un área que coincide con
27
la extensión de la actual Cordillera Oriental. Posteriormente, un evento distensivo dio
lugar a una serie de grabenes los cuales fueron rellenados por sedimentos del Paleozoico
Superior. Es así que en el área del piedemonte se depositó el Grupo Farallones (Ulloa &
Rodríguez, 1979) y en el área del Macizo de Floresta la Formación Tibet (Mojica Villarroel,
1992).
3. Durante el desarrollo cretácico de la cuenca de tipo tras-arco el área del Macizo de
Floresta formó un alto topográfico
Con respecto a sus alrededores, la transgresión cretácica se retardó en el área constitui-
da hoy día por el Macizo de Floresta. Los sedimentos del Cretácico Inferior se presentan,
además, en espesores reducidos (Etayo et al., 1969; Fabre, 1985), definiendo un paleo-
alto.
4. Las fallas de Boyacá y Soapaga hacen parte de la terminación sur de la falla trans-
currente de Bucaramanga
La Falla de Bucaramanga termina en su extremo sur en una serie de fallas secundarias,
entre las cuales se destacan la Falla de Boyacá y la Falla de Soapaga. Una característica
de la Falla de Bucaramanga es su orientación oblicua frente a las extensiones o contrac-
ciones regionales, dando lugar a deformaciones transtensivas o transpresivas (Kammer,
2006). Con su orientación NNE-SSW las fallas de Boyacá y Soapaga se reactivaron,
sin embargo, como estructuras perpendiculares o paralelas a los esfuerzos principales
durante gran parte del Neógeno. Durante la fase andina (Mioceno Superior a Plioceno) se
invirtieron las cuencas de rift establecidas durante la atenuación continental, que prece-
dió la separación de las Américas en el Jurásico Medio (Colleta, et al., 1990).
5. La cuenca intramontana de Soapaga recibe aportes detríticos del Macizo de San-
tander a partir del Paleoceno.
Estudios sedimentológicos regionales muestran que los sedimentos de las formaciones
Socha Superior y Picacho en el área de estudio recibieron aportes líticos a partir del Eoce-
no Inferior, indicando una primera exhumación pre-Andina del Macizo de Floresta en el
Paleógeno. Estos aportes desvanecen en los sedimentos de la Formación Concentración
(Eoceno Superior a Oligoceno), presumiblemente por razones paleoclimáticas (López &
Bayona, 2007). Con esta evidencia de un macizo actuando como paleo-alto uno podría
postular la existencia de una cuenca de antepaís ubicado en el lugar del actual bloque
yacente de la Falla de Soapaga. Esta hipótesis debe oponerse a la de una cuenca de
antepaís extendida que abarcaría el área de la hoy Cordillera Oriental y de su piedemonte
oriental.
Límite de placasLa Cordillera Oriental se orienta con su rumbo de dirección SSW-NNE perpendicularmen-
te a la dirección de convergencia entre las placas de Caribe y de Suramerica, de manera que
su relación parece ligada al acercamiento de estas dos placas. Para explicar su origen se
presentan dos escenarios, entre los cuales se debería buscar una solución intermedia: 1) La
placa del Caribe no se presta para subducirse por su espesor cortical anómalamente grande
(alrededor de 20 kms); y 2) la Placa Caribe se subduce debido a la baja tasa de convergencia
con Suramerica, de acuerdo a las imágenes tomograficas obtenidas del borde continental
(Van der Hilst & Mann, 1994).
El primer escenario permite interpretar la Cordillera Oriental como producto de una coli-
sión desde el Mioceno, y de hecho cálculos preliminares (160 kms de acortamiento durante
un lapso de tiempo de 10 Ma) resultan en una tasa de convergencia de 1.6 cm por año, que
se compara con la tasa actual de 1.4 cm por año (Trenkamp et al., 2002). En el segundo
escenario no existe una razón para la existencia de un orógeno colisional, tal como lo repre-
senta la Cordillera Oriental. Una solución intermedia permite presuponer un acortamiento
horizontal menor para la formación de la Cordillera Oriental y extender el tiempo de conver-
gencia hacia el Paleógeno.
La Cordillera Oriental hace parte del Bloque Norandino, que se diferencia del escudo
por su basamento metasedimentario del Proterozoico y algunos núcleos del Grenveliano.
Respecto al escudo de Guayana forma la zona mas externa dentro de una compleja histo-
ria acrecional (Teixeira et al., 1989). El contraste geofísico (anomalías gravimétricas, por
ejemplo) con el escudo supone una discontinuidad cortical con el Bloque Andino, la cual se
ha asociado con la Falla de Guaicaramo. Por medio de mediciones de GPS (proyecto CASA;
Freymüller et al., 1993; Trenkamp et al., 2002) se sabe que el Bloque
Norandino se desplaza al NE a lo largo de suturas que comprenden las fallas de Pallatanga
– Algeciras - Borde Llanero – Boconó (Velandia et al., 2005).
Evolución tectónicaLa deformación y exhumación del Macizo de Floresta ha sido relacionada al desplazamiento
sinestral de la Falla de Bucaramanga, la cual termina en una estructura de cola de caballo
en la región del Departamento de Boyacá, con las fallas de Boyacá y Soapaga formando las
fallas más llamativas de este arreglo de fallas secundarias. El patrón de fallas subsidiarias y su
reactivación durante el Neógeno constituye, de hecho, uno de los argumentos de fondo para
reafirmar un desplazamiento sinestral para la Falla de Bucaramanga. Unidades transversales
a la Falla de Bucaramanga, que podrían servir de marcadores para estimar un desplazamiento
fiable, no se encuentran a lo largo del Macizo de Santander, y criterios para evaluar el desplaza-
miento sinestral se basaron principalmente en suposiciones geomorfológicas y correlaciones
de núcleos de pozo (Campbell, 1968). Ateniéndonos a un marco tectónico regional deberíamos,
sin embargo, suponer, que la Falla de Bucaramanga, como cualquier discontinuidad cortical,
registró una historia polifásica desde el inicio de su existencia. Estas fases deformativas de-
berían relacionarse más que todo a cambios en la configuración de las placas. A continuación
nos concentramos en unos eventos neurálgicos para la evolución de esta estructura regional
y la evolución de la Cordillera Oriental en general.
1. Desintegración de Pangea
Para este evento existen dataciones en rocas intrusivas básicas a intermedias que apun-
tan consistentemente hacia el límite del Triásico-Jurasico de 200 Ma, tanto en Colombia
(Macizo de Santander; Dörr, et al., 1995), como a nivel regional (May, 1971). A este
28
evento de rift inicial se pueden asociar las formaciones Girón del Macizo de Floresta y
Montebel-Rusia del Anticlinal de Arcabuco, las cuales fueron controladas por las fallas
de Soapaga y Boyacá. A diferencia de la Formación Girón de los alrededores de Bucara-
manga, estas formaciones son parcialmente volcanoclásticas. Otras formaciones volca-
noclásticas coetáneas se asocian a pequeños grabenes relacionados con fallas secunda-
rias, que se bifurcan de la Falla de Bucaramanga (“splay faults”) y limitan cuencas con
extensiones limitadas, como las que contienen los sedimentos de la Formación Bocas del
Jurásico Inferior. En esta época la Falla de Bucaramanga delimitó el Macizo de Santander
en su bloque yacente como estructura transtensional, acomodando un desplazamiento
normal-dextral.
2. Terminación de la cinemática divergente a finales del Paleoceno
La separación continental entre las Americas termina con la anomalía magnética A25
aproximadamente 57 Ma (Paleoceno Superior; Pindell et al., 2006). Desde entonces se
impone una convergencia entre las placas de Norteamérica-Caribe-Suramérica la cual se
mantiene hasta la actualidad. Evidencias para esta inversión de movimientos relativos se
manifiestan en una exhumación incipiente del Macizo de Floresta y su aporte de líticos a
los sedimentos de antepaís de una cuenca de retro-arco.
3. Inicio de una tectónica colisional a principios del Mioceno
El registro mas fehaciente del comienzo de una tectónica colisional queda consignado en
la desintegración de la Placa de Farallones y su división en las placas de Cocos y de Naz-
ca hace 23 Ma, o sea en el límite Oligoceno-Mioceno (Meschede & Barckhausen, 2000).
La exhumación de los altos estructurales de la Cordillera Oriental no fue suficiente, sin
embargo, para dejar una huella clara en los aportes detríticos de su cuenca de antepaís,
ya que los sedimentos de la Formación Concentración se reciclaron predominantemente
de materiales provenientes del escudo guayanés.
4. Exhumación masiva de los macizos intracontinentales a finales del Mioceno
Desde el Mioceno tardío se levantaron los bordes marginales de la Cordillera Oriental
y se formó una cuenca intramontana que coincide con la extensión del altiplano cundi-
boyacense. Con estos levantamientos la cuenca intramontana se aisló de las cuencas
marginales de la Cordillera. La erosión y sedimentación se restringió a abanicos que
rodearon altos estructurales, tales como se encuentran al W de Duitama (Formación Ti-
latá). En las cuencas de los piedemontes se acumulan secuencias aluviales que alcanzan
miles de metros de espesor.
5. Levantamiento regional de las Cordillera Oriental
Durante el Plioceno la Cordillera Oriental se levantó para adquirir su configuración mor-
fo-tectónica actual. Durante este levantamiento las cuencas de antepaís cesan con su
subsidencia, de manera que los productos erosivos de este levantamiento final se acu-
mularon en terrazas del Valle de Magdalena y de las llanuras del Río Meta. Al no disponer
de datos de AFTA del Macizo de Floresta, no es posible evaluar la actividad de las Fallas
de Soapaga y Boyacá para esta época y saber cuando ocurrió la exhumación final del
Macizo de Floresta.
29
Geología estructuralEn este capítulo se presentan y discuten los diferentes elementos estructurales que son
de interés para la exploración petrolera del bloque. Esta discusión se apoya en primera
instancia en la interpretación del mapa geológico de superficie y en varias secciones geo-
lógicas que se construyeron para tal fin. Debido a la poca densidad de las líneas sísmicas
y su desigual repartición en el área de interés, la geología de superficie provee informacio-
nes complementarias que son de vital importancia a las obtenidas por las exploraciones
geofísicas Haciendo esta reseña de los elementos estructurales perseguimos dos fines: 1)
Delinear las áreas prospectivas del bloque, y 2) proveer una base para la interpretación de
las líneas sísmicas.
Observaciones acerca de la base de datos para la reevaluación geológica de la superficie
La fuente de referencia para las interpretaciones de la geología de superficie son las
planchas 152 y 172 de escala 1:100.000 del INGEOMINAS, las cuales han sido igualmente
transpuestas al mapa base del informe “Cartografía Geológica, Cuenca Cordillera Orienta,
Sector Soapaga” (ANH & Geoestudios, 2006). Dicha compilación se limita a la parte cen-
tral del bloque enmarcada por las poblaciones de Santa Rosa – Corrales – Sativa Sur y la
vereda Llano Grande (carretera Belén –Susacón), omitiendo la parte oriental del bloque y
sus terminaciones norte y sur. Otros documentos relacionados a evaluaciones previas de
bloques ubicados dentro del área de interés son poco detallados en cuanto a la definición
de límites geológicos y no se utilizaron, por lo tanto, para extraer datos en la construcción
de perfiles. Los mapas del INGEOMINAS, por su parte, revelan las informaciones básicas,
pero deberían considerarse como documentos preliminares en áreas de mayor complejidad
estructural, por no definir contactos plegados y las fallas de manera adecuada. Por estas
razones decidimos involucrar en la presenta reevaluación bases cartográficas que se acu-
mularon durante varias prácticas de cartografía del Departamento de Geociencias durante la
primera parte de los años noventa y que se complementaron posteriormente por iniciativas
propias (Kammer, 1996).
De este modo, el mapa geológico incluido en este informe se basa esencialmente en la
geología de las planchas 152 y 172 e incluye, además, los trazos de falla y algunos ejes de
pliegue de reevaluaciones propias para facilitar la interpretación de las líneas sísmicas. En el
caso de no encontrar una coincidencia entre trazos de falla y límites geológicos correspon-
dientes, corregimos estos últimos para guardar una coherencia de la cartografía superficial.
Se decidió, además, colocar una propuesta cartográfica propia para la parte norte de la
cobertera sedimentaria al E de la Falla de Soapaga, con el fin de demostrar la probable
continuidad del Anticlinal de La Chapa – La Cuche, que se describirá más adelante como
estructura de alto interés
Las propuestas cartográficas propias elaboradas durante años anteriores se incluyen en
las Figuras 18 y 19 Estos mapas son documentos de trabajo que aun necesitan complemen-
tarse por cartografías detalladas hasta tener su forma definitiva.
30
Reseña de los elementos estructuralesLa Falla de Soapaga divide el bloque en dos partes, el área occidental exhibe una tectó-
nica de basamento controlada por fallas heredadas del Paleozoico Superior y del Jurasico
Inferior. La parte oriental está afectada por fallas y pliegues del Terciario, los cuales reflejan
como conjunto diferentes fases en la evolución andina.
A continuación discutiremos estos elementos, partiendo de la Falla de Soapaga.
Falla de Soapaga
Con su salto que supera los 5 Km. en la zona central del bloque, esta falla define una de
las discontinuidades de mayor importancia en la Cordillera Oriental. En las diferentes seccio-
nes transversales esta falla se presenta como plano único. A lo largo del tren estructural, sin
embargo, se produce un relevo entre dos planos de falla a la altura del municipio de Beteitiva
que implica una mayor reorganización del flanco oriental del Macizo de Floresta y hasta se
refleja en la organización de los pliegues terciarios en el área oriental del bloque. Figura 18.
Al S de este relevo el flanco oriental del Macizo de Floresta es sub-vertical y hace parte
de un pliegue que involucra el basamento del Macizo. Figura 20. En este dominio la falla
desplaza el flanco fuertemente inclinado y tiene un salto limitado. En superficie la falla con-
trapone la Formación Chipaque o Une contra sedimentos de la Formación Concentración.
Es de observar que en la plancha 172 del INGEOMINAS (1:100.000) se prolonga un ramal
de la Falla de Soapaga a lo largo del contacto Girón/Tibasosa, situación que no se sustenta
con observaciones directas.
En el sector septentrional de este relevo
de fallas el Macizo de Floresta cambia su
organización interna, exhibiendo una serie
de bloques delimitados por fallas normales
heredadas del Paleozoico Superior. Las uni-
dades sedimentarias que suprayacen estos
bloques buzan al E. Como conjunto estos
bloques definen un estilo en dominó y refle-
jan un evento extensivo pre-Andino. La Fa-
lla de Soapaga constituye la falla más orien-
tal de estos bloques y exhibe en su bloque
colgante un sinclinal menor que afecta el
basamento y sedimentos del Paleozoico al
Cretácico Inferior Figura 21.
En la zona de relevo interviene tanto el
plegamiento como la tectónica en bloques, y
las unidades del flanco oriental del macizo se
presentan en un estado intensamente alarga-
do. En brechas y filonitas de la misma falla se
observan fragmentos de las unidades cretá-
cicas que no alcanzan a aflorar en superficie,
pero que se arrastraron por movimientos rela-
tivos entre el basamento y su cobertera hasta
la superficie. Estas situaciones estructurales
contrastantes conllevan a definir por lo menos dos diferentes objetivos exploratorios, que com-
prenden a) plays intensamente fracturados del flanco invertido y b) plays de tipo sub-thrust.
a) Yacimientos fracturados en sedimentos invertidos del flanco oriental del Macizo de
Floresta.
Este tipo de yacimiento se deriva esencialmente de un pliegue con una vergencia hacia
el E y comprende los siguientes elementos:
• Unafallainversa(laFalladeSoapaga)queenuncasofavorablecontraponerocasimper-
meables del Cretaceo Inferior (Formación Tibasosa) contra unidades arenosas de diferen-
tes formaciones del subyacente.
• Areniscasverticalizadas,entrelascualessedestacanlaslitologíasdelaFormaciónUne
como objetivo exploratorio principal, ya que sus espesores alcanzan 100 m a 150 m en
la cercanía de la falla. Durante su basculamiento y su alargamiento todas las unidades
arenosas fueron sujetas a un fracturamiento por planos de cizalla, los cuales guían los
manaderos existentes en al área de Beteitiva (Q. Azufre).
Este tipo de play se limita a cuerpos poco extensos en el bloque yacente de la Falla de
Soapaga. Su restricción volumétrica podría compensarse, sin embargo, por el intenso frac-
turamiento sin-deformacional, que les proporciona un gran potencial de almacenamiento. En
Figura 18: Mapa de la parte central del bloque. Inmediatamente al W de Beteitiva se produce un relevo de la Falla de Soapaga, la cual delimita hacia el N basamento metamórfico contra sedimentos de la Formación Concentración y hacia el S sedimentos del Cretácico Inferior contra sedimentos de la Formación Concentración. Modificado de Kammer (1996).
Figura 19. Mapa geológico del bloque con la ubicación de los perfiles estructurales construidos para este informe. Base: Mapas del Atlas Geológico 1:100.000 del INGEOMINAS y cartografías no publicados de A. Kammer.
31
deberían estar inclinadas hacia el eje del Macizo de Floresta por el efecto de la flexión
que ejerció el basamento cabalgado sobre el bloque yacente. En la formación de trampas
interfieren otros factores, tales como acuñamientos estratigráficos o fallas menores no do-
cumentadas hasta el momento.
En la zona de relevo de falla, estos dos tipos de yacimiento se combinan.
Fallas y pliegues asociados a la parte interna del Macizo de Floresta
Las estructuras internas del Macizo de Floresta son el resultado de diferentes eventos
extensivos y compresivos. Las fallas heredadas influyeron marcadamente la evolución es-
tructural de la fase andina del Mioceno/Plioceno. Entre las fallas heredadas se destacan, en
primera instancia, fallas que se generaron durante un evento de rift del Paleozoico superior.
Estas fallas tienen longitudes de cientos de kilómetros y limitan secuencias clásticas de tipo
sin-rift con espesores de varios miles de metros, indicando así un orden de magnitud para
sus saltos verticales originales. En orden de importancia siguen fallas originadas durante
el evento de la separación continental del Triásico/Jurásico y de una fase de rift durante el
Neocomiano, que controló la sedimentación de las unidades por debajo de la Formación Une
y la cual se documenta en la restauración de los perfiles.
En el Macizo de Floresta el evento de rift del Paleozoico Superior dio origen a dos fallas
mayores, las dos delimitando un graben con una secuencia sin-rift eminentemente clástica del
Devónico Superior (Formación Tibet), que de S a N aumenta su espesor, alcanzando 2000 m en
la parte septentrional del área de estudio. Estas fallas se denominan Tutasá y Soiquía en la sec-
ción esquemática de la Figura 22. Ambas fallas controlaron el emplazamiento de un complejo
de intrusivos ácidos que arrojaron edades K-Ar de 471 Ma y 394 Ma (Ulloa y Rodriguez, 1982).
La falla de Soiquía delimita, además, la extensión de un bloque de basamento metamórfico de
mediano a alto grado, demostrando así un salto importante a nivel cortical.
En el dominio sur, los bloques delimitados por estas fallas están involucrados en un ple-
gamiento amplio, sin estar sujetos a desplazamientos relativos. En el dominio septentrional,
sin embargo, este plegamiento se sustituyó por una tectónica de bloques con fallas buzando
Figura 20: Perfil representativo del dominio sur de la Falla de Soapaga. En este tramo el Macizo de Floresta define un anticlinal amplio con una vergencia pronunciada al E por tener un flanco oriental sub-vertical. La Falla de Soapaga desplaza las unidades mesozoicas y terciarias del flanco oriental. Perfil construido por las lineas ANH-05 12 y PDR-89 22.
Figura 21. Perfil representativo del dominio norte de la Falla de Soapaga. En esta parte el Macizo de Floresta está disecado por una serie de fallas del Paleozoico Superior. Los bloque están recubiertos por sedimentos con inclinaciones hacia el E y definen, como conjunto, una estructura en dominó. Perfil construido por las líneas ANH-05 22 y PDR-88 16.
Figura 22. Perfil transversal generalizado a través del basamento de los anticlinales de Floresta y Arcabuco-Guantiva, efectuando una restauración con respecto al tope de los sedimentos jurásicos de las formaciones Girón-Montebel.
este respecto vale estudiar las fracturas y relacionarlas al caudal del crudo pesado que se
observa en manaderos del flanco vertical a invertido del Macizo de Floresta, como uno que
se encuentra al W de Beteitiva (Quebrada Azufre).
b) Yacimientos de tipo sub-thrust
En los plays ubicados por debajo de la Falla de Soapaga las unidades almacenadores
32
al W, las cuales implican saltos de 1000 m o más entre sedimentos paleozoicos y jurásicos,
ambos medianamente inclinados hacia el E, Figura 22. La configuración de estos bloques
refleja una tectónica en dominó y fue posiblemente acentuada durante un evento extensivo
del Paleógeno. Con su inclinación hacia el W estas fallas deberían haberse reactivado duran-
te el acortamiento del Neógeno, impidiendo así la formación de un pliegue mayor.
La configuración de las fallas del evento de rift del Jurásico temprano define un patrón
más sencillo por constituirse de solamente dos fallas, las fallas de Soapaga y Boyacá, am-
bas buzando al W, Figura 22. Por la falta de conocimiento de las relaciones estratigráficas
pre-cretácicas en los bloques yacentes no es posible afirmar, si estas fallas se crearon por
la reactivación de fallas del Paleozoico Superior o si ellas representan estructuras indepen-
dientes. En el segmento sur es evidente, que las fallas Paleozoicas al W de las fallas de Soa-
paga y Boyacá no se reactivaron durante el evento distensivo del Triásico tardío/Jurásico
temprano, dando pie a la hipótesis, que esas dos fallas no implicaron ninguna reactivación
de estructuras pre-existentes.
En lo que se refiere a la extensión de plays de tipo sub-thrust surge la pregunta de si la Falla
de Soapaga corta o no las fallas heredadas. En un caso afirmativo, la Falla de Soapaga debería
decapitar las estructuras pre-existentes y representar una falla “fuera de secuencia” para el
evento compresivo del Neógeno. Para la construcción de los perfiles descartamos tal interfe-
rencia entre la Falla de Soapaga y las fallas más internas del macizo, proponiendo un escenario
de una extensión limitada de los sedimentos del bloque yacente por debajo del macizo.
Esta interpretación es desfavorable frente a la exploración de un play mayor de tipo sub-
thrust, pero se ciñe al estilo estructural de una tectónica en bloques.
Pliegues y Fallas al E de la Falla de Soapaga
En el área al E de la Falla de Soapaga prevalece un plegamiento abierto, que afecta
unidades del Cretácico Superior y Terciario Inferior, implicando un relieve topográfico y es-
tructural menor (Figura 18). Al E del bloque el relieve topográfico se hace, sin embargo, más
importante. En el valle longitudinal del Río Cravo Sur gran parte de la columna cretácica está
expuesta, comprendiendo las formaciones del Grupo Guadalupe hasta los shales basales del
Cretácico inferior (Formación Macanal). Este hecho fue usado para determinar la variación
de espesores de las unidades cretácicas en la restauración de los perfiles (véase la discu-
sión de los perfiles más adelante).
La orientación y la amplitud de los pliegues se relacionan a la cercanía de la Falla de
Soapaga: Los anticlinales contiguos a la falla exhiben una mayor amplitud y se distinguen
por su rumbo paralelo a esta misma estructura. Estas relaciones apuntan hacia un cierto
control del Macizo en el plegamiento de su antepaís oriental, sugiriendo que la Falla de
Soapaga se activó tempranamente durante la fase andina y actuó como contrafuerte
(“backstop”) durante el evento compresivo del Mioceno/Plioceno. Pliegues más orienta-
les representan estructuras poco continuas y abiertas. Ellos se desvían del tren estruc-
tural impuesto por la Falla de Soapaga en un sentido anti-horario, marcando un rumbo
aproximadamente N-S.
Esta parte oriental del bloque está afectada por un conjunto de fallas normales de direc-
ción SW-NE que se evidencia principalmente en las mesas al N y S de Tasco. Estas fallas
representan un fenómeno bien conocido para la minería del carbón y del hierro oolítico de
Paz de Río y se inclinan en su mayoría hacia el NW..
Estas fallas tienen su representación hasta en fracturas menores de afloramientos aisla-
dos y son anteriores con respecto a la deformación compresiva del Neógeno. Estas relacio-
nes temporales se deducen por sus reactivaciones como fallas inversas.
A medida que dichas fallas normales se aproximan a la Falla de Soapaga invierten su
desplazamiento (Kammer, 1996), demostrando que la zona aledaña a la Falla de Soapaga su-
frió una contracción particularmente intensa. Estas fallas podrían eventualmente entrampar
hidrocarburos, especialmente en las mesetas uniformemente inclinadas cerca de Tasco.
No disponemos, sin embargo, de observaciones de discontinuidades de reflectores sis-
micos que informen acerca de la continuidad de las fallas hacia las profundidades de unida-
des prospectivas, como la Formación Une.
Con respecto a la prospectividad de los anticlinales en la parte oriental del bloque se
imponen dos preguntas de un particular interés: 1) ¿Los pliegues se asocian a fallas restrin-
gidas a la cobertera o afectan de manera uniforme también al basamento?; y 2) ¿Existen
altos estructurales que definen prospectos en formas de domo y, en caso afirmativo, como
se ubican estos altos con respecto al marco regional?
Un anticlinal fallado se observa solamente en la terminación septentrional del Anticlinal
de Tasco (Figura 18 y Figura 23). Esta situación coincide, sin embargo, con la región inten-
samente deformada del relevo de la Falla de Soapaga. Aparte de este caso no se observan
fallas relacionadas a pliegues y visto que el basamento del Macizo de Floresta esta afectado
por un acortamiento interno, que se traduce en las unidades metapelíticas por la presencia
de un clivaje y en las unidades Paleozoicas por fósiles deformados, nos inclinamos a asumir
que el basamento al E de la Falla de Soapaga también podría haberse deformado.
De esta manera es concebible presumir que los pliegues de esta área no se relacionan
a un estilo de “piel delgada”, sino que afectan igualmente al basamento. Con su geometría
parada los prospectos deberían encontrarse por debajo de las charnelas que afloran en
superficie. En lo que se refiere a la ubicación de los pliegues más promisorios para fines
exploratorios nos apoyamos en dos criterios:
1. Los pliegues de mayor amplitud y de mayor continuidad son los que se encuentran in-
mediatamente al E de la Falla de Soapaga. De hecho existen dos trenes de pliegue en el
área del bloque, los cuales se relevan al SE de Paz de Río por un salto dextral. Estos son
el Anticlinal de Tasco al S y el Anticlinal de La Chapa – La Cuche al N (Figura 24). El relevo
de estos anticlinales coincide con el de los dos trazos de la Falla de Soapaga.
2. Los trenes de pliegue en mención presentan en áreas de mayor deformación cúpulas o
domos alargados que se prestan para definir prospectos.
Para el Anticlinal de Tasco el núcleo de un domo alargado se manifiesta cerca del área de
relevo de la Falla de Soapaga al SE de Tasco y expone la parte superior de la Formación
Chipaque (Figura 18). Además de formar una estructura bastante estrecha, este An-
33
Por ser más alejados de la Falla de Soapaga
ellos presentan amplitudes menores, pero
carecen de flancos fallados.
Secciones estructuralesEn este párrafo presentamos y discutimos
8 secciones estructurales, cuya localización
se indica en la Figura 19. Estas secciones se
construyeron en lo posible a lo largo de líneas
sísmicas. Ellas fueron elegidas de acuerdo
a su representatividad dentro del marco es-
tructural general, su longitud (la mayoría de
ellas se construyeron a lo largo de líneas
sísmicas compuestas) y la disponibilidad de
pozos. Para su construcción utilizamos las ba-
ses cartográficas del Prof. Andreas Kammer,
algunos datos estructurales de los informes
de la ANH e INGEOMINAS. Las coordenadas
correspondientes a su ubicación, así como las
líneas sísmicas de referencia y los valores de
acortamientos para los bloques al E de la Falla
de Soapaga están compilados en la Tabla 5.
Las extensiones longitudinales de estas
secciones sobrepasan, por lo regular, los
puntos finales de las líneas sísmicas. Estas prolongaciones se hicieron con el fin de ubicar la
Falla de Boyacá al W y de definir los espesores de las unidades cretácicas al E del bloque,
tal y como se presentan en las laderas del valle del Río Cravo Sur. Solamente la Sección
Corrales – Sta. Rosa desvía de la línea de referencia (Figura 28) en su terminación oriental
aproximadamente 1 Km. hacia el S. Este trayecto se escogió en vista de la alta densidad de
datos geológicos que prevalecen en esta área.
Para cada sección se evaluó de manera independiente los datos básicos de superficie
(límites geológicos, datos de buzamiento) para determinar los espesores y las inclinaciones
de las unidades. Con este procedimiento se logró definir variaciones de los espesores entre
ciertos puntos de referencia del bloque al E de la Falla de Soapaga.
Después de haber construido las secciones, se procedió a desplegarlos por un simple ba-
lanceo de líneas, observando, sin embargo, las variaciones de espesor para cada unidad. Este
balanceo se aplicó solamente al bloque oriental de la Falla de Soapaga, ya que el control de
espesores en el flanco occidental del Anticlinal de Floresta es muy rudimentario. En cuanto a
la geometría inicial de las unidades del bloque restaurado se observa un engrosamiento de las
formaciones cretácicas hacia el E para las secciones del dominio sur del Macizo de Floresta.
Como apreciación preliminar se propone, que las unidades se acuñan aún más hacia el eje del
ticlinal presenta, como rasgo desfavorable para su exploración, la terminación fallada
mencionada arriba (Figuras 18 y 23). Esta falla coincide con el plano axial del pliegue y
puede representar un rasgo tardío en la evolución estructural. El Anticlinal de La Chapa
– La Cuche al N de Paz del Río exhibe, por su lado, dos culminaciones axiales, entre las
cuales la primera se ubica sobre el Río Chicamocha al NE de Paz del Río y la segunda en
la vereda de La Cuche al E de Sativa Sur (Figura 24).
Figura 23. Sección vertical por las líneas sísmicas de ANH-05_18 y SOA-94_102 y su equivalente restaurado (bloque oriental de la Falla de Soapaga).
Cada una de estas culminaciones se relaciona a un cambio direccional de la Falla de Soapa-
ga, que define un entrante hacia el Macizo de Floresta. En el caso del Anticlinal de la Chapa
el entrante se localiza en el valle del Río Minas a la altura del caserío de Concentración,
lugar en donde la Falla de Soapaga cambia su rumbo de N 25º E a N 55º E. La culminación
de la vereda La Cuche se relaciona a un cambio direccional en donde la falla, después de
haber definido un promontorio entre Paz de Río y Sativaviejo, retoma una dirección de N
45º E. Estas relaciones tienen un interés en cuanto a la interpretación de estos pliegues, ya
que afirma la hipótesis de que el Macizo de Floresta actuó como contrafuerte o “backstop”
durante la fase andina. Al avanzar hacia el bloque yacente se estableció un flujo de material
desde los promontorios hacia los entrantes del bloque colgante relativamente rígido, produ-
ciéndose altos estructurales o domos por el exceso de la masa rocosa “blanda”, que fluye
hacia los entrantes del bloque relativamente rígido o “indenter”..
3. Hacia el límite oriental del bloque se presentan dos anticlinales menores que muestran
estructuras en domo. Se trata del Anticlinal de Bisbita localizado al W de Paz de Río
(Figura 24) y del Anticlinal de Socotá, que se ubica inmediatamente al S de Socotá.
Figura 24. Mapa geológico del bloque. Areas prospectivas relacionadas a trampas estructurales ubicadas al E de la Falla de Soapaga: a) Anticlinal de Tasco b) Anticlinal de La Chapa – La Cuche c) Anticlinal de Bisbita d) Anticlinal de Socota.
34
Anticlinal de Arcabuco – Guantiva, alcanzando espesores mínimos en la zona de bisagra de
esta estructura regional. Las tasas de acortamiento varían alrededor de un 10%, aumentándo-
se hacia los pliegues contiguos a la Falla de Soapaga. Estas relaciones se confirman para la
sección de Sta - Rosa – Corrales (Figura 28) que muestra un acortamiento elevado de un 20%
involucrando solamente el Anticlinal de Tasco en el bloque oriental de la Falla de Soapaga.
Sección vertical por la línea sísmica LA-94_01 (Figura 25)
Esta sección contiene el pozo Bolivar-1, en el cual se perforaron las unidades del Pa-
leógeno hasta Cretácico superior del Anticlinal de Tasco. Los espesores de las unidades
perforadas son aparentes, ya que el pozo se ubica en un flanco occidental moderadamente
inclinado del anticlinal, cuyo eje coincide con el Río Chicamocha al S de Punte Reyes Patria
(desvío de la carretera a Gámeza). Los datos utilizados para proyectar las unidades encon-
tradas en el pozo se presentan en la Tabla 6.
POZO BOLIVAR X Y ELEV EMR GUADUAS ARENISCA
TIERNA
LOS PINOS, “LUNA”
PF
Localización 1135709 1130033
Topes (pies) 8360 8375 8375 1724 2880 3700Topes (m) 2548 2553 2553 525 878 1128Espesores 352 250
Tabla 6. Datos del Pozo Bolívar. – PF: Profundidad final del pozo; la Formación Arenisca Tierna pertenece a la parte superior, las formaciones Los Pinos y “La Luna” a la parte inferior del Grupo Guadalupe.
A continuación se detallarán estos aspectos para cada sección.
En esta sección el Anticlinal de Tasco apenas se individualiza y puede considerarse como
estructura anexa a un anticlinal más oriental, el de Monguí. Las unidades del Grupo Gua-
dalupe mantienen espesores constantes. La Formación Guaduas, sin embargo, triplica su
espesor desde el Sinclinal de Mongua hasta el Anticlinal de Tasco de 190 m a 615 m.
Sección vertical por la línea sísmica PDR-88_04 (Figura 26)
En esta sección las unidades invertidas del flanco oriental del Anticlinal de Floresta al-
canzan un mayor espesor y se ponen en contacto con la secuencia arenosa de la Formación
LINEAS SÍSMICAS LOCALIDAD INICIO TERMINACIÓN LONGITUD ACORTAMIENTO BLOQUE ORIENAL
ANH OTRA e n e n (m) l’ (m) lo (m) e=(l’-lo)/lo (%)
LA-94_01 Pozo Bolivar 1.128.000 1.136.000 1.150.000 1.119.000 27.750 18.935 20.714 -8,6 PDR-88_04 Pozo Corrales 1.132.540 1.134.785 1.152.200 1.120.000 28.335 25.813 28.050 -8,0ANH-05_12* PDR-89_22* Sta Rosa 1.119.926 1.146.137 1.141.370 1.137.370 23.155 6.258 8.038 -22,1ANH-05_14 PDR-88_06 Q. Buntía 1.120.000 1.147.750 1.164.000 1.132.450 46.440 29.002 32.292 -10,2ANH-05_18 SOA-94_102T Q. Divaquía 1.120.000 1.153.100 1.168.000 1.143.800 48.650 27.755 30.855 -10.0ANH-05_22 PDR-88_16 Socotá 1.133.000 1.168.650 1.168.000 1.156.675 36.850 20.968 22.695 -7,6ANH-05_24 SOA-94_106 Sativa 1.135.000 1.169.000 1.168.000 1.163.750 33.200 19.698 21.990 -10,4 SOA-94_108 Jerico 1.135.000 1.177.400 1.168.000 1.170.800 35.550 16.179 18.062 -10,4
Tabla 5. Datos para las secciones estructurales. Con excepción a la sección de Sta. Rosa, todas las líneas construyeron paralelamente a las líneas sísmicas de referencia. Nótese que las secciones exceden las extensiones de las líneas sísmicas. Estas extrapolaciones se hicieron para obtener los espesores de las unidades cretácicas al E del bloque y para ubicar la Falla de Boyacá en la terminación occidental de las secciones. Acerca de los datos que indican acortamientos para el bloque yacente de la Falla de Soapaga: l’ es lo longitud actual de la línea estructural, lo es la longitud del estado retrodeformado de la respectiva línea, y e=(l’-lo)/lo*100 es el porcentaje del acortamiento calculado para cada línea.
Concentración a través de la Falla de Soapaga. La inclinación de estos últimos estratos,
así como de las formaciones Socha y Picacho está controlada por el Pozo Corrales. De
acuerdo a la plancha 172 del mapa geológico del INGEOMINAS dicho pozo se ubica en la
Formación Une y alcanzaría parte de la Formación Chipaque, para después atravesar la Falla
de Soapaga y continuar en los estratos normales del Paleógeno (Formaciones Concentra-
ción a Guaduas). El registro del pozo muestra, sin embargo, ninguna evidencia de haber
atravesado la Formación Une y tomando en cuenta esta relación, concluimos que el pozo
su ubicó inmediatamente al W de la Falla de Soapaga (Figura 27) en los sedimentos de la
Formación Concentración. Estas relaciones deberían verificarse, sin embargo, en una futura
reevaluación cartográfica.
El Anticlinal de Monguí se presenta también en esta sección con una mayor amplitud. Un
balanceo de las unidades al E de la Falla de Soapaga muestra el acuñamiento de las unidades
hacia el W. Restaurando el tope de la Formación Guadalupe a una posición horizontal, se
Figura 25. Seccion vertical por la línea sísmica LA – 94_01 con el pozo Bolivar y su equivalente restaurado.
35
obtiene una inclinación de 2º para el tope de la Formación Une, y una inclinación de hasta 5º
para la base de la columna cretácica.
Sección vertical por un trayecto aproximado a las líneas sísmicas de ANH-05_12 y
de PDR-89_22 (Figura 28)
Esta sección refleja la geometría del Macizo de Floresta en su segmento sur, la cual
se caracteriza por una amplia cresta y un flanco oriental fuertemente inclinado. La falla
paleozoica de Soiquía se ubica en la misma área de cresta y no existen indicios para su
reactivación. La Falla de Tutasá, además de mostrar el salto que controló la sedimentación
de la Formación Tibet, representa, sin embargo, el sitio de un plegamiento abierto en su
bloque colgante. La Falla de Soapaga desplaza el flanco oriental del Anticlinal de Floresta,
delimitando en superficie unidades invertidas del Cretáceo contra estratos normales de la
Formación Concentración. El Anticlinal de Tasco adquiere en esta sección una mayor ampli-
tud. En superficie se evidencia un engrosamiento fuerte de la Formación Guaduas de E a W
a lo largo de los flancos del Anticlinal de Tasco.
Sección vertical por las líneas sísmicas de ANH-05_14 y PDR-89_06 (Figura 29)
La sección siguiente une los municipios de Corrales y Sta Rosa y se caracteriza por los
elementos estructurales ya identificados anteriormente. Aquí los pliegues ligados a la Falla de
Figura 26. Seccion vertical por la línea sísmica PDR 88 _ 04 y su equivalente restaurado (Bloque oriental de la Falla de Soapaga).
Tutasá son más acentuados, mientras que
el Anticlinal de Tasco mantiene una forma
parecida. Esta sección se extendió hasta las
laderas del valle del Río Cravo Sur y permite,
por lo tanto, examinar el acuñamiento de las
unidades cretácicas hacia el W. En la sección
restaurada el tope de la Formación Une ad-
quiere una actitud casi horizontal, mientras
que la base de los sedimentos cretácicos
está inclinada alrededor de 5º hacia el E.
Sección vertical por las líneas sísmicas
de ANH-05_18 y SOA-94_102 (Figura 23)
Esta sección comprende las estructuras del área transicional del Macizo de Floresta que
delimita el sector sur plegado del dominio norte fallado. En esta sección la Falla de Soiquía
se reactivó, dando lugar a un mayor desplazamiento normal. El graben Paleozoico limitado
por las fallas de Soiquía y Tutasá está afectado por un plegamiento abierto en la cercanía de
sus bordes. El bloque yacente de la Falla de Soapaga está forzado en un plegamiento casi
isoclinal. Las unidades cretácicas del flanco occidental de este pliegue están afectadas por
un fuerte adelgazamiento tectónico.
En su plano axial el Anticlinal de Tasco está cortado por una falla.
Más al E se aprecian las unidades levemente inclinadas hacia el W, que conforman las me-
setas del área al N de Tasco y que se componen en la superficie por formaciones del Paleógeno.
Estas unidades están disectadas por fallas normales con desplazamientos sintéticos. Hacia la
terminación oriental de la sección estas unidades están afectadas por pliegues amplios. El plie-
gue que termina las mesetas levemente inclinadas hacia el W es el Anticlinal de Bisbita, al que
atribuimos un cierto potencial prospectivo por ubicarse en la culminación de una megaestructura
que se resalta en la sección y por formar una culminación por su doble cabeceo hacia el N y el
S (Figura 28). En la sección restaurada el tope de la Formación Une se inclina 1º y la base de la
secuencia cretácica 4º hacia el E, tomando como referencia el tope del Grupo Guadalupe.
Sección vertical por las líneas sísmicas de ANH-05_22 y PDR-88_16 (Figura 30)
Entre el intervalo que separa la anterior y la sección actual, coincidiendo con el corte
del Río Minas, el Macizo de Floresta se reorganiza y se presenta de aquí en adelante como
un conjunto de bloques fallados. En la sección se aprecian dos bloques en disposición de
dominó con un buzamiento fuerte hacia el W. El bloque yacente de la Falla de Soapaga está
afectado por una serie de pliegues, entre los cuales se destaca el Anticlinal de La Cuche. Al
E de este anticlinal se destaca el Anticlinal de Socotá que exhibe una continuidad restringida
paralela al tren estructural, pero el cual, por su doble cabeceo, define un domo alargado con
potencial prospectivo. Para la restauración del bloque oriental de la Falla de Soapaga no dis-
ponemos de datos para constreñir los espesores de las unidades cretácicas. Apoyándonos
Pozo Corrales
0 m
1000 m
2000 m
3000 m
4000 m
-1 km
-2 km
0 m
1000 m
2000 m
3000 m
4000 m
-1 km
-2 km
Figura 27. Detalle de la parte W del perfil PDR 88_04 con el pozo Corrales. Uniendo el trazo de la Falla de Soapaga en superficie con una discontinuidad litológica a 925` de profundidad (referencia: mesa rotatoria) se obtiene un buzamiento de 40° para el plano de esa falla.
36
en los datos de superficie no es evidente
un acuñamiento de las unidades cretácicas
hacia el W.
Sección vertical por las líneas sísmicas
de ANH-05_24 y SOA-94_106 (Figura 31)
En lo que se refiere a la organización in-
terna del Macizo de Floresta, esta sección
se parece a la anterior. El Anticlinal de La
Cuche se corta en esta sección a una dis-
tancia de 2 Kms. al S de su culminación.
Para un determinado límite litológico se
puede definir una amplitud, que correspon-
de a un desnivel estructural entre una línea
tangencial, la cual une los sinclinales ad-
yacentes, y la cresta de la estructura. Esta
amplitud tiene alrededor de 1100m para el
tope de la Formación Une, pero se reduce
a alrededor de 500m para el Anticlinal de
Socotá, que se reconoce aún en esta sec-
ción mas al W.
Sección vertical por las líneas sísmicas
de SOA-94_108 (Figura 32)
En la presente sección el Macizo se
divide en dos bloques con buzamientos
opuestos. El bloque occidental expone las
unidades del Cretácico basal y provee, por
lo tanto, un control en cuanto a sus espesores. Con respecto al tope horizontalizado del Gru-
po Guadalupe el tope de la Formación Une se inclina 1º y la base de la secuencia cretácica
3º hacia el E. El Anticlinal de La Cuche se presenta aquí a una distancia de 5 Kms. al N de su
culminación con una amplitud bastante reducida.
Comparación entre líneas sísmicas de referencia y secciones estructurales
En este aparte se presentan unos comentarios referentes a la interpretación de las líneas
sísmicas y de las extrapolaciones de la geología de superficie en las secciones verticales.
Ambas interpretaciones estructurales tienen su propia fuente de datos y deberían comple-
mentarse mutuamente. En ciertos casos al no encontrar patrones de reflectores consisten-
tes, nos apoyamos en las secciones estructurales, para llegar a una coincidencia con los da-
tos geológicos de superficie. Una incertidumbre inherente tanto a la interpretación sísmica
como a las construcciones estructurales se refiere a la extrapolación de los pliegues hacia
las profundidades intermedias de las unidades cretácicas, ya que para estas se identifican
solamente reflectores esporádicos en las líneas sísmicas. Las extrapolaciones de estas uni-
dades en las secciones estructurales se basan, a su vez, en extrapolaciones de espesores
medidos entre las unidades fuertemente deformadas del flanco oriental del Anticlinal de
Floresta y las unidades poco deformadas de las laderas del valle del Río Cravo Sur, que
muestran espesores mayores por depositarse en un depocentro de la cuenca cretácica.
Perfil La 94_01 (Figura 33)
En la sección de tiempo de la línea La 94_01 se observan reflectores correspondientes a
las formaciones Une y Tibasosa de muy poca inclinación, que contrasta con el buzamiento
intermedio de las unidades en superficie. En la parte oriental del perfil, se distinguen re-
flectores de la cobertera sedimentaria por debajo de la Falla de Soapaga, de acuerdo a la
construcción estructural. En esta terminación la línea sísmica denota una falla inversa con
vergencia occidental, seguida de una estructura sinclinal limitada en su flanco oriental por
una falla inversa, con vergencia al occidente. Estas fallas no son coincidentes con el perfil
estructural, pero las estructuras, que estas provocan, tratan de asimilar la forma presentada
en el perfil realizado.
Comparación entre la Línea PDR – 1988 – 04 y la sección de Corrales (Figura 34)
Esta línea representa la parte central del perfil realizado. En esta se observa la Falla de
Soapaga, coincidente con la falla planteada por el perfil. Hacia la parte occidental se tiene
una mala correspondencia en cuanto a las inclinaciones de las capas tanto en la sísmica
Figura 28. Sección vertical por un trayecto aproximado a las líneas sísmicas de ANH-05_12 y PDR-89_22 y su equivalente restaurado (bloque oriental de la Falla de Soapaga).
Figura 29. Sección vertical por las líneas sísmicas de ANH-05_14 y PDR-89_06 y su equivalente restaurado (bloque oriental de la Falla de Soapaga).
37
Figura 30. Sección vertical por las líneas sísmicas de ANH-05_22 y PDR-88_16 y su equivalente restaurado (bloque oriental de la Falla de Soapaga).
donde tiene un buzamiento suave, como en el perfil donde los buzamientos son muy altos.
Esto se puede atribuir al procesamiento, debido a que los datos de campo respaldan que
estos sean muy inclinados. Hacia la parte oriental de la Falla de Soapaga, se observa una
estructura sinclinal amplia, la cual es coincidente entre el perfil y la línea sísmica, pero con
la diferencia de que en la línea sísmica se observa una discontinuidad, que se puede inter-
pretar como una falla de retrocabalgamiento con poco desplazamiento. Mas hacia el oriente,
se observa en el perfil una falla que corta una estructura anticlinal, posterior al sinclinal
descrito anteriormente. Esta falla inversa es coincidente con la vista en la interpretación
sísmica. Seguida de esta falla, se encuentra una estructura sinclinal, la cual es cortada por
una falla inversa con vergencia occidental, que se observa tanto en el perfil como en la línea
sísmica. Posteriormente en el perfil las capas se mantienen continuas mientras que en la
línea se identifica otra falla con vergencia al
occidente, la cual se encuentra dentro del
sinclinal anteriormente mencionado.
Comparación entre las Líneas ANH
– 2005-14 y PDR -1988 – 06– 14 y la
sección estructural de la Quebrada
Buntia (Figura 35)
Parte A: Línea ANH – 2005 – 14
Esta línea define la parte occidental del
perfil realizado. En esta se observa una
buena coincidencia de las capas con las
realizadas en el perfil estructural. Poseen
buzamientos similares y concordancia en
la posición. En la sísmica se ve marcada
una falla inversa con vergencia occidental
que es coincidente con la realizada en el
perfil estructural en esta posición. La Falla
de Soapaga, y una anterior a esta, ambas
inversas, son coincidentes con el perfil
en la ubicación, aunque sus ángulos son
diferentes. En el bloque que se encuentra
entre la falla Soapaga y la falla inversa
anterior con su misma vergencia, el buza-
miento de los reflectores de las capas que
se siguen en la sísmica, no son coincidentes con los realizados en el perfil. En la parte
mas oriental de la línea sísmica, y casi en el centro del perfil estructural, se observan las
capas, formando un sinclinal amplio, el cual es coincidente con el perfil estructural en esta
zona, la cual termina en un flanco de un anticlinal, que se observa bien definido hacia el
final de la línea sísma.
Parte B. Línea PDR -1988 – 06
Esta línea representa la parte más oriental del perfil realizado. En ella se observa como
los horizontes marcados en la parte más oriental, no coinciden con los ángulos que se
tienen en el perfil estructural realizado. Esta discrepancia se explica por la inclinación de
las capas en esta zona, lo cual hace que se interprete el ruido como reflectores. Posterior-
mente, hacia el oriente, se observa la Falla de Soapaga, que es coincidente con la descrita
por el perfil estructural. Seguido de esta se encuentra una estructura sinclinal, seguida de
un anticlinal, que se observan claramente en las líneas sísmicas y que son coincidentes
con las realizadas en el perfil estructural. Seguido de estas estructuras, se presenta un
sinclinal, el cual en la sísmica es cortado por una falla inversa con vergencia al occiden-
Figura 32. Sección vertical por las líneas sísmicas de SOA-94_108 y su equivalente restaurado (bloque oriental de la Falla de Soapaga).
38
te, que no es dibujada en el perfil. Mas al
oriente, saliendo de esta estructura sincli-
nal, se observa el flanco occidental de un
anticlinal, que se mantiene continuo hasta
que es cortado en su flanco oriental por
una falla inversa de vergencia oriental, la
cual se observa coincidente en el perfil
estructural. El la parte final de la línea, se
observa una estructura monoclinal, que es
coincidente con el flanco occidental de un
anticlinal dibujado en el perfil.
Comparación entre las Líneas ANH –
2005-18 y SO-1994-102 y la sección
estructural Quebrada Divaquía (Figura 36)
Parte A: Línea ANH 2005 -18.
En la línea sísmica se observan algunas
características coincidentes, más que todo
en la parte más oriental. La interpretación
de una zona sinclinal apretada se efectuó
de acuerdo a los datos de superficie, de-
bido a que no hay una buena definición de
reflectores en esta zona, especialmente en al flanco occidental del sinclinal, donde las capas
son muy inclinadas. Hacia la parte occidental de la Falla de Soapaga, se observa una falla
asociada, que no se encuentra en la interpretación estructural, y que se define muy bien en
la sísmica debido a un cambio en el patrón de reflectores en este sector de la línea. El buza-
miento de las capas coincide con el de la interpretación estructural, así como una segunda
falla que involucra este.
Parte B: Línea SO-1994-102
La parte más oriental del perfil está cubierta por esta línea, la cual en su parte más occiden-
tal, se muestra coincidente con el perfil estructural, hay coincidencia de los reflectores con
la estructura sinclinal. Se observa, a su vez, una falla inversa con vergencia occidental tanto
en el perfil estructural como en la línea sísmica. Avanzando hacia el Oriente, se observa un
conjunto de tres fallas en el perfil estructural, que no son observadas por la sísmica, debido
a la continuidad de los reflectores. Finalmente en la parte mas oriental del perfil se distingue
una primera estructura anticlinal, que se aprecia claramente en la línea sísmica, y que muestra
buena concordancia con el perfil. La segunda estructura anticlinal, es una estructura más sua-
ve, que es también coincidente con la sísmica. Para terminar, al oriente de la línea se observa
una falla inversa con vergencia occidental, que no se encuentra en el perfil estructural, ya que
este en su parte más oriental es continuo en sus capas sedimentarias.
Figura 31. Sección vertical por las líneas sísmicas de ANH-05_24 y SOA-94_106 y su equivalente restaurado (bloque oriental de la Falla de Soapaga).
Comparación entre las Líneas ANH – 2005-22 y SO PDR – 1988 – 16 y la sección
estructural Socotá (Figura 37)
Parte A: Línea ANH – 2005 – 22
Esta línea representa la parte más occidental del perfil estructural realizado. En esta línea se
observan, de occidente a oriente, tres fallas importantes, de las cuales dos son coincidentes
con el perfil realizado. La tercera no coincidente es la que se encuentra inmediatamente antes
de la Falla de Soapaga. En esta línea la coincidencia del buzamiento de los reflectores y de los
horizontes es buena, y se observan formando un flanco de una estructura sinclinal al final de la
línea sísmica, el cual coincide con lo observado en el perfil estructural realizado.
Parte B: Línea PDR – 1988 – 16
En esta línea se observan las partes central y oriental del perfil realizado. La interpretación
de esta línea difiere del perfil estructural en la parte más occidental. Al occidente de la línea
Figura 32. Sección vertical por las líneas sísmicas de SOA-94_108 y su equivalente restaurado (bloque oriental de la Falla de Soapaga).
39
se muestra la Falla de Soapaga seguida de capas sedimentarias, que formarían un flanco de
una estructura anticlinal, el cual es cortado por una falla inversa con vergencia oriental que
no es dibujada en el perfil. Seguido se encuentran las capas de la cobertera sedimentaria
poco deformadas, que son coincidentes con el perfil estructural realizado, para finalizar con
un anticlinal, el cual en las líneas sísmicas se traza un poco forzado para respetar los datos
de la geología de superficie. Este anticlinal es observado a su vez en el perfil estructural
realizado.
Comparación entre las Líneas ANH – 2005-24 y SOA-94-106 y la sección estructural
Sativa (Figura 38)
Parte A. Línea ANH 2005-24
En la parte Occidental, de esta línea, se observa la coincidencia en el buzamiento de las
capas que corresponden al basamento sedimentario, hasta la Falla de Soapaga, así como
una falla que se encuentra inmediatamente antes de la de Soapaga. Posteriormente, se ob-
servan los estratos sedimentarios con características similares tanto en el perfil estructural,
como en la línea, sísmica. En esta línea en general, se observa una buena coincidencia tanto
de los reflectores interpretados, como de los perfiles estructurales realizados.
Parte B. Línea SOA-94-106
Esta línea representa la parte más Oriental del perfil realizado. Se encuentran coincidentes,
las estructuras al occidente de esta línea, con las mostradas en el perfil estructural, tanto la
Falla de Soapaga, como la falla inmediatamente anterior, así como las capas sedimentarias en
esta zona. Al pasar la Falla de Soapaga de occidente a oriente, la sísmica muestra una buena
coincidencia de los reflectores sedimentarios que se encuentran formando el flanco occidental
de una estructura anticlinal, que es coincidente con el perfil estructural, pero que en la sísmica se
Figura 33. Comparación entre línea sísmica LA-94_01 (a) y la sección vertical por el Pozo Bolívar al S de Corrales (b).
Figura 34. Comparación entre línea sísmica PDR-1988-04 y la sección vertical de Corrales.
40
muestra fallado, en comparación al perfil donde este aparece continuo. Siguiendo hacia el Orien-
te, la estructura anticlinal se ve definida por los reflectores aunque, con un poco de ruido hacia
el eje de esta, pero que mantiene su continuidad. Esta estructura anticlinal, es coincidente con la
mostrada en el perfil estructural, y mantiene coincidencia hasta el final de una estructura sinclinal
bien definida, que también se observa en el perfil donde la línea sísmica finaliza.
Comparación entre las Líneas ANH – 2005-24 y SOA-94-108b y la sección estructural
Jericó (Figura 39)
Línea SOA – 94 – 108b
Esta línea representa la parte oriental del perfil realizado. En esta se puede observar la
coincidencia en el ángulo de trazo de la falla así como alguna coincidencia en los horizontes
trazados que corresponden a las Formaciones. Une y Tibasosa en cuanto a su ubicación y
buzamiento. En la línea se muestran trazadas tres fallas, dos de ellas, más al oriente de la Falla
de Soapaga, las cuales no se dibujan en el perfil estructural realizado y que se encuentran
afectando las capas sedimentarias, al oriente de la Falla de Soapaga.
En la parte más oriental de la línea se describe una estructura anticlinal que se encuentra
coincidente con el perfil realizado, pero que al final de su flanco más oriental, es cortado por
una falla inversa con vergencia al occidente, que no es dibujada en el perfil estructural. La línea
sísmica se presenta como de regular calidad y con mucho ruido en algunos sectores, así como
“vacios” de información los cuales pueden afectar la interpretación sísmica.
Métodos potencialesA continuación se describen las labores de compilación, procesamiento e interpretación
de datos gravimétricos del Bloque Soapaga y áreas circundantes, disponibles en la base de
datos del Mapa Gravimétrico de Colombia (Figura 40; Esquivel, et al., 1998). Se realizó la
compilación de estaciones de gravimetría contenidas dentro de las siguientes coordenadas
planas con origen en el Observatorio Nacional de Bogota:
Perfil Quebrada Buntia
Qfg
Qg
E2E3c
E2p
E1as
Qal
Qc
E1ars
K2E1g
K2at
K2lp
K2p
K2c
K1u
K1t
Jg
Jl r
Df
Dt
Cc
pDsch
pEefb
Dcs
pEob
pDso
Ocs
L E Y E NDA
N 1147750E 1120000
N 1132450E 1164000
Línea ANH-2005-14 Línea PDR-1988-060 0
500 500
1000 1000
1500 1500
2000 2000
2500 2500
3000 3000
3500 3500
4000 4000
4500 4500
5000 5000
5500 5500
6000 6000
6500 6500
Amplitude
0.000
0.000
0.000
0.000
0.000
0.000
ShotCMP
ShotCMP
8080809081008110812081308140815081608170818081908200821082208230824082508260827082808290830083108320833083408350836083708380839084008410842084308440845084608470848084908500851085208530854085508560857085808590860086108620863086408650866086708680869087008710872087308740875087608770878087908800881088208830884088508860887088808890890089108920893089408950896089708980899090009010902090309040905090609070908090909100911091209130914091509160917091809190920092109220923092409250926092709280929093009310932093309340935093609370938093909400941094209430944094509460947094809490950095109520953095409550956095709580959096009610962096309640965096609670968096909700971097209730974097509760977097809790980098109820983098409850986098709880989099009910992099309940995099609970998099901000010010100201003010040100501006010070
ANH2005-ANH SP 2005 01 PDR88-PDR 88 06
0 0
500 500
1000 1000
1500 1500
2000 2000
2500 2500
3000 3000
3500 3500
4000 4000
4500 4500
5000 5000
5500 5500
6000 6000
6500 6500
Amplitude
ShotCMP
ShotCMP
0 02142140000000000000000000000000000000000000000000000000 0
2632630000000000000000000000000000000000000000000000000 0
3123120000000000000000000000000000000000000000000000000 0
3613610000000000000000000000000000000000000000000000000 0
4104100000000000000000000000000000000000000000000000000 0
4594590000000000000000000000000000000000000000000000000 0
5085080000000000000000000000000000000000000000000000000 0
5575570000000000000000000000000000000000000000000000000 0
6066060000000000000000000000000000000000000000000000000 0
6556550000000000000000000000000000000000000000000000000 0
7047040000000000000000000000000000000000000000000000000 0
7537530000000000000000000000000000000000000000000000000 0
8028020000000000000000000000000000000000000000000000000 0
8518510000000000000000000000000000000000000000000000000 0
9009000000000000000000000000000000000000000000000000000 0
9499490000000000000000000000000000000000000000000000000 0
9989980000000000000000000000000000000000000000000000000 0
104710470000000000000000000000000000000000000000000000000 0
109610960000000000000000000000000000000000000000000000000 0
114511450000000000000000000000000000000000000000000000000 0
119411940000000000000000000000000000000000000000000000000 0
124312430000000000000000000000000000000000000000000000000 0
129212920000000000000000000000000000000000000000000000000 0
134113410000000000000000000000000000000000000000000000000 0
139013900000000000000000000000000000000000000000000000000 0
143914390000000000000000000000000000000000000000000000000 0
148814880000000000000000000000000000000000000000000000000 0
153715370000000000000000000000000000000000000000000000000 0
158615860000000000000000000000000000000000000000000000000 0
163516350000000000000000000000000000000000000000000000000 0
168416840000000000000000000000000000000000000000000000000 0
1733173300000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000
ANH2005-ANH SP 2005 14
Figura 35. Comparación entre líneas sísmicas ANH-05_14 y PDR-88_06 y la sección vertical de la Quebrada Buntía.
Figura 36. Comparación entre líneas sísmicas de ANH-05_18 y SOA-94_102 (a) y la sección vertical de la Quebrada Divaquía (b).
COORDENADAS MÍNIMO MÁXIMO
Este 1`065.000 1`170.000
Norte 1`080.000 1`185.000
Tabla 7. Coordenadas para la compilación de informacion.
Los resultados de búsqueda proporcionaron un total de 1119 estaciones distribuidas a
lo largo de vías de acceso y líneas sísmicas (Figura 41), de las cuáles se obtuvieron los
siguientes campos de información (Anexo 5):
• CoordenadaEste(m)
• CoordenadaNorte(m)
• Longitud(grados)
• Latitud(grados)
• Altura(m)
• Anomalíadeairelibre(mGals)
• AnomalíadeBouguersimple(mGals)
• AnomalíadeBouguertotal(mGals
41
Descripción de la base de datos
Los datos compilados de gravimetría han sido obtenidos mediante procesos de estan-
darización desarrollados para producir el mapa gravimétrico de Colombia (INGEOMINAS,
1998). Esta información incluye:
Georeferenciación
La ubicación de las estaciones de gravimetría está georeferenciada mediante coordenadas
planas Este y Norte, en metros, con respecto al origen (1’000.000, 1’000.000) del Observatorio
Nacional de Bogota. Complementariamente, se proporciona la posición coordenadas geográfi-
cas de longitud y latitud, la altura está dada en metros con respecto al nivel del mar.
Las anomalías gravimétricas han sido analizadas teniendo en cuenta sus consideraciones téc-
nicas (Kearey y Brooks, 1984; Telford y Geldart 1990; Turcotte y Schubert, 2002; Watts, 2001):
N 1 1 6 8 6 5 0
Línea ANH-2005-220 0
500 500
1000 1000
1500 1500
2000 2000
2500 2500
3000 3000
3500 3500
4000 4000
4500 4500
5000 5000
5500 5500
6000 6000
6500 6500
Amplitude
ShotCMP
ShotCMP
053704370337 0237 0837 0737 0637 074706470547 044703470247 014700470937 0947 0847 025701570057 7530 095708570757 065705570457 7600 036702670167 0567 0467 047703770277 017700770967 086707670667 0777 0677 0577 068705870487 038702870187 008709770877 0887 0787 019700970987 7920 089707970697 059704970397 7990 020801080008 0408 0308 031802180118 001809080808 070806080508 0618 0518 0418 08180718 8190 052804280328 022801280028 0728 0628 003809280828 8310 073806380538 043803380238 8380 014800480938 0348 0248 025801580058 094808480748 064805480448 0558 0458 0358 07580658 8580 046803680268 016800680958 0668 0568 08680768 0078 0968 067805780478 037802780178 8770 09780878 0288 0188 0088 019800980988 088807880688 058804880388 0498 0398 0298 06980598 8970 030902090109 000909980898 9040
Línea PDR-1988-160 0
500 500
1000 1000
1500 1500
2000 2000
2500 2500
3000 3000
3500 3500
4000 4000
4500 4500
5000 5000
5500 5500
6000 6000
6500 6500
Amplitude
0.0
00
0.0
00
0.0
00
0.0
00
0.0
00
ShotCMP
ShotCMP
031 031021 021011 011 140 081071 071061 061051 051041 180 072 072062 062052 052042 042032 032022 022012 012002 002091 091 280 023013 013003 003092 092082 320 063053 053043 043033 033 360 044 044034 034024 024014 014004 004093 093083 083073 073 450450 460 005094 094084 084074 074064 500 035025 025015 015 530 540540 085 085075 075065 065055 055 590 026 026016 016006 006095 630 076066 066056 056046 046036 670 096 096086 086
Figura 37. Comparación entre las líneas sísmicas de ANH-05_22 y PDR-88_16 y la sección vertical de Socotá.
Figura 38. Comparación entre líneas sísmicas ANH-05_24 y SOA-94_106 (a) y la sección vertical de Sátiva (b).
Anomalía de Aire Libre
La corrección de Aire Libre se aplica debido a que las estaciones de gravimetría tienen
diferentes elevaciones y corrige el decrecimiento de la gravedad con la altura, resultante de
unincrementodeladistanciadesdeelcentrodelatierra,deacuerdoconlaLeydeNewton.
Esta corrección es positiva por encima del datum utilizado, en este caso, la elevación sobre
el nivel del mar. La Anomalía de Aire Libre remueve la corrección por latitud y calcula la
elevación de la estación por encima del esferoide.
AAL =GObs – Gt + (0.308596 x Se)
Donde
AAL Anomalía de Aire Libre, en miligales
Gobs Gravedad Observada, en miligales
Gt Corrección por Latitud
Se Elevación de la estación, en metros
42
En la base de datos consultada no se tuvo acceso a los valores de gravedad observada
y corrección por latitud.
Anomalía Simple de Bouguer
La corrección de Bouguer tiene en cuenta el efecto gravitacional de las rocas presentes
entre el punto de observación y el datum. Esta corrección remueve este efecto, considerando
las rocas por debajo del punto de medida, como una capa horizontal, con un espesor igual a la
elevación del punto de observación sobre el datum y asignando un valor de densidad, que en
este caso ha sido 2.67 gm/cm3, considerado como el valor promedio para la corteza terrestre.
Esta anomalía es sustraída, ya que la roca presente entre el punto de observación y el datum
presenta una atracción adicional. La corrección de Bouguer asume que el terreno alrededor del
punto de medida es plano. La Anomalía Simple de Bouguer (ASB) corrige la anomalía de Aire
Libre por efecto de la masa de roca existente entre la elevación de la estación y el esferoide.
ABS =AAL – (0.0419088 x Bd x Se)
Donde:
ABS Anomalía de Bouguer, en miligales
AAL Anomalía de Aire Libre, en miligales
Bd Densidad de roca de Bouguer, en gr/cc3
Se Elevación de la estación
Figura40. Mapa de ubicación de estaciones de la Red Gravimétrica Nacional, representada en coordenadas planas cartesianas con origen (1`000.000, 1`000.000) en el observatorio Nacional de Bogotá.
Figura 39 . Comparación entre líneas sísmicas de SOA-94_108 y la sección vertical de Jericó.
43
Anomalía Total de Bouguer
La corrección por efecto del terreno se realiza con el fin de considerar las irregularidades
en el terreno presentes en las vecindades del punto de medida. Esta corrección es siempre
positiva. Un relieve positivo en las vecindades de un punto de medición ejerce una atracción
adicional hacia arriba, causando que la gravedad disminuya. Esta atracción es eliminada
mediante una corrección positiva de terreno. Para el caso de relieves negativos, en vecinda-
des del sitio de medida, se ha asumido que estas depresiones no existen en la corrección de
Bouguer, que asume una capa plana de extensión infinita, por lo tanto se ha sobre corregido
el efecto de masas de roca, que no existe completamente, por lo tanto se debe corregir esta
sobreestimación mediante una corrección positiva de terreno.
ABT = BA + TC
Donde
ABT Anomalía de Bouguer total, en miligales
ABS Anomalía de Bouguer, en miligales
TC Correcciones por efectos del terreno, en miligales
La información compilada se organizó en
un archivo en formato ASCII tabulado, con
los siguientes campos
• CoordenadaEste,enmetros(Gauss)
• CoordenadaNorte,enmetros(Gauss)
• Cortadealturasobreelniveldelmar,en
metros
• Númerodeestación
• AnomalíadeAirelibre,enmiligales
• AnomalíasimpledeBouguer,enmiligales
• AnomalíatotaldeBouguer,enmiligales.
Procesamiento de Datos Gravimétricos
El procesamiento de datos ha consis-
tido en la realización de mapas de los
campos de información anteriormente
referidos mediante el programa Geosoft
Oasis Montaj. A partir de esta informa-
ción se han obtenido mapas temáticos
de ubicación de estaciones geofísicas
(Figura 41), Modelo digital del terreno
a partir de la altura de las estaciones
gravimétricas (Figura 42), Anomalía de
Aire Libre (Figura 43), Anomalía Simple
de Bouguer (Figura 44), Anomalía Total
de Bouguer (Figura 45). A partir de los
valores de anomalía total de Bouguer se realizó un procesamiento complementario ob-
teniendo mapas de anomalías gravimétricas residuales (Figura 46) y soluciones Euler
de profundidad (Figura 47).
Para cada uno de los mapas se realizo el siguiente procesamiento:
• Ubicacióndeestacionesgravimétricas.
Figura 41. Mapa de ubicación de estaciones de la Red Gravimétrica Nacional en el Bloque Soapaga y áreas circundantes, representadas en coordenadas planas cartesianas con origen (1`000.000, 1`000.000) en el observatorio Nacional de Bogotá.
Figura 42. Mapa del modelo digital del terreno obtenido a partir de los valores de altura de estaciones gravimétricas del Bloque Soapaga y áreas circundantes, incluyendo contornos de altura y barra de colores. Referenciado en coordenadas planas cartesianas con origen (1`000.000, 1`000.000) en el observatorio Nacional de Bogotá.
44
• Calculoestadísticodevalormáximo,mínimo,promedioydesviaciónestándardeltotal
de datos puntuales de altura, Anomalía de Aire Libre, Anomalía Simple de Bouguer y
Anomalía Total de Bouguer.
• Interpolaciónlinealdedatospuntualesutilizandounradiodecoberturasuficienteobte-
niendo una grilla de información completa para el área
• Representacióndelainformacióndelagrillamediantedefinicióndeuntamañodecelda
único y asignación de una escala de colores, con su respectiva barra de colores explica-
tiva
• Generacióndeunmapadecontornosparacadaunodelosmapastemáticos,paraapoyar
la representación de valores de la grilla
• Integracióndeinformacióndedatospuntuales,grilladevaloresycontornosgenerando
mapas temáticos representados sobre un mapa base único
Interpretación Cualitativa de Datos Gravimétricos
En esta fase se describen los mapas temáticos procesados, en términos de áreas
y formas de las anomalías geofísicas obtenidas. La interpretación de las anomalías de
campos potenciales debe tener en cuen-
ta que no hay una solución única. Una
anomalía gravimétrica puede ser causa-
da por un número ilimitado de posibles
fuentes (Reeves, 1991)
Modelo Digital del terreno
A partir de los valores georeferencia-
dos de altura de las estaciones de gravi-
metría se realizo un proceso de interpola-
ción lineal, obteniendo un modelo digital
del terreno representado mediante escala
de colores (Figura 42), en donde los va-
lores más altos se representan con tonos
rojos, las partes más bajas con tonos
azules y valores intermedios se represen-
tan mediante tonos verdes y amarillos.
Las alturas interpoladas varían entre 626
m y 3926 m. Aunque hay información
topográfica más detallada del área de es-
tudio, el objetivo de este modelo digital
del terreno es establecer la influencia del
relieve en las estaciones gravimétricas.
Se observa una tendencia Noreste en la
distribución intercalada de altos y bajos
topográficos, delimitando altos y depre-
siones elongadas.
El modelo digital del terreno permite inferir una continuidad en las formaciones geoló-
gicas con orientación Noreste-Suroeste y una mayor alternancia de unidades litológicas
en dirección Noroeste-Sureste. Con base en la información topográfica es fundamental
establecer correcciones por efecto del terreno de las anomalías gravimétricas.
ADVERTENCIA: El procesamiento de información ha realizado la interpolación de infor-
mación a partir de un número limitado de datos puntuales, utilizando un radio de bús-
queda para la interpolación de varias decenas de kilómetros, por lo que se recomienda
tener en cuenta la ubicación de estos datos puntuales en el análisis de anomalías de
cada mapa temático.
Figura 43. Mapa Anomalías gravimétricas de Aire Libre obtenidas a partir de los valores puntuales de anomalías de aire libre del Bloque Soapaga y áreas circundantes, incluyendo contornos de isovalores de anomalías de aire libre, en miligales y barra de colores. Referenciado en coordenadas planas cartesianas con origen (1`000.000, 1`000.000) en el observatorio Nacional de Bogotá.
Figura 44. Mapa Anomalías gravimétricas simples de Bouguer obtenidas a partir de los valores puntuales de anomalías simples de Bouguer del Bloque Soapaga y áreas circundantes, incluyendo contornos de isovalores de anomalías simple de Bouguer, en miligales y barra de colores. Referenciado en coordenadas planas cartesianas con origen (1’000.000, 1’000.000) en el observatorio Nacional de Bogotá.
45
Mapa de Anomalía de Aire Libre
A partir de los valores georeferenciados
de Anomalía de Aire Libre se realizó un pro-
ceso de interpolación lineal, obteniendo el
mapa de Anomalías de Aire Libre en mGals,
representado mediante escala de colores
(Figura 43), con valores entre -5 mGals y
336 mGals, donde las anomalías positivas
de aire libre se representan con tonos rojos,
las anomalías negativas con tonos azules y
los valores intermedios se representan me-
diante tonos verdes y amarillos. El mapa de
Anomalías de Aire Libre esta directamente
correlacionado con los datos del modelo di-
gital del terreno, manteniendo la tendencia
Noreste en la distribución intercalada de
altos y bajos de Anomalía de Aire Libre,
asociados a los altos y bajos topográficos.
Mapa de Anomalía Simple de Bouguer
A partir de los valores georeferencia-
dos de Anomalía Simple de Bouguer se
realizo un proceso de interpolación lineal,
obteniendo el mapa de Anomalía Simple
de Bouguer, representado mediante escala
de colores (Figura 44), con valores entre -133 mGals y -43 mGals, donde las anomalías
positivas de Bouguer (menos negativas) se representan con tonos rojos, las anomalías ne-
gativas de Bouguer con tonos azules y los valores intermedios se representan mediante
tonos verdes y amarillos. El mapa de anomalías simple de Bouguer delimita claramente una
anomalía negativa en la parte central del bloque Soapaga, infiriendo la presencia de rocas
de baja densidad asociadas con la presencia de subcuencas sedimentarias dentro del área
de estudio. También se presenta otra subcuenca en el sector más Noroccidental del Bloque
Soapaga. Estas anomalías mantienen la orientación Noreste – Suroeste evidenciada en los
mapas anteriores
Mapa de Anomalía Total de Bouguer
A partir de los valores georeferenciados de anomalía de Bouguer total se realizó un
proceso de interpolación lineal, obteniendo el mapa de anomalías de Bouguer total, re-
presentado mediante escala de colores (Figura 45), con un rango de valores entre -138
mGals y -42 mGals, donde las anomalías positivas de Bouguer (menos negativas) se
representan con tonos rojos, las anomalías negativas de Bouguer con tonos azules y los
valores intermedios se representan mediante tonos verdes y amarillos. En este mapa las
anomalías simples de Bouguer se conservan, con una menor definición de subcuencas
en la parte central del Bloque Soapaga, infiriendo la presencia de rocas de baja densidad
asociadas con la presencia de subcuencas sedimentarias dentro del área de estudio.
También se presenta otra subcuenca en el sector más Noroccidental del Bloque Soapaga.
Estas anomalías mantienen la orientación Noreste – Suroeste evidenciada en los mapas
anteriores.
Mapa de Anomalía Residual
Las anomalías geofísicas corresponden a anomalías superpuestas de componentes re-
gionales y locales. En la interpretación de datos gravimétricos es importante analizar las
anomalías locales aisladamente las anomalías regionales. Para ello se hace una estimación
de la anomalía regional, la cual es tomada como el nivel cero a partir de la cual la anomalía
Figura 45. Mapa Anomalías gravimétricas de Bouguer Total obtenidas a partir de los valores puntuales de anomalías de Bouguer Total del Bloque Soapaga y áreas circundantes, incluyendo contornos de isovalores de anomalías de Bouguer Total , en miligales y barra de colores. Referenciado en coordenadas planas cartesianas con origen (1’000.000, 1’000.000) en el observatorio Nacional de Bogotá.
Figura 46. Mapa Anomalías gravimétricas residuales de Bouguer Total obtenidas a partir la segunda derivada en la vertical de los valores de anomalías de Bouguer Total del Bloque Soapaga y áreas circundantes, incluyendo contornos de cero curvatura y valores positivos y negativos de curvatura y barra de colores. Referenciado en coordenadas planas cartesianas con origen (1’000.000, 1’000.000) en el observatorio Nacional de Bogotá.
46
residual es calculada. Generalmente se asume un gradiente regional lineal. El campo gravi-
métrico obtenido después de remover la anomalía regional es denominado residual. En la
Figura 46 se presentan las anomalías residuales obtenidas a partir de datos equivalentes a
la segunda derivada en la vertical la anomalía total de Bouguer.
En este mapa se obtienen índices entre -1.19 y 1.0 con respecto al valor de cero curva-
tura y se ha utilizado una escala de colores en donde los residuales entre 0 y 1.0 se han re-
presentado mediante tonalidades rojizas y aquellos residuales entre 0 y -1.0 se representan
mediante coloraciones azules. Aunque en el proceso se evidencia la relimitación de un gran
número de anomalías residuales relacio-
nadas a una sola estación gravimétrica, lo
que puede ser interpretado como ruido, es
posible aún identificar anomalías residuales
negativas asociadas a la subcuenca ubica-
da en la parte central del Bloque Soapaga,
indicando que las anomalías de Bouguer
simple y total identificadas sobre este
sector también presentan una anomalía re-
sidual negativa, indicando la presencia de
un cuerpo causativo típico de cuenca sedi-
mentaria que va desde la superficie hasta
una profundidad intermedia. Comparadas
estas anomalías con otras anomalías nega-
tivas de Bouguer simple, total y residual del
sector suroeste, fuera del Bloque de Soapa-
ga, se infiere la presencia de cuencas sedi-
mentarias más profundas en estos sectores
al suroeste del bloque Soapaga.
Interpretación Cuantitativa de
Gravimetría
El objetivo de la interpretación cuantita-
tiva es encontrar un posible modelo cuya
anomalía calculada teóricamente pueda
ser ajustada lo más cercano posible a los
valores de anomalía observada en el campo. Difícilmente se pueden ajustar las anomalías
gravimétricas mediante cuerpos de formas geométricas simples. El principio de “Non uni-
queness”, el cual indica que no existe una solución única implica que existe un gran número
de soluciones dentro de límites definidos.
En la práctica, otras consideraciones restringe el rango de soluciones, tales como:
• Elmodelofísicodebesergeológicamenterazonable
• Elmodelodebeserlosuficientementesimpleparapodersercalculadosindificultad
El Principio de “Economía de Hipótesis” debe ser considerado. Por ejemplo, no debemos
inventar más estructuras ocultas (o estructuras más complejas) de las mínimas necesarias
para interpretar los datos. A partir de los datos de Anomalía Total de Bouguer se ha esti-
mado la profundidad y ubicación de los cuerpos causativos de las anomalías, aplicando la
solución de Euler. En este proceso se ha calculado la primera derivada en X, Y y Z de los
valores de Anomalía Total de Bouguer.
Posteriormente se ha realizado el modelamiento inverso de Euler, obteniendo soluciones
puntuales de profundidad de los cuerpos causantes de las anomalías. Se han seleccionado
aquellas soluciones ubicadas entre 1234 m y -10226 m, considerando un valor negativo
hacia profundidad.
Los datos puntuales se han representado mediante círculos con tamaños proporcionales,
siendo los de menor radio más cercanos a superficie y aquellos de mayor radio ubicados
a mayor profundidad. A partir de los datos puntuales de profundidad se ha realizado un
proceso de interpolación lineal para obtener una grilla de profundidad, la cual ha sido re-
presentada mediante una escala de colores en donde los cuerpos causativos más someros
se han representado con tonalidades rojizas y aquellos más profundos, con tonalidades
azules (más negativos; Figura 46). Se resalta el alineamiento de soluciones puntuales en el
extremo oeste del Bloque Soapaga, lo cual se ha interpretado como la respuesta gravimé-
trica de fallas geológicas con orientación noreste –suroeste, cuya continuidad en la vertical
alcanza varios miles de metros. Con respecto a la subcuenca identificada en las anomalías
de Bouguer Simple, Total y Residual, las soluciones de profundidad ubican un cuerpo muy
cercano a superficie, en los primeros miles de metros, sin ubicar un número considerable de
soluciones puntuales de profundidad en la subcuenca.
Esto permite interpretar que la geometría de la cuenca esta más controlada por los aspec-
tos estructurales que la limitan en los sectores al Este y Oeste de la cuenca que por varia-
ciones en la geometría que podría asociarse a una cuenca simple sin control estructural. Sin
embargo, debido al bajo número de estaciones gravimétricas con las cuales se ha realizado
el modelamiento de profundidad no se ha podido determinar las variaciones de profundidad
dentro de la misma subcuenca
Figura 47. Mapa de soluciones Euler de profundidad obtenidas a partir de modelamiento inverso mediante derivadas en X, Y y Z de los valores de anomalía de Bouguer Total del Bloque Soapaga y áreas circundantes, incluyendo símbolos proporcionales de profundidad, contornos de profundidad y barra de colores. Referenciado en coordenadas planas cartesianas con origen (1’000.000, 1’000.000) en el observatorio Nacional de Bogotá.
47
Evaluación estratigráficaEl área de Soapaga presenta una sucesión cretácica depositada en un paleoalto cercano
al borde oriental de la Cuenca Cretácica Colombiana. Los espesores de las unidades que la
componen son comparativamente reducidos con respecto a los del eje de la cuenca, que
hoy afloran en la mayoría de la Cordillera Oriental. El área de Soapaga está en posición muy
oriental dentro de la cordillera y expone estratos proximales que se depositaron sobre un
bloque de basamento que tuvo menor subsidencia que los bloques adyacentes. La fallas
de Soapaga y Boyacá separan franjas con espesores diferentes de sedimentos cretácicos,
siendo menores los del lado oriental de la Falla de Soapaga. En el área de estudio el espesor
de los estratos del Valanginiano Superior al Maastrichtiano sólo alcanza 1.500m. Esta es
una situación geológica muy ventajosa para la exploración de hidrocarburos en rocas del
Cretácico, debido a que la materia orgánica no está sobremadura como en otros sectores
de la Cordillera Oriental que tienen espesores cretácicos de 4 a 5km junto con otros 3 a
4km de sedimentos terciarios. La menor subsidencia del bloque se mantuvo también para el
Terciario, cuyos espesores son menores a los de otras áreas. En el área de Soapaga los es-
tratos Paleocenos a Oligocenos sólo alcanzan 2.000m de espesor. Los estratos del Mioceno
Inferior y Medio habrían comenzado a erosionarse desde hace unos 10 Ma al comienzo del
Mioceno Superior, cuando se inicia el levantamiento de la Cordillera Oriental.
Información disponibleSe tuvo acceso a los archivos digitales del EPIS, incluyendo archivos en formato *.las de
los registros de perforación y archivos *.sgy de las líneas sísmicas existente. Infortunada-
mente se han perforado muy pocos pozos y el área está al comienzo de su fase exploratoria.
También han sido importantes fuentes de información los mapas e informes geológicos
publicados por INGEOMINAS, algunos informes de consultoría y numerosas publicaciones
científicas, algunas de ellas disponibles en la WEB.
Metodología Se revisó la dispersión temporal de los microfósiles reportados en los análisis bioestra-
tigráficos de los pocos pozos que la suministran. La información se ha revisado con tablas
publicadas en la literatura internacional y se han determinado intervalos donde las edades
son confiables junto con intervalos con menor precisión pero que constituyen información
útil. También se han revisado las descripciones y definiciones de unidades litoestratigráficas
publicadas de acuerdo con normas internacionales de procedimiento estratigráfico del Códi-
go Norteamericano de Nomenclatura Estratigráfica y la Guía Estratigráfica Internacional.
Las unidades se han reconocido en los registros de perforación de acuerdo con sus ca-
racterísticas litológicas e información bioestratigráfica. Estas unidades están limitadas por
superficies transgresivas y superficies regresivas mayores que en algunos casos coinciden
con discordancias notables. Con estos criterios, se ha extendido la identificación de las
formaciones a pozos adyacentes donde no existe bioestratigrafía. Una vez escogidos los
topes de formaciones se han examinado las secciones sísmicas y para algunas de ellas se
48
han establecido patrones que permiten diferenciar mejor estas unidades. En ocasiones se
han podido corregir errores que resultaron de identificación de formaciones sin información
litológica y bioestratigráfica suficiente y que sólo tenían una o dos curvas SP y GR con poco
contraste.
Estratigrafía físicaLas unidades estratigráficas que afloran en el área de estudio corresponden a rocas,
ígneas, metamórficas y sedimentarias, con edades desde el Precámbrico hasta el Cuater-
nario:
Precámbrico
Neis de Buntia
Sotelo (1997) propone el nombre de Neis de Buntia para designar un xenolito de ortoneis
cuarzo feldespático hornbléndico aflorante a lo largo de la quebrada Buntia (Plancha 172).
Esta unidad se expone en una faja de 0,5 km de ancho y 4km de largo, con una orientación
general N30ºE, a lo largo de la quebrada Buntia, a la cual debe su nombre, según se aprecia
en la cartografía presentada por Jiménez (2000).En cuanto a la génesis del Neis de Buntia, el
paleosoma corresponde posiblemente a rocas anfibólicas provenientes de rocas volcánicas
(o gabroides) con intercalaciones de arenitas arcillosas magnésicas cuya deposición ocurrió
posiblemente durante el Mesoproterozoico. Estas rocas fueron afectadas por metamorfismo
regional de bajo a medio grado a principios del Neoproterozoico, y formaron las anfibolitas
del Neis de Buntia y las Filitas y Esquistos de Busbanzá.
Formación Cuarcitas y Filitas de Chuscales
El nombre Formación Cuarcitas y Filitas de Chuscales designa filitas, cuarcitas y me-
taconglomerados que afloran en la quebrada Chuscales, que dan un relieve de pendientes
suaves, en contraste con las zonas escarpadas, producidas por las rocas ígneas y arenitas
de la Formación Tíbet circundantes. Las metamorfitas generan suelos arcillosos, micáceos,
que dan coloración pardo rojiza a pardo amarillenta. Las filitas y las cuarcitas se han obser-
vado intruidas por el Stock de Chuscales y cubiertas discordantemente por arenitas conglo-
meráticas de la Formación Tíbet. La edad de las metamorfitas, es claramente predevónica,
teniendo en cuenta su contacto discordante por debajo de la Formación Tíbet. Por otra parte,
se observa que están intruidas por el Stock de Chuscales, que según dataciones radiomé-
tricas obtenidas por el método Rb/Sr, indican una edad 471 + 22 Ma reportadas por Ulloa
& Rodríguez (1982); las anteriores relaciones permiten inferir que las Cuarcitas y Filitas de
Chuscales sufrieron metamorfismo regional probablemente en el Neoproterozoico.
Formación Filitas y Esquistos de Busbanzá –Miembro Filitas de Ometá
El nombre Filitas de Ometá se utiliza para designar un conjunto de metamorfitas que
afloran en una franja alargada de 15 km de largo por 3 km de ancho, en la parte sur oriental
del Macizo de Floresta, se presentan como secciones de referencia las exposiciones de la
unidad en la carretera Busbanzá - La Floresta, el camino de herradura que conduce de Bus-
banzá a la Escuela del Carmen (plancha 172) y la sección expuesta en la quebrada Ometá.
De acuerdo con el análisis efectuado en el área de estudio por Jiménez (2000), esta uni-
dad corresponde a la parte superior de una secuencia que conforma un anticlinal. La base
de las Filitas de Ometá es concordante con los Esquistos de Otengá y se observa intruida
por rocas graníticas del Stock de Otengá. La base de esta unidad aflora en el sector de la
Escuela del Carmen, está constituida por niveles de filitas cordieríticas, con intercalaciones
de cuarcitas y filitas, sin cordierita.
Formación Filitas y Esquistos de Busbanzá -Miembro esquistos de Otengá
El nombre de este miembro proviene de la Inspección de Policía de Otengá y se propone
para representar a una secuencia de filitas con delgadas intercalaciones de cuarcitas y
metaconglomerados. Litológicamente, Jiménez (2000) describe al miembro Esquistos de
Otengá como una unidad constituida por esquistos moscovíticos cuarzosos de color gris, de
grano fino a medio, dispuestos en capas subtabulares de 10 a 40 cm de espesor. Exhiben
una textura granolepidoblástica a lepidoblástica, caracterizada por una alternancia de ban-
das de cuarzo y feldespato potásico, con bandas de micas, granate o sillimanita. Basados en
los minerales encontrados en la unidad, los esquistos son micáceos a veces con granate y
sillimanita, esquistos moscovíticos con feldespato y esquistos moscovítico biotíticos.
Paleozoico
Cuarzomonzonita de Santa Rosita
El nombre Cuarzomonzonita de Santa Rosita fue propuesto por Vargas et al., (1981), para
designar un cuerpo intrusivo de 30 km de largo y 4 km de ancho promedio, que aflora en la
parte sur occidental de San Gil. Es probable que el nombre de la unidad sea tomado del sitio
de Santa Rosita, sobre la carretera de Onzaga, en donde aflora el intrusivo. De acuerdo con
la clasificación de Travis (1955), la unidad está en el rango de la cuarzomonzonita, con va-
riaciones locales a granito y granodiorita. La edad del intrusivo, de acuerdo con Carlos Ulloa
y Alfonso Arias (2003) (Informe Plancha 172), es ordovícica temprana hasta mediados del
Devónico, teniendo en cuenta las edades radiométricas obtenidas en dos muestras tomadas
en la Plancha 152 Soatá, y analizadas en el Centro de Investigaciones Cronológicas de la
Universidad de Sao Paulo (IGM 120763 y 120760) dentro del Proyecto 120 del Programa
Internacional de Correlación Geológica (PICG), Magmatismo de Los Andes; las edades Rb/
Sr fueron de 394 + 23 Ma (coordenadas X=1’184.000 y Y=1’144.200) y 546 + 48 Ma
(coordenadas X= 1’162.750 y Y= 1’137.050), respectivamente.
Stock de Chuscales
Ulloa & Rodríguez (1982) utilizaron el término Stock de Chuscales para designar un cuer-
po intrusivo pequeño que aflora en un área aproximada de 0,24 km2. Toma su nombre de
la margen norte de la quebrada Chuscales. Se caracteriza por presentar una morfología de
lomas alargadas, que contrasta con la morfología de colinas suaves de las rocas metamór-
49
ficas que la circundan. El nombre de Stock de Chuscales se extiende en el presente trabajo
al intrusivo que aflora más al norte en un área de aproximadamente 10 km2, al oeste de la
Inspección de Policía de Otengá, en las quebradas Las Puentes y Otengá; esta franja fue
considerada anteriormente la parte occidental del Batolito de Otenga, término propuesto
por Ulloa & Rodríguez (1982). Se separa el Stock de Chuscales del Stock de Otengá en este
trabajo, debido a las diferencias de composición, relaciones con las unidades adyacen-
tes, orientación y características petrográficas que permiten diferenciarlo de la faja oriental
(Stock de Otengá).
Stock de Otengá
Se propone el nombre Stock de Otengá para designar rocas graníticas que afloran al
oriente de la Inspección de Policía de Otengá, en cercanías de la confluencia de la quebrada
Otengá con la quebrada Soiquía. Originalmente, el Stock de Otengá fue incluido como parte
de una unidad denominada Batolito de Otengá por Ulloa & Rodríguez (1982), conformado
por dos cuerpos que afectaban a la secuencia metamórfica y sedimentaria del Paleozoico.
Se separó la franja oriental del Batolito de Otengá de Ulloa & Rodríguez (1982), la que se
redefinió como Stock de Otengá, debido a las diferencias en composición, la extensión
geográfica (menos de los 100 km2), las relaciones con las unidades adyacentes, la orienta-
ción hacia el oriente y las características petrográficas que permiten diferenciarlo de la faja
occidental, Stock de Chuscales. Este stock pudo emplazarse sin o post Orogenia Caparo-
nensis. Posteriormente fue afectado por el evento magmático del Triásico - Jurásico, evento
reconocido por las edades radiométricas K/Ar, de cuerpos intrusivos de Santander, tales
como el Batolito de Santa Bárbara, Cuarzomonzonita de La Córcava y Granito de Pescadero,
según Ward et al., (1973).
Formación Cataclastitas de Soapaga
Se emplea el nombre de Cataclastitas de Soapaga para designar un conjunto de gra-
nitos brechados que afloran en una franja de 5 km de largo por 1 a 2 km de ancho, por la
carretera Belén - Paz de Río (Plancha 172). Las rocas de esta unidad, macroscópicamente,
son de tonos verdes, lustrosas e intensamente fracturadas; en algunos afloramientos
presentan textura néisica, cataclástica, brechoide y milonítica, romboclivaje, intercreci-
mientos de clorita y biotita, cristales rotados, doblados y microfallas con desplazamiento
variable. En algunos sectores, las cataclastitas parecen estar intruidas por granitos. La
composición de esta unidad, con base en el análisis petrográfico de ocho secciones del-
gadas, corresponde a granito o granodiorita, con cuarzo, albita, ortoclasa (con texturas
pertíticas), microclina y minerales de alteración de clorita (a partir de biotita), moscovita
y sericita, la formación incluye rocas metasedimentarias. Las cataclastitas se observan
cabalgando a la parte superior de la Formación Concentración y cubiertas de forma dis-
cordante por los conglomerados de la Formación Girón. La edad de este conjunto es
desconocida, solamente se propone que fue afectada por metamorfismo dinámico antes
del Jurásico, probablemente en el Devónico.
Formación Tíbet
El término Tíbet se debe a Cediel (1969), quien lo utilizó bajo la denominación de Miembro
Tíbet, para designar la parte basal arenosa de la Formación Floresta, que está constituida por
una sucesión de areniscas, localmente conglomeráticas, que aflora en el cerro del Tíbet y en
cercanías de La Floresta, con espesores variables, entre 700 y 30 m. Posteriormente, Vargas
et al., (1981) emplearon este mismo término con la categoría de miembro, y denominaron
así a un conjunto de conglomerados y areniscas, con intercalaciones de lodolitas amarillen-
tas y rojizas, con un espesor total hasta de 2.500 m, que reposan sobre rocas metamórficas
y están cubiertas de manera transicional por el Miembro Arcilloso de la Formación Floresta
en el área del Cuadrángulo I-13 Málaga. Mojica & Villarroel (1984) elevaron este término al
rango de Formación, teniendo en cuenta que la unidad es cartografiable, a escala 1:25.000,
por una extensa área. La edad de la Formación Tíbet es considerada de finales del Devónico
inicial, según Barret (1983). Teniendo en cuenta que la Formación Tíbet alcanza espesores
que varían entre más de 700 m y 10 m, que en la parte basal ocurren capas rojas y que en
algunas localidades es puntualmente granodecreciente, se puede inferir que sus sedimentos
fueron depositados en un ambiente fluvial sobre una paleotopografía abrupta.
Formación Floresta
El término Floresta fue utilizado por Olsson & Caster (1937), bajo la denominación de Se-
ries del Floresta para designar la secuencia comprendida entre las unidades metamórficas
y el Grupo Girón. Posteriormente, Botero (1950, p. 258) ascendió el término al rango de
Formación, para representar tres conjuntos sedimentarios: el inferior, areno conglomerático
de 30 m de espesor; el intermedio, arcillolítico, de tonos amarillentos a morados, con un es-
pesor de 530 m, y el superior, arenoso, de 150 m de espesor. Esta unidad reposa de manera
discordante sobre rocas metamórficas o concordantemente sobre la Formación Tíbet. Su
límite superior con la Formación Cuche es localmente discordante, según Botero (1950). La
edad de la formación es considerada a partir de los trabajos efectuados por Caster (1939),
Royo y Gómez (1942) y Morales (1965), quienes determinaron para la Formación Floresta,
una edad devónica medio.
Miembro Floresta Metamorfizado
Descrito por Ward, et al., (1973), como un conjunto ligeramente metamorfizado de la
Formación Floresta hacia las fases mas bajas de esquistos verdes que ocasionan pizarras
arcillosas a filitas.
Este miembro aflora en la parte más este del área de estudio, en una faja de dirección
aproximada norte-sur desde el este del río Guare (plancha 135, G12) hasta el extremo su-
reste de la plancha 151. Se extiende al este y ocupa gran parte del cuadrángulo 1-13 en el
que Vargas, et al., (1976), denomina Faja Mogotes-San Joaquín, limitada al oriente por el
Batolito de Mogotes y al occidente por estratos jurásicos y cretácicos. R. Calpa (en Ward, et
al., 1973), menciona que cerca a Mogotes aflora la Formación Floresta con un espesor que
oscila entre 75O y 1.OOO m. Los briozoarios de esta unidad fueron identificados como tipos
50
comunes del Devónico. Dentro del área de estudio, la unidad está compuesta de argilitas
grises a verdosas, pizarras grises, filitas verdosas y azulosas, cuarcitas grises y mármol
rosado a gris.
Formación Cuche
El nombre y rango de la unidad litoestratigráfica Formación Cuche se debe a Botero
(1950), con el cual se designa a una sucesión de capas de arcillolitas de colores blanco
amarillento y morado que se encuentran reposando unas veces concordantemente y otras
discordantemente sobre la Formación Floresta, las cuales están cubiertas de forma discor-
dante por la Formación Girón, y alcanzan espesores entre 300 y 400 m. Este mismo autor,
basado en una columna estratigráfica generalizada, marca el contacto entre las formaciones
Floresta y Cuche, en el tope de un conjunto arenoso de 200 m de espesor; sin embargo, él
considera este límite como transaccional y lo coloca donde se presenta un mayor predomi-
nio de arcillositas de colores morado y blanco amarillento. Teniendo en cuenta el contacto
concordante entre las formaciones Floresta y Cuche, observado en el área de La Floresta por
Cediel (1969), Mojica & Villarroel (1984) y Vargas et al., (1981), en la Plancha 152 Soatá, es
lógico pensar que existió un ciclo sedimentario continuo desde la Formación Tíbet a la For-
mación Cuche, el cual corresponde, probablemente, al intervalo comprendido desde finales
del Devónico inicial al Carbonífero, tal como se ha observado en el área de los Farallones de
Medina, para el Grupo Farallones.
Mesozoico
Triásico – Jurásico
Intrusivo de Aguachica
Gloria Rodríguez y Eduardo López (2001) Plancha 172, proponen el nombre informal de
intrusivo de Aguachica para designar rocas graníticas que afloran en un área de aproxi-
madamente 0,6 km2, ubicado al sur de la quebrada Otengá; este intrusivo contiene varios
xenolitos conformados algunos por metaarenitas de grano fino probablemente de la Forma-
ción Tíbet (muestra IGM 38447). Este cuerpo está ubicado al suroeste de la Inspección de
Policía de Otengá al norte de la quebrada La Paja, entre las quebradas Aguachica y Otengá.
La composición del intrusivo es también granítica y presenta características semejantes
de color, alteración y composición a las rocas del Stock de Chuscales en las cuales están
emplazadas.
La edad del Intrusivo de Aguachica, basado en la relación que guarda con la Formación
Tíbet, podría considerarse del Triásico o Jurásico.
Formación Montebel
El término Montebel fue empleado por primera vez por Trumpy (1943), bajo la deno-
minación de Series de Montebel, para designar la secuencia estratigráfica que aflora en
los alrededores de Montebel (carretera Duitama - Charalá). Posteriormente, Hubach (1957)
elevó el término a la categoría de formación, para representar la secuencia sedimentaria de
1.400 m de espesor, que Langenheim (1959) denominó como Girón Inferior. Renzoni (1981,
p.37) empleó el término Montebel en la categoría de formación, al describir una columna
estratigráfica de 406 m de espesor, medida por el camino de Palermo a Paipa, sobre la
vertiente oriental de la quebrada Las Varas.
Esta sucesión yace sobre la Formación Palermo, la cual no aflora en el área de la Plancha
172 Paz de Río, y está por debajo de la Formación La Rusia, esta compuesta por arcillositas
laminadas negras, limonitas rojizas y verdes, areniscas arcillosas y feldespáticas y algunos
niveles conglomeráticos. La edad de la Formación Montebel, de acuerdo con Trumpy (1943),
es de finales del Triásico. Langenheim (1960) basado en datos paleontológicos, la considera
“Rético – Liásico”, y Bürgl (1964), desde mediados hasta finales del “Liásico”. Según lo
anterior, se puede apreciar que no existe un consenso sobre la edad de esta unidad.
Formación Palermo
Descrita en los alrededores de Palermo, se calculan 530 m de espesor; la parte más baja,
que afloran por el río Huertas entre Palermo y Gámbita está constituida por un conglomerado
con guijos de areniscas rojas de pocos metros de espesor y por un nivel de unos 50 m de
shales negros. La parte restante, que aflora subiendo de Palermo por la quebrada Las Varas,
consta de una sucesión de areniscas de grano fino a medio con tintes rojizos, verdosos y
violáceos hasta el techo. Subyace a la Formación Montebel. La Formación Palermo corres-
ponde a una parte baja del “middle shaly member” de la Formación Girón según Langenheim
(op. cit.). Se supone que sea mesozoica.
Formación Arcabuco
El nombre y el rango de formación fueron escogidos por A. A. Olsson (1937) para indicar
las areniscas que afloran por el Río Pómeca. La formación está constituida por capas de
arenisca cuarzosa blanca con intercalaciones de shales rojos que a veces llegan a formar
niveles de 10 a 50 m de grueso. La cubre con-concordantemente un miembro de 83 m,
descrito en afloramientos sobre la carretera Arcabuco-Moniquirá, formado por areniscas
rojas con matriz arcillosa prevalecientes en la mitad inferior y shales rojos prevalecientes en
la mitad superior. Por sus características litológicas se considera que con este miembro se
cierra el dominio de sedimentación continental hasta aquí examinado, sin poder afirmar si el
fenómeno se emplaza a finales del Jurasico o principios del Cretáceo.
La presencia del Miembro del Jart solo en unas áreas, unida al adelgazamiento de la
formación que llega a desaparecer sobre el cercano Macizo de Floresta, en dirección Este-
Sureste, prueba un período de erosión post-Arcabuco o no depositación en esta misma
dirección; es probable que en esta desaparición haya jugado un papel importante la Falla
de Boyacá.
Formación La Rusia
Renzoni (1981) propuso el término Formación La Rusia, para designar así a una sucesión
compuesta por conglomerados, arenitas y limolitas rojas, que descansa sobre la Formación
51
Montebel y por debajo de la Formación Arcabuco, en el área del páramo de La Rusia, y
que alcanza allí espesores que varían entre 682 y 344 m. En el extremo noroccidental de la
Plancha 172 Paz de Río, esta unidad litoestratigráfica cubre una superficie aproximada de 10
km2 y hace parte de la región nororiental del Anticlinal de Arcabuco. La Formación La Rusia
presenta una morfología escarpada que contrasta con las dos unidades litoestratigráficas
cretácicas contiguas que afloran más al oriente. La edad de esta formación no se ha definido
con exactitud; sin embargo, por encontrarse sobre la Formación Montebel y por debajo de
la Formación Arcabuco, se sugiere que pudo depositarse a finales del Jurásico. Las carac-
terísticas litológicas de esta unidad, tales como la presencia de conglomerados gruesos a
muy gruesos, con estratificación cruzada e intercalaciones de capas rojas, sugieren que su
deposición ocurrió en un ambiente continental.
Formación Girón
Este término Girón fue creado por Hettner (1892), bajo la denominación de Series del
Girón, para designar a una sucesión de areniscas, limolitas rojas y conglomerados, que
se hallan expuestas al oeste de Bucaramanga, cuya edad se consideró inicialmente del
Cretácico. Actualmente, la denominación original de Hettner (1892) incluye las formaciones
Bocas, Jordán, Girón y Tambor. Posteriormente, Langenheim (1959) designó como Forma-
ción Girón a la secuencia que descansa sobre la Formación Bocas y que está por debajo de
la Formación Tambor, y estableció como localidad tipo el cañón del río Lebrija. En la misma
localidad, Julivert (1968), Navas (1963) y Cediel (1968) efectuaron trabajos de campo, so-
bre la secuencia denominada Girón. Cediel (1968) le asigna formalmente el rango de grupo,
denomina su parte inferior como Formación Girón y la parte superior, como Formación Los
Santos. Teniendo en cuenta la posición estratigráfica de la Formación Girón, que descansa
sobre la Formación Cuche y está cubierta por la Formación Tibasosa, su edad se considera
jurásica, correlacionable con la secuencia denominada Girón, en el área de Santander, según
Rabe (1977), como de finales del Jurásico
Cretácico Inferior
Kir Formación Rosablanca
Aflora en nuestra área apenas fuera del mapa, sobre la carretera que de Arcabuco condu-
ce a Moniquirá, donde consta de 148 m de caliza a veces con lamelibranquios y gasterópo-
dos, con esporádicas intercalaciones de shales negros que alcanzan hasta 5 m de espesor.
Se supone que su edad sea valanginiana -hauterivíana. Por su parte, F. Etayo en Fabre
(1986) afirma que también las calizas que afloran en las cabeceras de la quebrada Ritoque,
pertenecen a esta formación.
Formación Ritoque
El nombre, propuesto por F. Etayo en Fabre (1986), proviene de la quebrada homónima
afluente del Río Samacá, donde se observa una sucesión de limolitas grises, amarillentas a
rojizas por meteorización, con bancos de calizas a veces lumaquélicas hacia la parte baja;
mide de 75 a 110 m de espesor y contiene equínídos, trigonias y amonitas. Yace concor-
dantemente sobre la Formación Rosablanca en el área noroccidental, sobre la Formación
Cumbre en los alrededores de Arcabuco y sobre la Formación Arcabuco en la serranía ho-
mónima. Esto demuestra el ulterior ensanchamiento de la cuenca cretácea.
Con respecto a la Nomenclatura Estándar del Valle Medio del Magdalena hay que acla-
rar que la Formación Ritoque quedó probablemente incluida en el concepto original de la
Formación Paja tal como aflora en las zonas meridionales a la localidad, sin embargo, en
nuestro concepto representa un desarrollo de facies, propio del área en cuestión en tiempos
hauterivianos, ligado en parte al fenómeno del avance marino antes mencionado. Por esta
razón, además que por la diferencia lítológica con el subyacente y el suprayacente, se creó
esta nueva Formación conservando el nombre de Formación Paja a la sucesión de shales
negros, depositados en parte en ambiente euxínico (perteneciente a un medio de circulación
de las aguas restringido, con estancamiento o condiciones anaeróbicas), que ocurren hasta
la base de la Formación San Gil inferior.
Formación Lutitas de Macanal
El término Formación Lutitas de Macanal fue propuesto por Ulloa & Rodríguez (1979a)
para designar una sucesión de capas de lutitas negras, con intercalaciones esporádicas
de calizas, areniscas y bolsones de yeso, que aflora en el río Batá, entre las quebradas El
Volador y La Esmeralda, por debajo de la Formación Areniscas de Las Juntas. Está consti-
tuida, principalmente, por una sucesión de capas de lutitas negras, piritosas, ligeramente
calcáreas, con nódulos alargados, generalmente arenosos y orientados en forma paralela a
la estratificación, con intercalaciones de arenitas finas de cuarzo, grises oscuras, cemento
silíceo, en capas medias a gruesas. El contacto inferior de esta unidad litoestratigráfica no
se observa en el área, mientras la suprayacente Formación Areniscas de Las Juntas reposa
de manera concordante. En esta secuencia estratigráfica se han reportado faunas que abar-
can desde el Titoniano hasta el Valanginiano en la región del Cocuy según fósiles analizados
por Bürgl (1959b), mientras hacia el Suroriente, Guateque, se colectaron muestras fósiles
que indican una edad probable de Berriasiano - Valanginiano. Esta unidad es correlacionable
con los conjuntos inferior y medio de Hubach (1957b) y con la parte media (Kc2) de Renzoni
(1968). Como probable ambiente de sedimentación para esta unidad se considera marino
de aguas someras, en una cuenca restringida.
Formación Areniscas de las Juntas
El término Formación Areniscas de Las Juntas fue propuesto por Ulloa & Rodríguez
(1979a), para representar la secuencia estratigráfica compuesta por dos miembros areno-
sos, separados por un miembro lutítico, que aflora en la carretera Guateque - Santa María de
Batá, entre las cuchillas de El Volador y El Dátil. En este sector se distinguen tres miembros
que fueron denominados Arenisca de El Volador, Lutitas Intermedias y Arenisca de Almeida.
Este último miembro parece ser equivalente a las formaciones Arenisca de Cáqueza de
Hubach (1945a) y Alto de Cáqueza de Renzoni (1968).
52
Formación Tibasosa
El nombre y el rango de la unidad litoestratigráfica Formación Tibasosa fueron propuestos
por Renzoni (1981), para representar la sucesión litológica que aflora en la población de
Tibasosa, por debajo de la Formación Une. El autor dividió la formación en cuatro miembros,
los cuales fueron denominados de base a techo como: Miembro Basal (Kit4), compuesto por
conglomerado, limolitas y areniscas, a veces conglomeráticas; Miembro Calcáreo Inferior
(Kit3), constituido principalmente por shales, calizas arenosas y areniscas; Miembro Arená-
ceo Intermedio (Kimt2), compuesto por shales y areniscas, y el Miembro Calcáreo Superior
(Kmt1), formado por shales, caliza lumaquélica y areniscas.
Formación Tibasosa Conjunto Inferior
El Conjunto Inferior consta de una sucesión de cuarzoarenitas de grano fino, medio y
grueso hasta conglomerática, con colores que varían desde gris claro a blanco, gris verdoso
y rojizo por meteorización, cemento silíceo, en capas medias a gruesas, con láminas incli-
nadas tangenciales e intercalaciones esporádicas de lodolitas arenosas, grises verdosas
y amarillentas, cuyos espesores varían entre 20 y 30 cm. El Conjunto Inferior descansa
en forma paraconforme sobre la Formación Girón y discordantemente sobre la Formación
Cuche y la Cuarzomonzonita de Santa Rosita.
Formación Tibasosa Conjunto Superior
El Conjunto Superior tiene un espesor total de 481 m. En la localidad de Betéitiva, este
conjunto es colocado sobre la Formación Girón por fallas inversas y está por debajo de la
Formación Une en contacto concordante. De la Formación Tibasosa, Renzoni (1981) cita
fauna colectada en el Miembro calcáreo Inferior y Miembro Calcáreo Superior, que indican
una edad probable de Hauteriviano y mediados o finales del Albiano, respectivamente. Esta
formación se correlaciona cronológicamente con las formaciones Arenisca de las Juntas y
Fómeque.
Formación Une
El nombre Une fue dado por Hubach (1931), para referirse a la secuencia arenítica que aflora
en la carretera Bogotá - Villavicencio, entre Chipaque y Cáqueza que representa la parte media
del Grupo Villeta. Renzoni (1962) utiliza este término con categoría de formación, al describir
la sucesión litológica que aflora en las secciones de las carreteras Une - Fosca y Choachí -
Bogotá. El contacto superior con la Formación Chipaque, observado en otras localidades del
área estudiada, es concordante y transicional, y se marca a la base de una secuencia, espesa,
de lodolitas. Bürgl (1957) cita, en la parte alta de la Formación Une, una fauna procedente de
los alrededores de Choachí, que indicaría una edad de Cenomaniano; Campbell (1962) reporta
en la Arenisca de Une una fauna colectada en la carretera Une - Fosca, cuya edad es Albiano.
Con base en las edades propuestas por estos autores, la Formación Une representaría una
edad comprendida entre el Albiano y el Cenomaniano. Esta formación parece corresponder
litológicamente a la Formación Aguardiente, del área de Santander.
Cretácico Superior
Formación Chipaque
El término Chipaque fue empleado por primera vez por Hubach (1931) bajo la denomina-
ción de Conjunto Chipaque y, posteriormente, como Formación Chipaque, para representar
la parte superior del Grupo Villeta. Según su autor, el techo de la Formación Chipaque lo
forma la caliza de Chipaque o Nivel de Exogyra squamata, que marca el límite Villeta - Gua-
dalupe Inferior. Renzoni (1962, p.72), basado en las secciones de referencia a lo largo de las
carreteras Choachí - Bogotá (camino de la Sabaneta - quebrada del Raizal) y Chipaque - Bo-
gotá, redefine la Formación Chipaque, y engloba bajo esta denominación a las formaciones
Chipaque y Guadalupe Inferior de Hubach (1931, 1957a). De esta manera, la Formación
Chipaque queda limitada en su base por la Arenisca de Une y en su techo por la base de
la Arenisca Dura. de acuerdo con la posición estratigráfica de la Formación Chipaque, su
base se considera de edad Cenomaniano, debido a la fauna colectada, en la parte alta de la
Arenisca de Une. Su techo se considera del Coniaciano o Santoniano, ya que la base de la
suprayacente Formación Arenisca Dura, en la sección aflorante por la carretera que conduce
de Tabio a Chía, en el sector de la Capilla de Lourdes, contiene fauna indicativa de estas
edades, según reporta Julivert (1968).
Grupo Guadalupe
En esta se zona se agrupan las unidades de Labor y Los Pinos en una sola formación, de
igual forma como fue efectuado en el área de Chiquinquirá por Ulloa & Rodríguez (1979b).
La Formación Los Pinos en sectores descansa de manera concordante sobre la Formación
La Luna en el área de los Santanderes y en el área de Boyacá sobre la Formación Arenisca
de Labor. En el sector de Samacá-Cómbita se observa una sucesión compuesta de 49 m
inferiores de shales (que contienen Foraminíferos) con algunas intercalaciones de arenisca
y 10 m superiores de arenisca; en Soracá la sucesión está formada por 117 m inferiores de
shales gris-oscuros con intercalaciones de arenisca y por 50 m superiores de arenisca al
norte de el Encanto, por la carretera de Ramiriquí- Boyacá, se observaron 127 m de shales
grises oscuros con intercalaciones de arenisca y de lumaquela (¿Ostrea abrupta) y fosforita,
seguidos por 34 m de arenisca con fosforita hacia la base. La edad de esta unidad en el área
de la Plancha 173 Támara, según Fabre (1986), es considerada como Campaniano hasta
Maestrichtiano inicial, mientras en el área de Paz de Río es Maestrichtiano inicial, según
Sarmiento, en Osorno (1994). El ambiente de depósito de esta unidad, de acuerdo con
Fabre (1986), es de aguas marinas poco profundas y zona de plataforma con biostromas. La
Formación Los Pinos se puede correlacionar con partes de la Formación Arenisca de Labor
y con la parte inferior de la Formación Colón.
El término Arenisca Tierna se debe a Hubach (1957), quien lo utilizó con la categoría de
miembro, para representar el techo del Grupo Guadalupe. La unidad está constituida por
cuarzoarenitas de grano fino a grueso, con colores grises claros, grises oscuros a ama-
rillentas, algo friables, en estratos delgados a gruesos con estratificación plano paralela,
ondulosa e inclinada. En la unidad se encuentran varias capas con icnofósiles (Thallasi-
53
noides) y niveles bioturbados. En general, se observa que los paquetes de arenitas son
granocrecientes y algunos niveles de cuarzoarenitas son calcáreos, especialmente en la
parte superior de la unidad. En el área, la Formación Arenisca Tierna se observa reposando
concordantemente sobre la Formación Los Pinos y por debajo de la Formación Guaduas en
contacto concordante y neto. Basado en su posición estratigráfica, Bürgl (1961), Etayo, en
Fabre (1986) y Sarmiento, en Osorno (1994) la consideraron de edad Maestrischtiano. La
unidad se correlaciona con la Formación Mito Juan de la Concesión Barco.
Formación Guaduas
Según Julivert (1968), el término Guaduas fue empleado por primera vez por Hettner (1892),
para representar todos los «materiales que en la región de Bogotá se encuentran por encima
del Guadalupe». Posteriormente, Hubach (1931, 1945b, 1957b) restringe el término Guaduas,
con categoría de Formación, y queda limitado en su parte inferior por la Formación Guada-
lupe Superior y en la parte superior por la Formación Arenisca del Cacho. El autor divide la
Formación Guaduas en tres conjuntos. Uno inferior, limitado hacia la base por la Arenisca
Tierna y hacia el techo por la Arenisca La Guía; el medio por la base de la Arenisca La Guía
y el techo de la Arenisca La Lajosa y el superior entre el tope de La Lajosa y la base de la
Arenisca del Cacho, y establece como localidad tipo el área de Guatavita. Van der Hammen
(1957) da como localidad tipo para esta misma formación, la sucesión litológica que aflora
entre los boquerones de Lenguazaque y Guachetá. Alvarado & Sarmiento (1944) denominan
Formación Guaduas, en la región de Paz de Río, a la sucesión litológica comprendida entre el
techo de la arenisca calcárea, fosilífera, de la Formación Ermitaño y el primer conjunto grueso
de areniscas de la Formación Socha Inferior. El término Formación Guaduas se emplea para
designar la secuencia litológica, que descansa sobre la Formación Arenisca Tierna y limitada
al tope por una gruesa secuencia de arenita de la Formación Arenisca de Socha, equivalente a
la Formación Socha Inferior de Alvarado & Sarmiento (1944). Por la carretera de Chivatá – Toca
y por la quebrada carbonera se levantó una sucesión compuesta así: unos 250 m inferiores
de arcillas grises y esporádicas areniscas friables, mal expuestos; siguen 270 m de arcillas
grises, arenisca friable y carbón; al techo, 50 m de arcillas verduscas y violáceas y arenisca.
Yace sobre el Miembro Arenisca Tierna y por debajo de la Arenisca del Cacho (parte basal de
la Formación Bogotá) corresponde a la Formación de Guaduas de la Sabana de Bogotá que T.
Van Der Hammen (Estratigrafía del Terciario y Maestrichtiano continentales y Tectogénesis de
los Andes colombianos; Bol. Geol. Vol. VI Nos. 1-3, 1958, Bogotá) data como maestrichtiana
hasta la parte media y como paleocena en la parte superior.
Cenozoico
Paleógeno
Formación Areniscas de Socha
Se utiliza el nombre de Formación Areniscas de Socha para designar a una gruesa se-
cuencia de areniscas que reposa concordantemente sobre la Formación Guaduas, a la que
inicialmente Alvarado & Sarmiento (1944) denominaron Socha Inferior, y consideraron,
como localidad tipo, la sucesión litológica aflorante en Socha Viejo. Se plantea no utilizar el
nombre inicialmente propuesto por Alvarado & Sarmiento, pues, según la Guía Estratigráfica
Internacional (1994), los términos inferior, medio y superior no deben ser usados para subdi-
visiones formales de unidades litoestratigráficas.
Al norte de pesca, en la localidad de Aguas- calientes aflora una sucesión de 102 m,
formada por 20 m inferiores de arenisca de grano grueso, amarillenta; 12 m intermedios de
arcillas grises, verduscas y rojizas; y 70 m superiores de arenisca; Van der Hammen (1957),
según estudios palinológicos, indica para la Formación Socha Inferior (Formación Areniscas
de Socha), una edad paleocena temprana, intervalo de tiempo en el cual se considera ocu-
rrió la acumulación de la parte superior de la Formación Guaduas y, probablemente, la parte
inferior de la Formación Cacho. También establece su correspondencia palinológica con la
parte inferior de la Formación Lisama, del Valle Medio del Magdalena, y con la Formación
Barco, de la Cuenca de Maracaibo. En el área de Paz de Río, Sarmiento, en Osorno (1994),
se basa en estudios palinológicos y le asigna una edad paleocena tardía.
Formación Arcillas de Socha
Se propone el nombre Formación Arcillas de Socha para designar la sucesión estratigráfica
comprendida entre la Formación Areniscas de Socha y la Formación Picacho, y se establece
su localidad tipo en Socha Viejo, donde alcanza un espesor de 400 m. Se propone el nombre
de Formación Arcillas de Socha, que reemplaza al de Formación Soacha Inferior de Alvarado
& Sarmiento (1944), dado que la Guía Estratigráfica Internacional recomienda no utilizar tér-
minos como inferior, medio o superior en la definición de nombres de unidades formales. La
descripción de esta unidad litoestratigráfica se hace con base en las secciones medidas en
la carretera Corrales - Paz de Río, donde presenta un espesor de 345,25 m y al occidente del
colegio Sugamuxi de Sogamoso, donde alcanza 172,35 m de espesor. El contacto de esta
unidad litoestratigráfica con la suprayacente Formación Picacho es concordante y neto, y se
ha marcado en la base de una sucesión de cuarzoarenitas de grano medio a grueso. Alvarado
& Sarmiento (1944) consideran que este contacto podría ser discordante, debido al cambio
de espesor que muestra la Formación Socha Superior en sectores como el cerro del Fraile
(cambia de 400 m a 180 m) y el carácter conglomerático en la base de la Formación Picacho.
Vargas et al., (1981) también consideran este contacto discordante, basado igualmente en las
fuertes variaciones de espesor de la Formación Socha Superior, Bogotá, de la Sabana de Bo-
gotá, con la parte superior de la Formación Lisama del Valle Medio del Magdalena y también,
con una porción de la Formación Los Cuervos, de la Cuenca de Maracaibo. T. Van Der Hammen
(op. cit.) la refiere, con base en estudios de polen, al Paleoceno.
Formación Picacho
El nombre de Formación Picacho fue dado por Alvarado & Sarmiento (1944) para designar
un conjunto potente de areniscas que descansa sobre la Formación Socha Superior (Forma-
ción Arcillas de Socha), y establece su localidad tipo en el cerro Picacho, 1,5 km al noroeste
de Paz de Río. El contacto superior con la Formación Concentración es concordante y neto,
54
y se marca en el techo de una sucesión de arenita de cuarzo media a gruesa. Bajando de
Aguascalientes a Tobacá afloran 80 m de capas de arenisca conglomerática blancuzca con
esporádicas intercalaciones de conglomerado (bien calibrado, homogéneo, de guijos bien
redondeados de cuarzo y de chert). La Formación Picacho, en la sección al occidente del
colegio Sugamuxi en Sogamoso, está compuesta por un conjunto inferior de 46,50 m de
espesor y consta de una alternancia de arenita de grano medio a grueso, con lentes de
conglomerados de cuarzo, gris amarillenta, friable, en capas delgadas y muy gruesas, de
0,05 a 3 m de espesor y arcillolitas grises claras y amarillentas, con espesores que oscilan
entre 1,20 y 20 m.
El conjunto medio tiene un espesor de 100 m de cuarzoarenitas de grano medio a grueso,
gris clara, amarillenta y rojiza, friable, cemento silíceo, en capas muy gruesas, con lentes
de conglomerados formados por cuarzo y fragmentos de roca. El conjunto superior tiene un
espesor de 35 m. A la base del conjunto se encuentra una sucesión de capas de arcillolitas
grises claras de 10 m de espesor, seguido por 25 m de cuarzoarenita de grano fino a medio,
amarillenta y rojiza, friable, cemento silíceo, estratificada en capas muy gruesas, con lentes
de conglomerados compuestos por cuarzo y fragmentos de roca.
El contacto superior con la Formación Concentración es concordante y neto, y se marca en
el techo de una sucesión de arenita de cuarzo media a gruesa. Según van der Hammen (1957),
en esta unidad no se han encontrado muestras con polen; sin embargo, basado en su posición
estratigráfica, considera que su edad debe ser eocena temprana, y establece su coetaneidad
con las formaciones La Paz del Valle Medio del Magdalena, El Mirador de la Concesión Barco y
Hoyón del Valle Medio del Magdalena y la región de la Sabana de Bogotá.
Formación Concentración
El nombre y rango de la unidad litoestratigráfica Formación Concentración fueron dados
por Alvarado & Sarmiento (1944), para designar una sucesión de arcillolitas comúnmente
yesíferas y areniscas de grano fino a grueso, con estratos de hierro oolítico, que descansa
sobre la Formación Picacho. Su sección tipo está localizada a lo largo del río Soapaga, entre
el caserío de Concentración y el puente del Uvo (carretera Santa Rosa - Paz de Río - Socha),
donde presenta un espesor que oscila entre 1.368 y 1.554 m. Basado en el contenido de
polen encontrado en varios horizontes de la Formación Concentración, Van Der Hammen
(1957) la asigna al Eoceno medio a Oligoceno medio, y establece su correlación, con ex-
cepción de la parte inferior, con las formaciones San Fernando y Diablo del Borde Llanero y
Carbonera de la Cuenca de Maracaibo.
Cuaternario
Depósitos Cuaternarios: En el área estudiada se diferenciaron los siguientes tipos de de-
pósitos cuaternarios:
Glaciares: Depósitos glaciares se presentan en el extremo noroeste y constan de una serie
de morrenas, formadas por bloques angulares, de arenitas y conglomerados, en una ma-
triz areno arcillosa, sin ninguna selección.
Coluviales (Qc): Con el término coluviales se incluyen los depósitos de
talud y derrubios; están constituidos por acumulaciones de materiales
de composición heterogénea y de tamaño variable, predominantemente
bloques angulares.
Aluviales (Qal): Depósitos aluviales se ubican hacia las márgenes de los
drenajes principales y consisten de bloques redondeados a subredon-
deados, principalmente de arenitas, en una matriz areno arcillosa. Pre-
sentan una morfología plana.
Aloestratigrafía, correlaciones regionales, ambientes sedimentarios
La estratigrafía de la Cuenca Cretácica Colombiana se encuentra en
Guerrero (2002a, 2002b), donde se ha subdividido el registro en unidades
aloestratigráficas que incluyen varias formaciones coetáneas. Los nom-
bres utilizados en el área de estudio son los de las unidades aloestratigrá-
ficas. No se han tenido en cuenta ni sinonimias ni homonimias ni unidades
que no tienen localidad tipo o que no cumplen con normas estratigráficas
internacionales. Algunas de las unidades de la cartografía publicada de
Ingeominas no se han incluido por estas razones y para evitar confusiones
se han utilizado solamente los nombres formales de formaciones adecua-
damente descritas y los nombres de las aloformaciones. Cuando el nombre
es totalmente inadecuado se ha hecho caso omiso del mismo y solamente
se ha utilizado el concepto de unidad aloestratigráfica.
La Tabla 8 incluye una descripción de las unidades del área, edades,
composición, unidades lito-estratigráficas y alo-estratigráficas, ambientes
sedimentarios y marco tectónico. La Tabla 9 incluye la correlación de las
unidades Cretácicas y Terciarias cartografiadas en las planchas 172, 191
y 192 y su inclusión en unidades alo-estratigráficas. En la figura 47.a ob-
servamos la columna generalizado del área soapaga que resume la estra-
tigrafía de la zona.
Registros de perforación Área de SoapagaSe cargaron en el programa GeoGraphix los archivos (*.las) suminis-
trados para el área de estudio y zonas aledañas. Del área de Soapa-
ga (figura 1) se incluyen los pozos Corrales y Bolívar. Del área al SW,
todavía en la Cordillera Oriental (figura 1y 48) se incluyeron los pozos
Tamauka, Cormichoque, Tunja, Suesca Norte, Suesca, Stratigraphic-2,
Stratigraphic-3, Suba-1, Suba-2 y Villarrica. Se cargaron en total 12 po-
zos. Otros, como Stratigraphic-1 y Chitasuga no incluían curvas en el
archivo o simplemente no abrieron o no poseían archivos compatibles
con el programa Geographix. Figura 47.a. Columna estratigráfica generalizada del Bloque Soapaga.
CALCAREAS: Biomicritas Wk Pk Bioesparitas
TERROGENAS: Lod Amf Am Amg Gmf
BIOMICRITAWACKESTONE
BIOMICRITAPACKSTONE
LODOLITA
ARENITAMUY FINA
ARENITAFINA
ARENITAMEDIA
ARENITAGRUESA
ARENITAMUY GRUESA
CONGLOMERADODE GRANULOS
BIOMICRITAWACKESTONE LODOSA
BIOMICRITAPACKSTONE LODOSA
LODOLITAFOSILÕFERA
BIOESPARITA
LIMOLITA
ALOF
ORM
ACIO
N C
ONCE
NTR
ACIO
N
EOCE
NO
SUPE
RIOR
- OL
IGOC
ENO
ALO
FM.
PICA
CHO
AL
OFM
.
SOCH
A S
UPER
IOR
ALO
FM.
SO
CHA
INFE
RIOR
AL
OFM
.GU
ADUA
S
ALOFM.GUADALUPE
SUPERIOR
AL
OFM
. CH
IPAQ
UE A
LOFM
.
UNE
ALO
FM.
TIBA
SOSA
SUPE
RIOR
ALO
FM.
TIBA
SOSA
INFE
RIOR
ALOFM.TIBASOSA
MEDIO
EOCE
NO
MED
IO E
OCEN
OIN
FERI
OR P
ALEO
CEN
O S
UPER
IOR
MAA
STRI
CHTI
ANO
S
UPER
IOR
MAASTRICH.INFERIOR
CAMPANIANOSUPERIOR
CAMPANIANOINFERIOR
SAN
TON
IAN
O C
ONIA
CIAN
O T
URON
IAN
O
A
PTIA
NO
BARR
EMIA
NO
HAUTERIVI.SUPERIOR
VAL
ANGI
NIA
NO
SUP
ERIO
R H
AUTE
RIVI
ANO
INFE
RIOR
1.359 m
139 m
346 m
156 m
530 m
140 m
130 m
150 m
320 m
400 m
50 m
223 m
CEN
OMAN
IAN
O
ALB
IAN
O
150 m
ALOFM.GUADALUPE
MEDIO
ALOFM.GUADALUPE
INFERIOR
SOBR
ECAR
GA
SELL
O
RESE
RVOR
IO
FUEN
TE
SE1020510
55
UNIDAD CRONO - ESTRATIGRÁFICA
ALOFORMACIÓN / FORMACIÓN ESPESOR EN METROS
ESPESOR TOMADO DE POZOS CORRALES Y
BOLIVAR
ESPESOR TOMADO DE POZO TAMAUKA
ESPESOR TOMADO DE POZO CORMICHOQUE
LITOLOGÍA / AMBIENTE DE DEPÓSITO
POTENCIAL RESERVORIO / ROCA FUENTE DE HIDROCARBUROS
ESTADO DE MADURACIÓN DE LA MATERIA ORGÁNICA
Oligoceno Superior Concentración Superior 1.359 C173 (Parcial) Arenitas con intercalaciones menores de lodolitas
Oligoceno Medio - Eoceno Superior Concentración Inferior 527 Lodolitas con intercalaciones
menores de arenitas Inmaduro
Eoceno Medio Picacho 139 246 Arenitas y conglomerados fluviales Reservorio Inmaduro
Eoceno Inferior Socha Superior 346 195 Lodolitas con intercalaciones menores de arenitas Inmaduro
Paleoceno Superior Socha Inferior 156 219 Arenitas y conglomerados fluviales Reservorio Inmaduro
Maastrichtiano Superior Guaduas 392 B450 - C257 (Parcial) 195 (Parcial)
Lodolitas con intercalaciones menores de arenitas. Capas de carbón en la parte inferior. Ambiente estuarino
Inmaduro
Espesor total del Maastrichtiano Superior al Oligoceno: 2.392
maastrichtiano Inferior Guadalupe Superior 140 140 172 112 (Parcial) Arenitas de frente de playa y llanura costera Reservorio Submaduro
Campaniano Superior Guadalupe Medio 130 130 184 131 Lodolitas y biomicritas de offshore Roca fuente Submaduro
Campaniano Inferior Guadalupe Inferior 150 150 158 138Limolitas y biomicritas parcialmente silicificadas de frente de playa inferior
Submaduro
Santoniano - Coniaciano - Turoniano Chipaque 320 50 (Parcial) 191 (Parcial) 337 (Parcial) Lodolitas y biomicritas de
offshore Roca fuente Maduro
Cenomaniano Une Superior 400 118 Bioesparitas / arenitas de frente de playa y llanura costera Reservorio Maduro
Albiano Medio Y Superior Une Medio 136 Lodolitas, margas y biomicritas estuarinas y de offshore Roca fuente Maduro
Albiano Temprano Une Inferior 152 Bioesparitas / arenitas de frente de playa y llanura costera Reservorio Maduro
Aptiano - Barremiano Fm. Tibasosa Superior 150 117 (Parcial) Lodolitas, margas y biomicritas estuarinas y de offshore Roca fuente Maduro
Hauteriviano Superior Fm. Tibasosa Media 50 Arenitas / bioesparitas de frente de playa y llanura costera Reservorio Maduro
Valanginiano Superior y Hauteriviano Inf Fm. Tibasosa Inferior 223
Conglomerados y arenitas fluviales en la base, seguidas de arenitas / bioesparitas de frente de playa, cubiertas por lodolitas, margas y biomicritas de offshore
Maduro
Espesor total del Valanginiano Superior al Maastrichtiano Inferior:
1.563
Tabla 8. Estratigrafía del bloque yacente (oriental) de la falla de Soapaga.
Sucesión estratigráfica y ambientes de depósito de las unidades perforadas en el pozo Corrales-1
FORMACIÓN CONCENTRACIÓN: La perforación del pozo Corrales-1 se inicia en proxi-
midades de la Falla de Soapaga, al oriente de la misma. Los primeros 2101 pies corres-
ponden a la parte inferior, predominantemente lodosa de la Formación Concentración.
De acuerdo con lo que se puede deducir de los registros de perforación (Figura 49) y
del reporte de la compañía operadora, predominan las lodolitas grises, estratificadas en
capas delgadas y medias, que ocasionalmente están internamente laminadas. Esta parte
baja de la unidad incluye intercalaciones menores de arenitas en capas medias a gruesas,
que a veces se amalgaman en conjuntos de capas. La unidad contiene aproximadamente
un 80% de lodolita y un 20% de arenita. La arenita es de grano medio, ocasionalmente
gruesa a muy gruesa y conglomerática de gránulos; su clasificación composicional es
litoarenita.
Debido a que el pozo se encuentra en proximidades de la Falla de Soapaga se han pre-
sentado algunas dudas en cuanto a la litología de los primeros 520 pies de perforación. De
éstos solamente existe una curva de GR que parece estar influenciada por el diámetro de
56
no involucran el basamento y que tienen desplazamientos menores y ángulos relativamente
bajos de menos de 45º se hayan confundido con la Falla de Soapaga, con la consecuente
desviación de su correcta interpretación. La geología regional y la evidencia de campo dis-
ponibles indican que la falla de Soapaga presenta 60º a 80º de inclinación e involucra casi
3.000m de desplazamiento vertical de la cobertera sedimentaria y del basamento. Esta tuvo
un deslizamiento normal por extensión al inicio de la sedimentación Cretácica del área y se
invirtió desde el Mioceno Tardío al presente por el levantamiento de la Cordillera Oriental. La
interpretación de la perforación y de la Falla de Soapaga es muy importante, porque si ésta
última se considera de bajo ángulo se podría pensar en la posibilidad de exploración de los
estratos subyacentes y emprender perforaciones que se iniciarían en el basamento, en el
bloque colgante situado al W. Esta debe considerarse como una aproximación muy riesgosa
y probablemente innecesaria, teniendo en cuenta que ya se han encontrado hidrocarburos
en el bloque yacente al E de la Falla de Soapaga, en una situación geológica que parece muy
promisoria en cuanto a los estratos del Cretácico. La información regional disponible y los
datos de la perforación del pozo permiten concluir que los primeros 2101 pies corresponden
a la Formación Concentración.
El ambiente de depósito de la misma estuvo controlado por niveles regionales relativa-
mente altos del nivel del mar y en el área incluye depósitos de grandes lagos con influencia
marina episódica, ciénagas costeras y sistemas fluviales de baja energía, incluyendo ríos
CONVENCION UNIDAD UNIDAD ALOESTRATIGRAFICATst F. Tilata (Plancha 191) TILATATss F. Socha superior (Plancha 191) SOCHA SUPERIORTsi F. Socha inferior (Plancha 191) SOCHA INFERIORTpas F. arcillas de Socha (Plancha 192) SOCHA SUPERIORTpars F. areniscas de Socha (Plancha 192) SOCHA INFERIORTp F. Picacho (Plancha 191) PICACHOToc F. Concentración (Plancha 192) CONCENTRACIONTKg F. Guaduas (Plancha 192) GUADASTep F. Picacho (Plancha 192) PICACHOTc F. Concentración (Plancha 191) CONCENTRACIONTb F. Bogotá. (Plancha 191) SOCHA SUPERIORKg2 F. Plaeners (Plancha 191) GUADALUPE INFERIORKg1 F. Labor y Tierna. (Plancha 191) GUADALUPE MEDIO Y SUPERIORKv2 F. Une (Plancha 191) UNEKTg F. Guaduas (Plancha 191) GUADASKsl? F. la Luna (Plancha 172) GUADALUPE INFERIORKsgtp F. dura y plaeners (Plancha 192) GUADALUPE INFERIORKsgt F. arenisca tierna. (Plancha 192) GUADALUPE SUPERIORKsgpi F. Labor F. los pinos (Plancha 192) GUADALUPE MEDIOKsgp F. Plaeners (Plancha 172) GUADALUPE INFERIORKscn F. Conejo (Plancha 191) CHIPAQUEKsch Grupo churuvita (Plancha 191) UNE SUPERIORKsc F. Chipaque (Plancha 192) CHIPAQUEKPgg F. Guaduas (Plancha 172) GUADUASKmt1 Miembro calcareo superior (Plancha 191) FOMEQUE (TIBASOSA SUPERIOR)Kmsgs F. San Gil superior. (Plancha 191) UNE MEDIOKmsgi F. San Gil inferior. (Plancha 191) UNE INFERIORKiu F. Une (aguardiente) (Plancha 192) UNEKit4 Miembro basal. (Plancha 191) MACANAL SUPERIOR (TIBASOSA INFERIOR)Kit3 Miembro calcareo Inferior. (Plancha 191) MACANAL SUPERIOR (TIBASOSA INFERIOR)Kit2 F. Tibabosa. (Plancha 172) MACANAL SUPERIOR, ALTO DE CAQUEZA, FOMEQUE (TIBASOSA)Kit1 F. Tibabosa. (Plancha 172) MACANAL SUPERIOR, ALTO DE CAQUEZA, FOMEQUE (TIBASOSA)Kiri F. Ritoque. (Plancha 191) MACANAL SUPERIORKir F. Rosablanca. (Plancha 191) MACANAL SUPERIORKimt2 Miembro Arenáceo intermedio. (Plancha 191) ALTO DE CAQUEZA (TIBASOSA MEDIO)Kimpa F. Paja, miembro arenoso inferior (Plancha 191) FOMEQUEKimp F. Paja (Plancha 191) FOMEQUEKilm Lutitas de macanal. (Plancha 172) MACANAL INFERIOR, MEDIO Y SUPERIORKif F. Fomeque. (Plancha 172) FOMEQUEJar F. Arcabuco (Plancha 191) MACANAL INFERIOR Y MEDIO
Tabla 9. Correlación de unidades cretacicas y terciarias cartografiadas en las planchas 172, 191, 192 y su inclusión en unidades aloestratigráficas
la perforación y por lo tanto no se ha tomado en cuenta. La toma de los otros registros se
interrumpió a esta profundidad, de manera que los datos litológicos provienen solamente de
la descripción de la litología del pozo, que indica que predominan las lodolitas y arcillolitas
grises y que pertenece a la Formación Concentración. Algunas cartografías indican que el
pozo comenzaría en la Formación Une en el bloque colgante de la falla, mientras que otras
indican sedimentos Cuaternarios. Es muy posible que otras fallas presentes en el área, que
Figura 48. Geología de superficie de la parte sur del área de interés, con la localización de los pozos Bolivar-1 y Corrales-1. El pozo Bolívar-1 se inicia en la Aloformación Guaduas (Maastrichtiano Superior) y culmina en la parte superior de la Aloformación Chipaque. El pozo Corrales-1 se inicia en proximidades de la Falla de Soapaga, que pone en contacto la Aloformación Une (Albiano y Cenomaniano) con la Aloformación Concentración (Eoceno Superior – Oligoceno) y termina en la Formación Guaduas.
57
anastomosados. Algunas capas delgadas y medias de carbón están presentes en la uni-
dad, indicando sedimentación en pantanos vegetados con entrada mínima o inexistente de
sedimento por intervalos de tiempo. Las arenitas con oolitos de hierro de la parte inferior
de la unidad se creen depositadas en frentes de playa con influencia marina. Las lodolitas
grises que predominan en la unidad se consideran depositadas en áreas cenagosas y de
offshore durante la transgresión del Eoceno Tardío y Oligoceno Temprano. El contacto infe-
rior de la unidad (Figura 52) se coloca en el cambio abrupto de las lodolitas de la Formación
Concentración a las arenitas de grano medio y grueso a conglomeráticas de la infrayacente
Formación Picacho.
FORMACIÓN PICACHO: De 2101 a 2840 pies se encuentran las areniscas de la Forma-
ción Picacho (Figuras 50 a 52). Se trata de litoarenitas de grano grueso a muy grueso, con
conglomerados de gránulos, en capas gruesas y muy gruesas, masivas, con estratificación
cruzada y planar. Se presentan algunas intercalaciones menores de lodolitas grises en capas
delgadas a medias, que alcanzan solamente el 10% de la unidad.
El ambiente de depósito se considera aluvial, dominado por sistemas de ríos trenzados
de alta energía. La unidad se depositó durante una caída regional relativa del nivel del mar
durante levantamiento tectónico rápido del área fuente en la Cordillera Central.
Figura 50. Pozo Corrales-1. Parte baja de la Formación Concentración (Eoceno Superior) y alta de la Formación Picacho (Eoceno Medio).
Figura 52. Pozo Corrales-1. Base de la Formación Picacho (Eoceno Medio) y tope de la Formación Socha Superior (Eoceno Inferior).
Figura 51. Litología típica de areniscas de la Formación Picacho en el pozo Corrales.
Figura 49. Litología típica de la parte inferior de la Formación Concentración atravesada por el pozo Corrales-1.
FORMACIÓN SOCHA SUPERIOR: Se encuentra entre los 2840 y los 3424 pies. Se trata
de lodolitas con intercalaciones menores de arenitas (Figura 53). Las lodolitas son rojas
a púrpuras y multicoloreadas, indicando procesos de formación de suelos en llanuras de
inundación aluvial. Como las lodolitas predominan claramente sobre las arenitas, se cree
que se trata de ríos anastomosados en llanuras fluviales distales y llanuras costeras. Se
encuentran capas de carbón y acumulaciones de moluscos en capas de bioesparita que
indican ambientes costeros. Las arenitas intercaladas son de grano fino a muy fino, lodosas
y excepcionalmente son de grano medio.
FORMACIÓN SOCHA INFERIOR: Esta unidad se encuentra compuesta predominantemen-
te por areniscas, en el intervalo comprendido entre los 3424 y 4080 pies (Figuras 54 y 55).
Se trata de litoarenitas de grano medio a grueso con intercalaciones menores de lodolitas de
colores crema y en menor proporción rojizas y multicoloreadas. El ambiente es nuevamente
dominado por ríos trenzados en los que excepcionalmente se preservan los depósitos lodo-
sos de llanura de inundación.
FORMACIÓN GUADUAS: Se encuentra en el intervalo 4080 a 4899. Está compuesta por
lodolitas grises con intercalaciones menores de arenisca y de carbón (Figura 56). Las lodo-
litas están excepcionalmente moteadas por colores rojizos, indicando formación de suelos
58
en llanuras costeras. La mayoría de las lodolitas corresponden a depósitos de ciénagas
durante un período transgresivo, pero también se han documentado lodolitas marinas de
offshore con foraminíferos.
Sucesión estratigráfica y ambientes de depósito de las unidades perforadas en el pozo Bolívar-1
FORMACIÓN GUADUAS: El pozo inicia la perforación en la Formación Guaduas, cuya
litología es comparable con la del pozo Corrales-1. La unidad se encuentra en el pozo Bolívar
desde la superficie hasta los 1723 pies (Figura 57).
ALOFORMACIÓN GUADALUPE SUPERIOR: En el intervalo de 1723 a 2281 pies. Se trata
de una sucesión progradacional con arenitas granocrecientes de grano muy fino a medio
(Figuras 58 y 59). En algunos niveles se encuentran capas delgadas y medias de bioespa-
rita arenosa. Las intercalaciones de shales arenosos son comunes. Se trata de ambientes
marinos de frente de playa puntuados por superficies transgresivas menores que dan paso
episódico a lodolitas de offshore. La unidad es un reservorio potencial, con un sello muy
efectivo en las lodolitas y arcillolitas de la Formación Guaduas.
Figura 54. Pozo Corrales-1. Parte baja de las lodolitas arenosas de la Formación Socha Superior (Eoceno Inferior) y parte alta de las areniscas de la Formación Socha Inferior (Paleoceno Superior).
Figura 55. Litología típica de areniscas de la Formación Socha Inferior (Paleoceno Superior) del pozo Corrales-1. Las areniscas corresponden a depósitos de canal (trenzado) y las escasas lodolitas a depósitos asociados de llanura de inundación.
Figura 56. Lodolitas grises con intercalaciones menores de arenitas típicas de la Formación Guaduas en el pozo Corrales-1.
Figura 53. Pozo Corrales-1. Litología típica de lodolitas con intercalaciones menores de arenitas lodosas de la Formación Socha Superior (Eoceno Inferior).
ALOFORMACIÓN GUADALUPE MEDIO: En el intervalo entre 2281 y 2946. Incluye shales
con intercalaciones menores de biomicritas (Figura 59) depositadas en ambientes marinos
de offshore.
ALOFORMACIÓN GUADALUPE INFERIOR: En el intervalo 2946 a 3600, incluye arenitas
de grano muy fino y fino con intercalaciones menores de shales. Las arenitas son fosilífe-
ras y se encuentran intercaladas con bioesparitas arenosas. La sucesión es progradacional
(gradualmente somerizante), puntuada por intercalaciones de shales de offshore deposita-
dos durante intervalos transgresivos menores. La unidad es reservorio y fue cañoneada en
varios intervalos. El sello es la Aloformación Guadalupe Medio. (Figura 60).
ALOFORMACIÓN CHIPAQUE: Se trata de shales con intercalaciones menores de biomi-
critas en el intervalo 3600 hasta el final del pozo. Excepcionalmente se encuentran interca-
laciones en capas delgadas y medias de bioesparita arenosa. El ambiente de depósito es
marino de offsore durante un período transgresivo y de alto nivel. Las bioesparitas arenosas
se depositaron durante regresiones menores y las biomicritas durante intervalos en los que
se disminuyó significativamente el aporte de partículas terrígenas por ascenso del nivel
relativo del mar.
59
Figura 57. Pozo Bolivar-1. Base de la Aloformación Guaduas (Maastrichtiano Superior) y tope de la Aloformación Guadalupe Superior (Maastrichtiano Inferior).
Figura 58. Pozo Bolivar-1. Parte alta de la Aloformación Guadalupe Superior (Maastrichtiano Inferior).
Figura 59. Pozo Bolivar-1. Parte baja de las arenitas de la Aloformación Guadalupe Superior (Maastrichtiano inferior) y parte alta de los shales de la Aloformación Guadalupe Medio (Campaniano Superior).
60
Figura 61. Pozo Bolivar-1. Parte baja de la Aloformación Guadalupe Inferior (Campaniano Temprano) y tope de la Aloformación Chipaque (Santoniano).
Figura 60. Pozo Bolivar-1. Parte alta de las arenitas de la Aloformación Guadalupe Inferior (Campaniano Temprano) y cherts fracturados de la parte baja de la Aloformación Guadalupe Medio (Campaniano Tardío).
61
Geoquímica orgánica del Bloque SoapagaModelamiento 1D en el Área de Soapaga
Se emplearon los datos geoquímicos de los pozos Corrales-1 y Bolívar-1 para generar mo-
delos 1D de generación de hidrocarburos, calibrados con los datos de madurez (Ro y/o Tmax)
obtenidos a partir de muestras de zanja. Para realizar los modelos se procedió a crear un mo-
delo geohistórico a partir de los modelos de evolución tectónica, estratigráfica y estructural del
área, el cual fue alimentado con parámetros geoquímicos de calidad de las rocas generadoras
y un modelo de historia térmica basado en la evolución tectónica del área.
Para evaluar el grado de validez del modelo generado, se han comparado y calibrado
los datos de madurez disponibles en los pozos, con la curva de madurez de Tmax y/o re-
flectancia de vitrinita (%Ro) obtenida del modelo, hasta encontrar el mejor ajuste entre los
datos. Los modelos 1D fueron generados empleando el programa PetroMod 1D Express de
Integrated Exploration Systems (IES).
Seudopozo en el depocentro del pozo Corrales-1
El pozo Corrales-1 fue perforado en los alrededores del municipio del mismo nombre, muy
cerca de la Falla de Soapaga, en el depocentro de la pequeña cuenca de antepaís generada
por el Macizo de Floresta. Debido a que este pozo perforó únicamente secuencia terciaria,
de la Formación Concentración a la Formación Guaduas, fue necesario completar el modelo
geohistórico (Figura 62) para el seudopozo en el depocentro, con la información estratigrá-
fica del mapa geológico y la interpretación sísmica realizada del área, para posteriormente
proceder con la generación de un modelo de generación 1D que permitiera establecer la
evolución de las rocas generadoras en esta parte del área de estudio. En la tabla 10 están
resumidos los parámetros de entrada del modelo de generación.
Tabla 10. Parámetros de entrada del modelo de generació.
62
En la Figura 63 se observa el ajuste entre los parámetros de madurez Tmax y reflectancia
de vitrinita (%Ro) calculados contra los datos medidos en las muestras de pozo (cruces
negras). El mejor ajuste se observa con los datos de reflectancia de vitrinita, en el caso de
los valores de Tmax y %Ro todas las muestras tomadas en el pozo son inmaduras.
Siendo este el modelo de mejor ajuste con los datos de madurez existentes para el pozo
Corrales-1, se considera como el escenario más probable de generación para el depocentro
inmediatamente al Este del Macizo de Floresta, el cual sugiere que las rocas del Cretácico
Inferior (Formación Tibasosa) pudieron entrar a ventana de generación de hidrocarburos a
finales del Cretácico durante un periodo de gran subsidencia relacionado con el depósito de
las Formación Guaduas, y desde este momento hasta hace unos 23 millones de años este
depocentro continuó subsidiendo, momento en el cual la secuencia sedimentaria alcanzaría
su máximo enterramiento y la secuencia de rocas cretácicas su mayor grado de madurez
térmica, encontrándose la mayor parte de esta secuencia en ventana temprana de genera-
ción y la Formación Tibasosa en una etapa tardía de madurez para hidrocarburos líquidos
(Figura 64).
Sin embargo, la detención en la generación de espacio para acomodar sedimentos des-
de el depósito de la Formación Concentración, hace que desde ese momento el grado de
madurez de las rocas sea el mismo, lo que da lugar a un estancamiento en la tasa de trans-
formación de la materia orgánica. Como resultado de esto los valores de transformación no
siguen aumentando, alcanzando valores máximos de 7% en la parte inferior de la Formación
Tibasosa y disminuyendo progresivamente hasta prácticamente cero en la Formación Chi-
paque. Esto a su vez indica que una fracción muy pequeña de la materia orgánica se ha
podido transformar en hidrocarburo para ser expulsado y almacenado en las estructuras
presentes en el área.
Figura 62. Modelo geohistórico del depocentro del pozo Corrales-1.
Figura 63. Calibración de madurez del modelo 1D del depocentro de Corrales-1, con los datos obtenidos a partir de las muestras de zanja del pozo.
Figura 64. Modelo de madurez termal del depocentro del pozo Corrales-1.
63
Sin embargo, ante los pocos datos de calidad de la materia orgánica que hay disponibles
de las rocas con potencial generador presentes en el área, no es posible estimar los volúme-
nes que pudieran haber sido expulsados y por lo tanto no hay forma de determinar si pueden
ser suficientes para llenar o no las estructuras observadas en el área de Soapaga.
Resultados del modelo del pozo Bolívar-1
Teniendo en cuenta la cercanía entre el pozo Bolívar-1 y el pozo Corrales-1 se han em-
pleado los mismos parámetros de entrada del modelo de generación para el seudopozo del
depocentro de Corrales-1. Y debido a que en el pozo Bolívar la secuencia perforada es esen-
cialmente cretácica, de la Formación Guaduas hasta la Formación Chipaque, su modelo de
enterramiento fue complementado, para la secuencia suprayacente terciaria, con el mapa
geológico y los datos estratigráficos del pozo Corrales-1. El modelo geohistórico correspon-
diente se observa en la Figura 65.
Figura 65. Modelo de enterramiento del pozo Bolívar-1.
correspondientes a la Formación Chipaque entran a ventana de generación temprana hace
42 millones de años y alcanzan su mayor grado de madurez hace 23 millones de años, y
debido al levantamiento que ha sufrido la secuencia desde ese momento, la madurez de
la roca ha permanecido prácticamente igual hasta la actualidad con valores inmaduros a
ventana temprana de generación (%Ro 0.55 – 0.70) (Figura 67).
Sin embargo y considerando que por debajo de la Formación Chipaque se encuentran
rocas con potencial generador como los shales intermedios de la Formación Une, o los
shales y carbonatos de la Formación Tibasosa es muy factible que debido a la similitud en
la historia de enterramiento con la zona del depocentro del pozo Corrales-1, al menos hasta
hace 23 millones de años, las rocas del Cretácico Inferior debieron haber alcanzado condi-
ciones de madurez termal similares a las estimadas en el depocentro adyacente al Oeste en
dirección al Macizo de Floresta.
Los datos de producción del pozo Bolívar-1 indican que está produciendo en la Formación
Guadalupe, la cual suprayace a la Formación Chipaque y que puede ser la fuente, ya que
de acuerdo con algunos estudios (Mello et al, 1995) se ha indicado una correlación entre
el crudo encontrado en el pozo y los extractos de la formación denominada por ellos como
Conejo, nomenclatura más apropiada para el área Arcabuco-Villa de Leiva, que para la de
Soapaga, pero que equivale temporalmente con la Formación Chipaque.
Sin embargo no se puede descartar carga a partir de la Formación Tibasosa, que se
encuentra por debajo de estas formaciones, y tiene igualmente facies generadoras proba-
blemente más maduras que las de la Formación Chipaque y que son suprayacidas por las
areniscas de la Formación Une.
Secuencia de eventos en el Área de SoapagaEn la Figura 68, se presenta la carta de los eventos estratigráficos y estructurales, que
han influenciado la evolución de los sistemas petrolíferos del área de Soapaga. En esta se
En este modelo de enterramiento se observa que la secuencia alcanza al igual que en el caso
del depocentro del pozo Corrales-1 su máximo enterramiento a los 23 millones de años y a partir
de este momento comienza un proceso de levantamiento que da lugar a la estructura anticlinal en
que fue perforado el pozo, y la erosión de prácticamente todos los sedimentos terciarios.
En la figura 66 se observa el ajuste entre los parámetros de madurez Tmax y reflectancia
de vitrinita (%Ro) calculados contra los datos medidos en las muestras de pozo (cruces
negras). El mejor ajuste se observa con los datos de reflectancia de vitrinita, en el caso de
los valores de Tmax y %Ro todas las muestras tomadas en el pozo son inmaduras.
Siendo este el modelo de mejor ajuste con los datos de madurez termal de las rocas, en
especial con los datos de reflectancia de vitrinita (%Ro), sugiere que las rocas generadoras
Figura 66. Calibración de madurez del modelo 1D del pozo Bolívar-1, con los datos obtenidos a partir de las muestras de zanja del pozo.
64
observa que el momento crítico para la preservación de los hidrocarburos comienza a los
23 millones de años, inmediatamente después de alcanzar el mayor enterramiento las rocas
cretácicas depositadas en este sector de la cuenca, y que este periodo se sobrepone con un
periodo de deformación activa que da lugar a la estructura del pozo Bolívar-1 y algunas otras
en la zona de Soapaga. También se observa que hay parcialmente un sincronismo positivo
entre la fase final de generación de hidrocarburos y la formación de las trampas entre los
23 y 30 millones de años, que favorecería la acumulación de hidrocarburos, aunque la fase
de deformación desarrollada entre los 10 y 23 millones de años puede haber dado lugar a la
destrucción o transformación de las estructuras más tempranas, lo cual puede dar lugar a
procesos de remigración en el área de Soapaga.
De todas maneras es importante anotar, que el hecho de que hace 23 millones de años
se haya alcanzado el mayor grado de madurez de las rocas generadoras, no implica que
estas hayan dejado de producir hidrocarburos, sino que los procesos de transformación de
la materia orgánica se desarrollan a tasas mucho más lenta.
Figura 67. Modelo de madurez termal del pozo Bolívar-1.
Figura 68. Carta de eventos del área de Soapaga
65
Procesamiento sísmicoSe realizó la revisión y generación de datos preapilado migrados en tiempo, para lo cual
se llevaron los diferentes grupos de datos sísmicos 2D a través de un esquema de procesa-
miento consistente, permitiendo una mejor visualización de estructuras tales como la falla
Soapaga, la cual tiene una orientación Norte- Sur. Las líneas sísmicas 2D fueron registradas
con orientación Oriente-Occidente con respecto a la Falla de Soapaga, con excepción de la
línea ANH-2005-01, la cual fue registrada en sentido Norte-Sur, siguiendo la orientación del
sistema de fallas. La información sísmica 2D está dividida en seis grupos de datos y de pa-
rámetros de registro, tal como se enumera a continuación: ANH-SP-2005, PAZ DEL RIO-88,
PAZ DEL RIO-89, LAGUNA-94, LAGUNA-95 Y TUNJA-1993.
Las pruebas iníciales y la secuencia de procesamiento aplicada permitieron el adecuado
tratamiento de efectos cercanos a la superficie debidos a las variaciones en elevación ca-
racterísticas de la zona y a la capa meteorizada, y permitieron generar migraciones finales
a un datum uniforme de 4000 metros. El procesamiento inicial de estos datos fue realizado
por diferentes compañías a diferentes tiempos y generaron como producto final migracio-
nes post-apilado. Cabe resaltar como los productos generados del procesamiento inicial
parecen tener una baja migración y están procesados a diferentes frecuencias y datums.
Además, las polaridades parecen ser diferentes.
Todo el procesamiento fue llevado a cabo en base a un datum flotante, el cual usa un
radio de 1 kilómetro sobre el cual es calculada la elevación promedio de cada estación, re-
ferenciada al datum variable. Por último, la migración pre apilado final es llevada a un datum
fijo de 4000 metros La ubicación de las líneas reprocesadas dentro del bloque Soapaga se
puede observar en la Figura 69., mientras en la Figura 70 se resaltan las líneas utilizadas
para la explicación de los diferentes pasos de procesamiento.
Procesamiento enfocado a rayosElsoftwareparaprocesamientosísmicoSeisuputilizaelalgoritmoKirchhoffparalarea-
lización de la migración preapilado en tiempo, el cual es efectivo al enfocar la energía en
suposicióncorrecta, sin comprometer la informacióndeamplitudy fase. Este software
permite tomar en cuenta las variaciones de velocidad con el espacio y el tiempo, calcula los
tiempos de viaje a partir de una ecuación de raíz cuadrada doble (Trazado de rayos rectos
o rayos curvos) y mantiene la integridad de las amplitudes a partir de correcciones en fase
y amplitud.
Software
SeisUP, software desarrollado por GeoCenter, Inc., es un sistema de procesamiento
sísmico totalmente interactivo, adecuado a todos los estándares de la industria, diseñado
específicamente para el procesamiento de grandes volúmenes de datos sísmicos 2D y 3D,
tanto de tierra como marinos. SeisUP ofrece un procesamiento optimizado en paralelo en
redes o clústeres de estaciones separadas, computadores con memoria compartida SMP y
sistemas multiprocesador con arquitecturas de memoria distribuida. SeisUP no es una fami-
66
lia de sistemas desarrollados independientemente sino un solo sistema de procesamiento
dedatossísmicosdesarrolladobajoelprincipiodeunsoftwareintegradoyunificado.
Características especiales
• Unix,Linux,MacOSandWindows.
• Procesamientointeractivosimultáneoyporlotes.
• Representacióngraficadelaconstruccióndeflujosdeprocesamientoyvisualizaciónde
la historia total de procesamiento.
• Entradadeparámetrosportablasdedatosmulti-dimensionales.
• Menúseiconosdesplegablesapartirdecontrolesdeusuario.
• CGM+:Sistemadeploteoacordeconlosestándaresdelaindustria.
• Sub-sistemademanejodetapesparalibreríasdegrantamaño.
• Interfacegraficadeusuariojava
• Amplioambientededesarrollo.
Hardware
• 4Estacionesdetrabajobajoplataforma
Linux
• 2x2:Unidadesde lecturaparaDVDy
CD
• 2Terabytesdealmacenamientoendisco
• Unidades de lectura para DLT, 8mm y
cintas 3490
Líneas reprocesadas y parámetros de adquisición
La Tabla 11 y Tabla 12 son un resumen
de las líneas re-procesadas del proyecto
Soapaga y de los parámetros de adquisi-
ción más relevantes que influencian la ca-
lidad de los datos sísmicos.
ProcesamientoPruebas realizadas
Para definir la secuencia básica de pro-
cesamiento de los datos sísmicos se reali-
zaron diferentes pruebas sobre los paráme-
tros de procesamiento:
• Recuperación de amplitud. Se probaran
funciones de ganancia, así como com-
pensación por divergencia esférica y
compensación por atenuación inelástica.
• Filtro F-K y filtrado en frecuencia para
eliminación de ruido coherente.
• PruebasdeEstáticasdeRefracción.
• Deconvolución
• Binning.Apilados2Dcondiferentestamañosdebin.
• DeconvoluciónF-X
• Análisisdevelocidades
• EliminacióndeMúltiples
• PruebasdeparámetrosdeMigración
• Filtrosygananciafinal
El control de calidad de cada prueba fue realizado tanto a nivel de registro como a nivel
de apilado y de este modo se logró obtener una secuencia capaz de mejorar el contenido
espectral de la señal, atenuar una buena parte de las diferentes fuentes de ruido y mejorar
la continuidad en cada uno de los eventos sísmicos.
Figura 69.Mapa de líneas reprocesadas del proyecto.
Figura 70. Mapa de líneas reprocesadas del proyecto con geología.
67
Secuencia de procesamiento
La secuencia final de procesamiento quedó definida de la siguiente manera:
1. Conversión de formato SEG-D a formato Interno SeisUP
2. Editado de fuentes y receptoras
LINEA ADQUISICION FUENTE DE ENERGIA CARGA FILTRO FOLD INTERVALO DE ESTACIONES (m)
INTERVALO DE FUENTES (m) TIPO DE TENDIDO
PDR-1988-01 GSI DINAMITA/ VIBRO 4 LBS./ 3 VIBRATORS 8Hz-18DB/O-128Hz-72BD/O 60 25 25 ASSYM-SPLITPDR-1988-02 GSI DINAMITA 4 LBS 8Hz-18DB/O-128Hz-72BD/O 60 25 25 ASSYM-SPLITPDR-1988-03 GSI DINAMITA 4 LBS 8Hz-18DB/O-128Hz-72BD/O 60 25 25 ASSYM-SPLITPDR-1988-04 GSI DINAMITA/ VIBRO 4 LBS./ 3 VIBRATORS 8Hz-18DB/O-128Hz-72BD/O 60 25 25 ASSYM-SPLIT-CROOKED LINEPDR-1988-06 GSI DINAMITA 4 LBS 8Hz-18DB/O-128Hz-72BD/O 60 25 25 ASSYM-SPLITPDR-1988-08 GSI DINAMITA 4 LBS 8Hz-18DB/O-128Hz-72BD/O 60 25 25 ASSYM-SPLITPDR-1988-10 GSI DINAMITA 4 LBS 8Hz-18DB/O-128Hz-72BD/O 60 25 25 ASSYM-SPLITPDR-1988-12 GSI DINAMITA 4 LBS 8Hz-18DB/O-128Hz-72BD/O 60 25 25 ASSYM-SPLITPDR-1988-16 GSI DINAMITA 4 LBS 8Hz-18DB/O-128Hz-72BD/O 60 25 25 ASSYM-SPLITPDR-1988-17 GSI VIBROSEIS 3 VIBRATORS 8Hz-18DB/O-128Hz-72BD/O 60 25 25 ASSYM-SPLITPDR-1989-20 WESTERN PENTOFLEX 600gr. 8Hz-12DB/O-125Hz-72BD/O 120 20 20 SPLIT SPREADPDR-1989-22 WESTERN PENTOFLEX 600gr. 8Hz-12DB/O-125Hz-72BD/O 120 20 20 SPLIT SPREADLA-1994-01 GRANT GEOPHYSICAL SISMIGEL 3000 grm 11.2Hz-18DB/O-120Hz-72BD/O 50 15 60 SPLIT SPREADLA-1995-02 GRANT GEOPHYSICAL SISMIGEL 3150 grm 11.2Hz-18DB/O-120Hz-72BD/O 25 15 120 SPLIT SPREAD - ROLL ON ROLL OFFLA-1995-03 GRANT GEOPHYSICAL SISMIGEL 3150 grm 11.2Hz-18DB/O-120Hz-72BD/O 25 15 120 SPLIT SPREAD - ROLL ON ROLL OFFLA-1995-03.5 GRANT GEOPHYSICAL SISMIGEL 3150 grm 11.2Hz-18DB/O-120Hz-72BD/O 25 15 120 SPLIT SPREAD - ROLL ON ROLL OFFT-1993-1650 WESTERN PENTOFLEX 2250 grm OUT - 125 Hz-72BD/O 60 30 60 SPLIT SPREADT-1993-1800 WESTERN PENTOFLEX 2250 grm OUT - 125 Hz-72BD/O 60 30 60 SPLIT SPREADANH-SP-2005-01 (PGS/SISMOPETROL) SISMIGEL 6300gr. OUT-200Hz 200 20 40 SPLIT-SPREADANH-SP-2005-02 (PGS/SISMOPETROL) SISMIGEL 6300gr. OUT-200Hz 200 20 40 SPLIT-SPREADANH-SP-2005-06 (PGS/SISMOPETROL) SISMIGEL 6300gr. OUT-200Hz 200 20 40 SPLIT-SPREADANH-SP-2005-10 (PGS/SISMOPETROL) SISMIGEL 6300gr. OUT-200Hz 200 20 40 SPLIT-SPREADANH-SP-2005-12 (PGS/SISMOPETROL) SISMIGEL 6300gr. OUT-200Hz 200 20 40 SPLIT-SPREADANH-SP-2005-14 (PGS/SISMOPETROL) SISMIGEL 6300gr. OUT-200Hz 200 20 40 SPLIT-SPREADANH-SP-2005-16 (PGS/SISMOPETROL) SISMIGEL 6300gr. OUT-200Hz 200 20 40 SPLIT-SPREADANH-SP-2005-18 (PGS/SISMOPETROL) SISMIGEL 6300gr. OUT-200Hz 200 20 40 SPLIT-SPREADANH-SP-2005-20 (PGS/SISMOPETROL) SISMIGEL 6300gr. OUT-200Hz 200 20 40 SPLIT-SPREADANH-SP-2005-22 (PGS/SISMOPETROL) SISMIGEL 6300gr. OUT-200Hz 200 20 40 SPLIT-SPREADANH-SP-2005-24 (PGS/SISMOPETROL) SISMIGEL 6300gr. OUT-200Hz 200 20 40 SPLIT-SPREAD
Tabla 11. Parámetros de adquisición por línea y por programa.
3. Remuestreo de 2 a 4ms con aplicación de filtro anti-alias
4. Definición y asignación de geometría
5. Control de calidad a la geometría e integridad de datos
• Aplicacióndemoveoutlineal
68
7. Apilado bruto
8. Corrección por divergencia esférica
• Correcciónconfuncióndevelocidadrms
9. Corrección de amplitud consistente en superficie
• ComponentesFuente,Receptor,Offset
10. Filtro tipo Notch – 60Hz
11. Deconvolución predictiva fase mínima
• Longituddeloperador:240ms
• Longituddepredicción:12ms
• Pre-Whitening:0.01%
• Ventanasdediseño:2
12. Editado automático de Spikes
13. Aplicación de NMO y apilado
14. Análisis de velocidad
• Intervalode1km
15. Calculo y aplicación de estáticas residuales consistentes en superficie
• Numerodetrazasusadasenlacorrelacionarcruzada:9
• Máximoshiftdecorrelación:40ms
• Ventana:300-4000ms
16. Análisis de velocidad
• Intervalode1km
17. Aplicación de NMO y apilado
18. Calculo y aplicación de estáticas residuales consistentes en superficie
• Numerodetrazasusadasenlacorrelacionarcruzada:9
• Máximoshiftdecorrelación:40ms
• Ventana:300-4000ms
• Migraciónpre-apiladoentiempotipoKirchhoff
• Generacióndebinesparaanálisisdevelocidadescada1km
19. Análisis de Velocidad PSTM
• Intervalosde1km
20. Migración pre-apilado en tiempo tipo Kirchhoff
• Máximobuzamiento:60º
• Incrementoenoffset:160m.
• Aperturademigración:5000m
21. Análisis final de velocidad
• Intervalosde0.5km
22. Aplicación de NMO y apilado
• DeconvoluciónF-X
• Longitudedelfiltro:5trazas
23. Filtro pasa banda: 5/10 – 40/50
24. Aplicación de Ganancia: 1000ms
No PROGRAMA LINEA PRIMERA ESTACION
ULTIMA ESTACION PRIMER CDP ULTIMO CDP
INTERVALO DE ESTACIONES
(m)
INTERVALO DE FUENTES (m) LONGITUD (Km)
1 SOAPAGA 2D 2005 ANH-SP-2005-1 801 3639 1702 7174 20 40 55
2 SOAPAGA 2D 2005 ANH-SP-2005-2 801 1657 1711 3250 20 40 15.5
3 SOAPAGA 2D 2005 ANH-SP-2005-6 801 1881 1705 3686 20 40 19.8
4 SOAPAGA 2D 2005 ANH-SP-2005-10 801 1857 1762 3580 20 40 18.2
5 SOAPAGA 2D 2005 ANH-SP-2005-12 801 1861 1726 3572 20 40 18.5
6 SOAPAGA 2D 2005 ANH-SP-2005-14 801 1895 1752 3682 20 40 19.3
7 SOAPAGA 2D 2005 ANH-SP-2005-16 801 1817 1724 3564 20 40 18.4
8 SOAPAGA 2D 2005 ANH-SP-2005-18 801 1757 1755 3365 20 40 16.1
9 SOAPAGA 2D 2005 ANH-SP-2005-20 801 1793 1752 3470 20 40 17.3
10 SOAPAGA 2D 2005 ANH-SP-2005-22 801 1769 1702 3438 20 40 17.4
11 SOAPAGA 2D 2005 ANH-SP-2005-24 801 1685 1661 3332 20 40 16.7
12 PAZ DEL RIO 88 PDR-1988-01 90 1060 186 2117 25 50 24.213 PAZ DEL RIO 88 PDR-1988-02 133 461 234 919 25 50 8.614 PAZ DEL RIO 88 PDR-1988-03 133 741 272 1479 25 50 15.115 PAZ DEL RIO 88 PDR-1988-04 101 736 206 1470 25 50 15.916 PAZ DEL RIO 88 PDR-1988-06 101 901 204 1799 25 50 2017 PAZ DEL RIO 88 PDR-1988-08 101 515 206 1027 25 50 10.318 PAZ DEL RIO 88 PDR-1988-10 115 326 260 649 25 50 5.019 PAZ DEL RIO 88 PDR-1988-12 101 417 206 831 25 50 7.820 PAZ DEL RIO 88 PDR-1988-16 101 701 205 1399 25 50 14.921 PAZ DEL RIO 88 PDR-1988-17 101 1163 206 2162 25 50 26.522 PAZ DEL RIO 89 PDR-1989-18A 101 300 201 598 30 30 5.923 PAZ DEL RIO 89 PDR-1989-20 100 400 202 800 20 20 624 PAZ DEL RIO 89 PDR-1989-22 100 400 202 799 20 20 625 LAGUNA-94 LA-1994-01 101 1169 203 2335 15 60 16.026 LAGUNA-95 LA-1995-02 500 1397 1009 2789 15 120 13.427 LAGUNA-95 LA-1995-03 373 1421 778 2839 15 120 15.528 LAGUNA-95 LA-1995-03.5 509 1485 1022 2966 15 120 14.529 TUNJA-93 T-1993-1650 187 698 383 1334 30 60 14.330 TUNJA-93 T-1993-1800 133 549 280 1044 30 60 11.5
TOTAL 483.6
Tabla 12. Longitud de las líneas reprocesadas
• MapeodelaubicaciónFuente-Receptor
• Mapeodelbin
• MapadedistribucióndeFold
6. Estáticas de Refracción
• Datum:4000m
• Velocidaddereemplazamiento:3400m/s
Nota: la relación Shot Point/CDP para todas las líneas es: CDP = SP x 2.
69
La Figura71 es un diagrama de flujo que resume los pasos seguidos en la secuencia de
procesamiento:
Productos finalesPara todas las líneas sísmicas, los productos generados en el re-procesamiento son los
siguientes:
1. CDP gathers antes de PSTM
3. CDP gathers despues de PSTM
4. Apilado In-In
5. Apilado Out-Out
6. Sección PSTM In-In
7. Sección PSTM Out- Out
8. Archives CGM de todas las secciones PSTM 2D
9. Velocidades RMS en formato ASCII referenciadas al datum final.
10. UKOOA
BYTES DE UBICACION DE HEADERS
CDP: ubicado en los bytes 21-24
SP: ubicado en los bytes 17-20
CDP-X: ubicado en los bytes 181-184
CDP-Y: ubicado en los bytes 185-189
Elevación de CDP: ubicado en los bytes 194-197
STATICAS: ubicado en los bytes 205-208
FOLD: ubicado en los bytes 209-212
Principales rutinas de procesamientoA continuación se presenta una breve explicación de las principales rutinas de procesa-
miento usadas en este trabajo de re-procesamiento sísmico. La Figura es un ejemplo de un
disparo de campo de la línea ANH-2005-10.
Correcciones por divergencia esfericaEl modulo SPER, de SeisUP, permite realizar una compensación por perdidas de amplitud
debidas al avance del frente de onda, para lo cual asume un medio estratificado horizontal.
La corrección es proporcional al reciproco del radio del frente de onda esférico.
SPER puede aplicar correcciones basadas en offset cercanos, las cuales, en el caso
de ondas P-P, puede comportarse de acuerdo a la ecuación 1/[v(t)**2 * t] y, en el
caso de ondas P-SV, de acuerdo a Vw/[v(t)**2 * t]. Además, de ser requerido, se
puede aplicar una corrección más rigurosa que toma en cuenta offsets lejanos. Esta
última corrección se basa en un trazado de rayos para la determinación de los fac-
tores de divergencia (Newman, P., 1973). Esta opción no está disponible para ondas
convertidas. Figura 71. Diagrama de flujo de procesamiento.
70
Las velocidades requeridas para realizar esta corrección puede ser una sola función de
velocidad RMS promediada para cada programa de adquisición. En caso de que se quiera
entrar múltiples funciones de velocidad, el modulo interpolara las velocidades y calculara la
corrección para cada CMP.
La Figura 73 muestra un ejemplo (línea ANH-2005-10) de un shot de campo después de
realizada la corrección por divergencia esférica, a partir de los parámetros seleccionados de
las pruebas sobre los parámetros de procesamiento.
Correcciones de amplitud consistentes en superficieLas correcciones de amplitud consistentes en superficie están basadas en dos módulos
principales, SGN1 y SGN2. El programa SGN1 calcula la amplitud media instantánea para
cada una de las trazas de entrada. La salida de SGN1 puede ser leída por el modulo SGN2,
el cual se encarga de descomponer los datos de amplitud en sus componentes de fuente,
receptor, CMP y offset. Además, es posible, mediante una matriz multidimensional, definir
la ventana de tiempo a partir de la cual se extraerá la información. La amplitud es medida
dentro de este ancho de banda, sin un previo filtrado de los datos.
La Figura 74 muestra un ejemplo (línea ANH-2005-10) de un shot de campo después de
realizada la corrección de amplitud consistente en superficie.
Editado de spikes y ruido tipo burstTípicamente, los spikes son causados por ruido en los instrumentos o errores en las
cintas. El ruido tipo burst son amplitudes de larga duración producidos por pasos (humanos
o de animales) sobre los geófonos, ruido en el cable, lluvia y viento localizado en ciertas
estaciones de geófonos. La herramienta para editado de spikes y ruido tipo burst es capaz
de detectar y editar automáticamente muestras de spikes y múltiples muestras de ruido tipo
burst. Una vez detectado, el spike es removido a partir de una interpolación con respecto a
las muestras adyacentes. El ruido tipo burst es reemplazado por segmentos de traza inter-
polada a partir de trazas cercanas.El editado de spikes calcula la amplitud media absoluta
dentro de una ventana de tiempo. La relación entre cada muestra de amplitud absoluta con
respecto a la amplitud media es calculada. Si esta relación es mayor que el umbral definido
por el usuario, esta muestra es clasificada como un spike. Esta muestra es reemplazada por
una interpolación lineal con respecto a las muestras por encima y por debajo del spike.
El editado de ruido tipo burst implica el cálculo de un promedio móvil con tres muestras
a lo largo de cada traza. Este promedio es usado para calcular su relación con la amplitud
media de cuatro trazas cercanas. Luego, esta relación es comparada con el umbral definido
por el usuario. Si la relación es mayor que la del umbral, esta muestra es marcada como
fallida. En este caso, el modulo intenta expandir el ruido con el fin de obtener un bloque de
ruido mas continuo usando la mínima longitud del burst como la longitud de la expansión.
La Figura 75 muestra un ejemplo (línea ANH-2005-10) de un shot de campo después del
editado de spikes y ruido tipo burst.
Deconvolución Los datos sísmicos pueden ser considerados como la convolución entre la señal de la
fuente y los instrumentos de registro, geófonos y la respuesta de la tierra. La respuesta de
la tierra puede generar efectos indeseables tales como reverberaciones, múltiples y fantas-
mas. El objetivo de la deconvolución es estimar estas respuestas y aplicar un filtro inverso
para su remoción.
El modulo usado en este caso, denominado DECON, permite implementar una deconvo-
lución tipo Weiner-Levinson (Robinson,E.A., Trietel, S., 1980) o por máxima entropía (Burg,
J.P., 1975), en un modo traza a traza o multitraza. DECON permite realizar la deconvolución
Wiener-Levinson tipo spiking y predictiva. En caso de ser escogida la deconvolución pre-
dictiva, el modulo requiere de la longitud de predicción y de la longitud del operador de
deconvolución. En caso de ser seleccionada la deconvolución tipo Spiking, este modulo da
la opción de desarrollar tanto una deconvolución en fase mínima, fase cero o solo fase. La
Figura 76 muestra un ejemplo (línea ANH-2005-10) de un shot de campo después de aplicar
una deconvolución predictiva fase mínima basada en los mejores parámetros seleccionados
en las “pruebas de deconvolución”.
Figura 72. Shot de campo línea ANH-2005-10.
71
Estáticas de refracciónEl módulo interactivo para el cálculo de estáticas de refracción de SeisUP genera estáti-
cas tanto para fuentes como para receptoras a partir de modelos en profundidad cercanos a
superficie. El usuario puede seleccionar interactivamente los rangos de offsets y hacer un
editado de trazas ruidosas. Los picados de primeros arribos y los offsets del refractor son
analizados para la obtención de la velocidad del refractor.
Esta velocidad es suavizada y combinada con los tiempos de primeros arribos y con la
geometría de adquisición para calcular de forma iterativa soluciones en tiempo para hasta
cinco capas refractoras. Estas soluciones de términos en tiempo son invertidas a partir
de las velocidades del refractor con el fin de generar un modelo en profundidad de la capa
refractora. Las estáticas para fuente y receptor se establecen reemplazando el tiempo desde
la superficie hasta la base del modelo con un tiempo basado en la velocidad de reemplaza-
miento especificada por el usuario. En general, el cálculo y almacenamiento de las estáticas
de refracción está comprendido por cinco pasos:
PASO 1: Definición del offset para al menos una capa refractora. Esto implica la asignación
del número de refractor para cada picado de tiempo dentro del rango de offset deseado.
PASO 2: Estimar la velocidad del refractor.
Figura 73. Shot de campo después de la corrección por divergencia esférica, línea ANH-2005-10. Figura 74. Shot de campo después de la corrección de amplitud consistente en superficie, line ANH-2005-10.
Pruebas de deconvolucion
A continuación se presentan las secciones apiladas de la línea ANH-2005-10 después
de aplicadas las pruebas sobre los parámetros de deconvolución sobre estos datos fueron
probados diferentes longitudes de operador, distancias de predicción y numero de ventanas.
Todos los apilados desplegados fueron llevados a cabo con un datum flotante.
• Prueba1:DeconvoluciónSpikingconunaventanadediseño.Longituddeoperador:240
ms.
• Prueba2:Deconvoluciónpredictiva,condistanciadepredicciónde8ms, longitudde
operador de 240 ms y una sola ventana de diseño:
• Prueba3:Deconvoluciónpredictiva,condistanciadepredicciónde12ms,longitudde
operador de 240 ms y una sola ventana de diseño:
• Prueba4:Deconvoluciónpredictiva,condistanciadepredicciónde24ms,longitudde
operador de 240 ms y una sola ventana de diseño:
• Prueba5:Deconvoluciónpredictivaconsistenteensuperficie,condistanciadepredic-
ción de 24 ms, longitud de operador de 240 ms y una sola ventana de diseño:
• Prueba6:Deconvoluciónpredictiva,condistanciadepredicciónde24ms,longitudde
operador de 240 ms y dos ventanas de diseño:
72
PASO 3: Calculo de tiempos de retardo. Una vez se tiene disponibilidad de la velocidad
del refractor y de v0 (velocidad de pozo), es posible calcular los tiempos de retardo para
fuentes y receptoras.
PASO 4: Cálculo del espesor de capa y de elevación del refractor. El modelo en profun-
didad cercano a la superficie debe ser calculado a partir de los tiempos de retardo y de las
velocidades del refractor. Esto se hace en un modo capa a capa comenzando por la capa
más cercana a la superficie y siguiendo hacia abajo. Antes de iniciar cualquier cálculo, la
velocidad v0 es revisada con el fin de detectar valores menores a v1 para cada shot. De
lo contrario, un nuevo valor de v0 es interpolado con el fin de asegurar que v0 < v1 en
cualquier shot. Las demás velocidades de refractor son verificadas con el fin de la velocidad
aumente para cada refractor.
PASO 5: Calculo de estáticas para fuentes y receptoras. El paso final en el análisis de
refracción es el cálculo de las estáticas para fuentes y receptoras, las cuales permitirán
llevar estas dos componentes al datum final. Estos cálculos comprenden la resta del tiempo
de fuentes o receptoras a la base del modelo de refractor y luego adicionar el tiempo para ir
de la base del modelo de nuevo hacia la superficie a una velocidad constante especificada
por el usuario o la velocidad del refractor de fondo, y finalmente adicionar el tiempo desde
la superficie hasta el datum fijo a la velocidad de reemplazamiento. La Figura 73 muestra
un ejemplo (línea ANH-2005-10) de una sección apilada después de la aplicación de las
soluciones para las estáticas de refracción.
Estáticas residualesEl módulo para estáticas residuales, MPAS, calcula estáticas consistentes en su-
perficie para datos 2D y 3D usando el concepto de “máxima energía de apilado”
descrito por Craerbout and Ronen en Diciembre de 1985, articulo de Geographycs:
“SurfaceConsistenResidualStaticsestimationbystackpowermaximization” (Vol.
50, No. 12).
La Figura 84 y Figura 85 muestran un ejemplo (línea ANH-2005-10) de una sección apila-
da después de la aplicación del primer (Figura 83) y segundo (Figura 84) pasó de soluciones
de estáticas residuales:
Migración preapilado en tiempoLas velocidades de apilado dependen del buzamiento de los reflectores, no obstante, una
sección apilada no es capaz de preservar la posición real en profundidad de los eventos
sísmicos debido a que esta no es una sección cero offset.
Figura 75. Shot de campo después del editado de spikes y ruido tipo burst, línea ANH-2005-10.
Figura 76. Shot de campo después de deconvolución - línea ANH-2005-10.
73
Con el fin de resolver este problema, se sugiere migrar los datos sísmicos antes de
realizar el apilado (Gardner, G. H. et al., 1986). Aunque la corrección DMO trata de resolver
este problema, la migración pre-apilado en tiempo (PSTM) es la solución más robusta, la
cual está basada en la suma de amplitudes a través de una curva hiperbólica en tiempo, en
coordenadas CMP-Offset:
Figura 77. Sección apilada después de la Prueba 1 - línea ANH-2005-10.
Figura 78. Sección apilada después de la Prueba 2 - línea ANH-2005-10.
Figura 79 Sección apilada después de la Prueba 3 - línea ANH-2005-10
Figura 80. Sección apilada después de la Prueba 4 - línea ANH-2005-10.
La curvatura hiperbólica depende del campo de velocidad, el cual es una incógnita. Los
Ghathers son migrados en base a un campo de velocidad constante con el fin de evaluar su
efecto sobre la curvatura del reflector, hasta lograr encontrar un campo de velocidad que
logre alcanzar una respuesta plana de los reflectores. La PSTM requiere del uso de un campo
de velocidad previamente corregido por buzamiento, es por esto que se recomienda aplicar
una corrección DMO previa.
74
El modulo de SeisUP, PSI3D, permite el desarrollo de migraciones en tiempo post y pre-
apilado sobre datos a offset común. Este modulo tiene la capacidad de manejar variaciones
verticales y variaciones horizontales de primer orden de velocidad. Los datos a offset común
migrados pueden ser reordenados en familias de CMPs con el fin de realizar un análisis
residual de velocidad o crear los apilados migrados finales.
La Figura 86 muestra un ejemplo de una sección pre-apilada en tiempo de la línea
ANH-2005-10.
Deconvolución f-xEl modulo de SeisUP, FXYDN, es usado para suprimir el ruido aleatorio a partir del uso de
una deconvolución F-X. En primer término, las trazas sísmicas son transformadas al dominio
de la frecuencia. Para cada frecuencia, se asume que una traza se puede predecir a partir
de una combinación lineal de trazas en el área circundante. Este filtro es calculado en base
a una ventana especificada por el usuario y usa un algoritmo de predicción lineal complejo
tipo Wiener-Levinson. Dado que el ruido aleatorio no es predecible, este puede ser filtrado.
Figura 81. Sección apilada después de la Prueba 5 - línea ANH-2005-10.
Figura 82. Sección apilada después de la Prueba 6 - línea ANH-2005-10.
Figura 83. Sección apilada después de estáticas de refracción, línea ANH-2005-10.
Figura 84. Sección apilada después del primer paso de estáticas residuales, línea ANH-2005-10.
75
La Figura 87 muestra un ejemplo de una sección pre-apilada en tiempo después de la ate-
nuación de ruido aleatorio a partir de una deconvolución F-X.
Sección pre-apilada en tiempo llevada al datum final de 4000m Tal como se muestra en la Figura 88 (línea ANH-2005-10) todas las secciones apiladas
finales fueron llevadas a un datum final de 4000m.
Figura 85. Sección apilada después del segundo paso de estáticas residuales, línea ANH-2005-10.
Figura 86. Sección PSTM, línea ANH-2005-10.
Figura 87. Sección PSTM después de aplicada la deconvolución F-X, line ANH-2005-10.
Pruebas de filtrado pasa-banda para visualizaciónSe llevo a cabo un análisis de filtrado pasa banda con el fin de atenuar el ruido de altas
y bajas frecuencias para la visualización final de las secciones PSTM. Estas pruebas se
resumen en la Figura 89.
Apilados finalesA continuación se muestran algunas de las secciones PSTM con su respectivo campo de
velocidades, generados a partir de la secuencia de procesamiento propuesta.
En general, el procesamiento implementado logra mejorar el contenido de frecuencias y
la preservación de las amplitudes, lo cual permite obtener una mejor iluminación de estruc-
turas tales como la Falla Soapaga, sin necesidad de la aplicación de correcciones residuales
orientadas al ajuste forzado de los datos, tal como sucede en el procesamiento inicial.
76
Figura 88. Sección PSTM al datum fijo, línea ANH-2005-10.
Figura 89. Análisis de filtrado pasa-banda para visualización, línea ANH-2005-10.
Figura 90. PSTM línea ANH-SP-2005-22.
Figura 91. Migración Post Apilado Procesamiento Inicial ANH-SP-2005-22.
77
Figura 92. Campo de velocidades PSTM - línea ANH-SP-2005-22.
Figura 93. PSTM línea PDR-88-12.
Figura 94. Migración Post Apilado Procesamiento Inicial – Linea PDR-88-12.
Figura 95. Campo de velocidades PSTM - línea PDR 88-12
78
Evaluación petrofísica y de recursosSe interpretaron los registros de los pozos presentes en el bloque (Bolivar-1, Corrales-1)
y evaluaron las características petrofísicas de las formaciones consideradas de interés
en el bloque Soapaga para utilizarlas como análogos para interpretación de porosidad de
potenciales reservorios en otras áreas del bloque. Se calcularon recursos a partir de mapas
de topes de formación en las áreas consideradas de interés.
Preparación de la información• Secompilaronlosregistrosdelospozosenformatodigital(LAS)
• Apartir de los registros cargados se utilizaron las siguientes curvas comobasepara
generar los diferentes cálculos petrofísicos (Tabla 13).
• Sehizocontroldecalidaddelosregistros(datums,edicióndecurvasycalibración).
• SerealizaroncorreccionesambientalesparalascurvasdeBulkDensity(RHOB),yNeu-
trón-porosity (NPHI) las cuales fueron corregidas por el tamaño del hueco y el peso del
lodo.
Correlación de registros y picado de topes de formaciónA partir de las curvas de GR, SP, resistividades y sónico se realizó la determinación de
los topes de formaciones en los registros; como apoyo para esta determinación se utilizó
la información de registros litológicos y la palinología existentes en la zona. (Ver anexo
columnas estratigráficas).
Resultados de la evaluación de registrosUna vez establecidos los topes de formación por el área de estratigrafía, y calculadas las
propiedades petrofísicas en las zonas de interés, se obtuvieron los siguientes resultados
para diferentes niveles de interés, incluidas las zonas ya probadas, en los dos únicos pozos
existentes en el área. Los valores extractados fueron utilizados como análogos para la eva-
luación de recursos, teniendo en cuenta que no existen valores de propiedades petrofísicas
en ninguna otra parte del bloque y que por lo tanto son el mejor acercamiento a las propie-
dades de la formación aunque con un alto nivel de incertidumbre dado su carácter puntual.
Las Figuras 96 y 99 muestra los intervalos evaluados para el pozo Corrales-1 y Bolivar-1
cuyos resultados se encuentran en la Tabla No. 14.
POZO CURVAS ORIGINALES*
BOLIVAR 1.AC, AZIM,C1,C2,CFOC,CILD,CILM,DAZ,DEXPGR,IHV,RD,RFOC,RILD,RILM,RMLL,ROP,RS,SDDSP
CORRALES -1C1, C2, C3, C4, C5, CALD, CALY, CNDO, CNS, CNSS, DELT, DRHO, DT, FCDL, FCNS, GR, ITT, LLD, LLS, MSFL, RHOB, ROP, S1, S2, S3, S4, SP, TENS, TGAS,SP, XCAL.
Tabla 13: Registros de pozo originales básicos de los Pozos presentes en el bloque Soapaga. * ver Tabla 18 Listado de nemónicos.
79
Cálculo de propiedades petrofísicas La siguientes fueron las ecuaciones (2,4,5) utilizadas para el cálculo de las propiedades
petrofísicas a los largo de cada pozo. La ecuaciones fueron conformadas utilizando los ne-
mónicos de las curvas y variables utilizadas en los registros, se utilizan paréntesis angulares
para denotar que la variable es una curva de registro (notación matricial), los nombres de
cada variable, se encuentran definidos en las Tabla 15, 16,17 y 18 (Listado de parámetros
para cada pozo y Listado de Nemónicos curvas de pozo).
Ecuaciones utilizadas para el cálculo de propiedades petrofísicas pozo Corrales-1
(ver anexo petrofísica pozo Corrales)
Para la interpretación del pozo Corrales, se utilizó un set de ecuaciones, con parámetros
ajustados a un modelo de areniscas.
Figura 97. Bolívar -1 Intervalos evaluados a) 1750-1780 b) 1816-1836 c) 2890-2938 d) 2954-2968 e) 2980-2990.
Figura No. 96. Corrales-1 intervalos evaluados a) 2125-2141 b) 2314-2325 y 2340-2350.
(a) (a)
(b)
(b)
(c)
(d)
(e)
80
Cálculo de Volumen de Shale (Vshl)
Dado que para el pozo en cuestión se compilaron registros tanto de GR, SP, Resistivida-
des como de densidad y porosidad neutrón se utilizaron cinco métodos para el cálculo del
Volumen de Shale
Método 1: Se calculó el volumen de shale a partir de los datos de densidad y porosidad
neutrón (Vshl)
Vshl[ ]= (RHOB[ ] - RhoM + PHIN[ ] * (RhoM - RhoF)) /…
… (RhoShl - RhoM +HIshl* (RhoM - RhoF))
Método 2: Se calculó el volumen de shale a partir del los datos del registro
Gamma Ray (VshlGR) VshlGR[ ] = (GR[ ]-GRcln) / (GRshl-GRcln)
Método 3: Se calculó el volumen de Shale promedio (Vshav) a partir del los datos de
porosidad basada en densidad (PHID)
PHID[ ] = (RhoM - RHOB[]) / (RhoM - RhoF)
Vshx[ ] = (PHIN[ ] - PHID[ ]) / (PHINSH - PHIDSH)
Vshav[ ] = (Vshl[ ] + VshlGR[ ]) / 2
Método 4: Se calculó el Volumen de Shale a partir de los valores de SP
Vshl_SP[ ] = (SP[ ]-SPcln) / (SPshl-SPcln)
Método 5: Se calculó el Volumen de Shale por el método Resistividad, tomando como base
la curva LLD
VshlR[ ] = (LLD[ ]-1310) / (20-1310)
Cálculo de porosidad
Dado que se compiló información de registros de densidad, neutrón y sónicos se calcularon
las siguientes porosidades hasta lograr el valor de porosidad efectiva (PHIE).
• Porosidadapartirdedatossónicos(SonicPorosity-EcuaciondeWyllie)(PHIS)
PHIS[ ] = (DELT[ ] - DTma) / (DTfld - DTma)
• Porosidadapartirdedensidad(DensityPorosity)(PHID)
PHID[ ] = (RhoM - RHOB[ ]) / (RhoM - RhoF)
• PorosidadpromedioDensityNeutron(AverageNeutronDensityPorosity)(PHIA)
Para el cálculo de la porosidad aparente (PHIA) se utilizó el método del promedio de la poro-
sidad densidad – neutrón.
PHIA[ ] = (PHID[ ] + PHIN[ ]) / 2
• PorosidadEfectiva(EffectivePorosity)
Se corrigió la porosidad aparente por volumen de arcilla para obtener la porosidad efectiva (PHIE)
PHIE[ ] = PHIA[ ] * (1-VshlGR[ ])
Cálculo de saturación de agua
Se utilizaron los siguientes métodos para calcular la saturación de agua:
• Saturacióndeaguaaparentepormétodoreservoirquicklook(SwA)
SwA[]=0.04/PHIE[]
• SaturacióndeaguaporecuacióndeArchie(ArchieWaterSaturation)(SwA1,SwA2)
SwA1[]=sqrt(Rw/(LLD[]*PHIA[]2))
SwA2[]=(a*Rw/(LLD[]*PHIA[]m))(1/n)
• MetodomodificadodeSimandouxapartirdePhiE[],Vshl[]&RT[](ModifiedSimandouxSwMS)
SwMS[]=(sqrt((VshlGR[]/Rshl)2+4*PHIE[]m/(a*Rw*(1-VshlGR[])*LLD[]))...
-VshlGR[]/Rshl)/(2*PHIE[]m/(a*Rw*(1-VshlGR[])))
Cálculo de Net Pay a partir porosidad efectiva, saturación de agua, Volumen de Shale
(NET PAY @ effective Porosity, Sw & Shale Volume)
Para el cálculo de Netpay, se tomaron en cuenta Valores de limite (cutoff) para porosidad
efectiva, Saturación de agua y Volumen de Shale, como se muestra a continuación. Los valores
de estos cutoff se muestran en la tabla de parámetros que se utilizó con cada pozo.
PROPIEDADES PETROFISICAS INTERVALOS EVALUADOSPOZO FORMACION INTERVALO (ft) LITOLOGIA Vshl PHIe Sw
CORRALES-1 (ver anexo petrofísica Corrales-1)
Picacho 2125-2141 Sandstone 0.770548 0.016 0.492
Picacho 2314-2325 Sandstone 0.903170 0.090 0.077Picacho 2340-2350 Sandstone 0.887330 0.054 0.030Picacho 2430-2440 Sandstone 0 0.040 0.003
(a)PROPIEDADES PETROFISICAS ZONAS DE INTERES
POZO FORMACION INTERVALO (ft) LITOLOGIA Vshl PHIe SwBOLIVAR-1 (ver anexo petrofísica pozo Bolivar-1)
Guadalupe Superior 1750-1780 Sandstone 0.010 0.1237 00.950
Guadalupe Superior 1816-1836 Sandstone 0.098 0.1165 0.84843
Guadalupe Medio 2890-2938 Dark Chert 0.5347 0.0498 0.950Guadalupe Inferior 2954-2968 Sandstone 0.1399 0..0794 0.531632 Guadalupe Inferior 2980-2990 Sandstone 0.5093 0.0736 0.606694 0.950Chipaque 3600- Lime Mudstone 0.4775 0.0374
Tabla 14. Valores pesimistas de las propiedades petrofísicas en intervalos de interés para cada pozo (máximas saturaciones).
81
NETPAY[ ] = (PHIE[ ] > PhiCutoff PHIE[ ] < .5
SwA2[]<SwCutoff
VshlGR[ ] < VshCutoff)
Ecuaciones utilizadas para el cálculo de propiedades petrofísicas pozo Bolivar-1 (ver
anexo petrofísica pozo Bolivar)
Para el cálculo de las propiedades petrofísicas del pozo Bolivar-1 se utilizó una plantilla
estándar, a la cual se le aplicaron parámetros para interpretación en areniscas y para in-
terpretación en calizas generándose dos modelos petrofísicos diferentes. Las ecuaciones
utilizadas se muestran a continuación:
Cálculo de volumen de Shale:
Se calculó el volumen de Shale por 3 métodos
Método 1: Volumen de shale a partir de los datos de densidad y porosidad neutrón (Vshl).
Vshl[ ] = (RHOB[ ] - RhoM + PHIN[ ] * (RhoM - RhoF)) /…
… (RhoShl - RhoM +HIshl * (RhoM - RhoF))
Método 2: Volumen de shale a partir del los datos de Gamma Ray (VshlGR)
VshlGR[ ] = (GR[ ]-GRcln) / (GRshl-GRcln) )
Método 3: Volumen de Shale average (Vshav) a partir del los datos de porosidad basada
en densidad (PHID).
PHID[ ] = (RhoM - RHOB[ ]) / (RhoM - RhoF)
Vshx[ ] = (PHIN[ ] - PHID[ ]) / (PHINsh - PHIDsh)
Volumen de shale promedio (Average Vsh)
Vshav[ ] = (Vshl[ ] + VshlGR[ ]) / 2
Cálculo de porosidad
• Porosidadapartirderegistrosónico.
Ecuación de Faust para DT (Faust’s Equation for DT)
DT_F[ ] = 1000/(2 * (DEPTH[ ] * RD[ ]) (1 / 6))
• CálculodeporosidadsónicaEcuacióndeWyllie(SonicPorosityWyllie’sequation)
PHIS[ ] = (DT_F[ ] - DTma) / (DTfld - DTma)
• CálculodeporosidadAparente(average)comopromedioaritmeticodeDensityyNeutron
(Average Neutron Density Porosity) (PHIA)
PHIA[ ] = (PHID[ ] + PHIN[ ]) / 2
• Cálculodeporosidadefectivacorregidaporvolumendeshale(EffectivePorosity)
PHIE[ ] = PHIA[ ] * (1-VshlGR[ ])
Cálculo de saturación de agua (Water Saturation Sw)
Método 1. Método reservoir quick look
SwA[]=0.04/PHIE[]
Método 2. Cálculo de saturación de agua a partir de la ecuación de Archie (Archie Water
Saturation)(SwA1,SwA2)
SwA1[]=sqrt(Rw/(RD[]*PHIA[]2))
SwA2[]=(a*Rw/(RD[]*PHIA[]m))(1/n)
Método 3. Metodo modificado de Simandoux a partir de PHIE[ ], Vshl[ ] & RT[ ] ;Modified
SimandouxSwMS,
SwMS[]=(sqrt((Vshl[]/Rshl)2+4*PHIE[]m/(a*Rw*(1-Vshl[])*RD[]))-
Vshl[ ]/Rshl ) ....
...../(2*PHIE[]m/(a*Rw*(1-Vshl[])))
Cálculo de Net Pay a partir porosidad efectiva, saturación de agua, Volumen de Shale
(NET PAY @ effective Porosity, Sw & Shale Volume)
Se determinaron las zonas con mejores posibilidades de almacenar hidrocarburos, utili-
zando valores de cut-off para Porosidad efectiva, Saturación de agua y volumen de shale, es-
tos valores se encuentran reseñados en la tabla de parámetros utilizados para cada pozo.
NETPAY[ ] = (PHIE[ ] > PhiCutoff
SwA2[]<SwCutoff
Vshl[ ] < VshCutoff) …
RT[ ] > RS[ ] LITHOLOGY[ ] < 3
Parámetros utilizados para los cálculos petrofísicos.
Los siguientes son los parámetros utilizados en cada
pozo durante el cálculo de propiedades petrofísicas.
PARAMETRO VALOR UNIDAD DESCRIPCIONDT fluid 200 US/FT FLUID SLOWNESSDT ma 55.5 US/FT MATRIX SLOWNESS GR Cln 18 API Gamma Ray cleanGR Shl 100 API Gamma Ray shaleHIShl 0.25 V/V Neutron hydrogen Index ShaleMUDwt 10.0 Lb/gal MudweightPHIDsh 0.087 g/cc Shale Density PorosityPHINsh 0.348 g/cc Shale Neutron porosityPHIcutoff 0.1 v/v Porosity cutoffRHOf 1 g/cc Bulk density fluidRHOm 2.65 g/cc Bulk density matrixRHOshl 2.515 g/cc Bulk density shaleRshl 10.640 Ohmm Shale resistivityRw 20.00 Ohmm Wáter resistivitySPcl -143 Millivolts Clean SPSPsh 13 Millivolts Shale SPSWcutoff 0.25 v/v Wáter saturation cutoffVshcutoff 0.25 v/v Shale volume cutoffA 0.62 Archie “a”M 2.15 Archive “m”N 2 Archie “n”
Tabla 15. Pozo Corrales -1 Parámetros interpretación areniscas.
82
PARAMETRO VALOR UNIDAD DESCRIPCIONDT fluid 188 US/FT FluidslownessDT ma 47.3 US/FT MatrixslownessGR Cln 43.58 API Gamma Ray cleanGR Shl 133.720 API Gamma Ray shaleHIShl 0.4 V/V Neutron hydrogen Index ShaleMUDwt 10.5 Lb/gal MudweightPHIDsh 0.087 g/cc Shale density porosity PHINsh 0.348 g/cc Shale Neutron PorosityPHIcutoff 0.089 v/v Porosity cutoffRHOf 1.1 g/cc Bulk density fluidRHOm 2.71 g/cc Bulk density matrixRHOshl 10.640 g/cc Bulk density shaleRshl 15 Ohmm Shale resistivityRw 1.9 Ohmm Wáter resistivitySWcutoff 0.5 v/v Wáter saturation cutoffVsh cutoff 0.25 v/v Shale volum cutoffA 1.0 Archie “a”M 1.7 Archive “m”
N 2 Archie “n”
NEMONICO DESCRIPCIONAC ADQUSITION TRAVEL TIMEAZIM AZIMUTH OF HOLE DRIFTC1 CALIPER 1-3C2 CALI`PER 2-4C1 METANO CONTENT C2 ETANO CONTENTC3 PROPANO CONTENTC4 BUTANO CONTENTC5 PENTANO CONTENTCALD DEEP CALIPERCALY CASING ANOMALY LOCATORCILD DEEP INDUCTION CONDUCTIVITYCILM MEDIUM INDUCTION CONDUCTIVITYDAZ DEVIATION AZIMUTHDELT DELTA tDEXP “D” EXPONENTDRHO DENSITY CORRECTIONDT DELTA TIME COMPRESSIVEFCDL FUTURE CASING DIAMETER LENGHTGR GAMMA RAYIHV INTEGRATED HOLE VOLUMEITT INTEGRATED TRAVEL TIMELLD DEEP LATEROLOGLLS SHALLOW LATEROLOGMSFL MICRO SPHERICAL FOCUSED LOGRD DEEP RESISTIVIYRFOC CALIBRATED REAL FOCUSRHOB BULK DENSITYRILD RAW ILD INDUCTIONRILM RAW ILM INDUCTIONRMLL RAW MICROLATEROLOGROP RATE OF PENETRATIONRS SHALLOW RESISTIVITYS1 SURFACE SENSOR WAVEFORM 1S2 SURFACE SENSOR WAVEFORM 2S3 SURFACE SENSOR WAVEFORM 3S4 SURFACE SENSOR WAVEFORM 4SDD SFT SAMPLE DAWDOWNSP SPONTANEUS POTENTIALTENS CABLE TENSIONTGAS TOTAL GASXCAL CROSS SECTIONAL CALIPER
PARAMETRO VALOR UNIDAD DESCRIPCIONDT fluid 188 US/FT FluidslownessDT ma 55.5 US/FT MatrixslownessGR Cln 61 API Gamma Ray cleanGR Shl 150 API Gamma Ray shaleHIShl 0.4 V/V Neutron hydrogen Index ShaleMUDwt 10.5 Lb/gal MudweightPHIDsh 0.087 g/cc Shale density porosity PHINsh 0.348 g/cc Shale Neutron PorosityPHIcutoff 0.089 v/v Porosity cutoffRHOf 1 g/cc Bulk density fluidRHOm 2.65 g/cc Bulk density matrixRHOshl 2.500 g/cc Bulk density shaleRshl 15 Ohmm Shale resistivityRw 1.5 Ohmm Wáter resistivitySWcutoff 0.25 v/v Wáter saturation cutoffVsh cutoff 0.1 v/v Shale volume cutoffA 1.0 Archie “a”M 1.7 Archive “m”N 1 Archie “n”
Tabla 18. Listado de Nemónicos curvas de pozo.
Tabla 16. Pozo Bolivar-1 parámetros interpretación Areniscas.
Tabla 17. Pozo Bolivar-1 parámetros interpretación Calizas.
83
Definición de áreas con interés exploratorioGeología del petróleo - Área de Soapaga cuenca cordillera orientalTipo de kerógeno y acumulaciones de hidrocarburos
En el área de Soapaga, Cuenca de la Cordillera Oriental los datos geoquímicos de pozo y
afloramiento, indican la presencia de materia orgánica húmica-terrestre de kerógeno tipo III,
para toda la secuencia terciaria (formaciones Concentración, Socha Superior y Guaduas), y
la presencia de materia orgánica de origen marino de kerógeno tipo II, para la secuencia de
shales cretácicos (formaciones Chipaque, Une Medio y Tibasosa).
Existen múltiples manifestaciones de hidrocarburos líquidos en superficie en el área de
estudio, en unidades tanto del Terciario como del Cretácico, lo que indica que las rocas ge-
neradoras alcanzaron condiciones de generación de hidrocarburos en la zona de Soapaga.
Hasta el momento sólo se ha encontrado una acumulación comercial en el área, corres-
pondiente al pozo Bolívar-1, el cual encontró hidrocarburos de baja gravedad API (18°) en
rocas correspondientes a la Formación Guadalupe Inferior.
Madurez de las rocas generadoras
Los datos de madurez de los pozos y los afloramientos, muestran que las rocas fino
granulares de la secuencia terciaria en el área estudiada se encuentran inmaduras, y que la
madurez se incrementa con la posición estratigráfica, es decir que las rocas del Cretácico
Superior (Los Pinos y Chipaque) se encuentran más maduras que las rocas terciarias, pero a
su vez estas son más inmaduras que las rocas del Cretácico Inferior (Une Medio y Tibasosa).
Adicionalmente, los datos de madurez y los modelos geoquímicos indican que las rocas
entran a ventana de generación alrededor de los 6500 pies de profundidad en las zonas
más profundas de la zona, correspondiente con el depocentro de Corrales contra la Falla
de Soapaga. Y no hay evidencia de sobre-madurez de la materia orgánica en la información
disponible. Sin embargo, la existencia de crudo con baja gravedad API (<20°), como el en-
contrado hasta el momento en el pozo Bolívar-1, sugiere que el hidrocarburo generado pudo
haber sido generado en una etapa temprana de madurez de la roca fuente, o en una mayor
condición de madurez pero haber sido biodegradado en el reservorio.
Sistemas petrolíferos
En el área de estudio, las rocas reservorio en la secuencia terciaria corresponden con
sucesiones de areniscas de origen fluvial intercaladas con lodolitas continentales que perte-
necen a las formaciones Picacho y Socha Inferior.
Como potenciales sellos para los reservorios terciarios se tienen a la Formación Con-
centración compuesta por lodolitas rojizas a marrones intercaladas con areniscas de origen
fluvial, y a las arcillolitas de la Formación Socha Superior; sin embargo, estas unidades se
encuentran restringidas al sector occidental del bloque en cercanías de la Falla de Soapaga,
y están ausentes en el sector oriental del bloque, debido a la erosión causada por la defor-
mación estructural. Las unidades cretácicas se encuentran distribuidas más ampliamente
84
en la zona de estudio, aunque en el sector oriental afloran rocas del Cretácico Superior. De
todas maneras en toda la extensión del bloque estudiado las rocas del Cretácico Inferior
permanecen enterradas y configuran estructuras con posibilidades de entrampamiento de
hidrocarburos. En la secuencia cretácica, las rocas reservorio corresponden con areniscas
de ambientes deltáicos a costeros de las formaciones Guadalupe (Superior e Inferior) y
Une (Superior e Inferior). Las rocas con potencial de sello, corresponden a shales marinos
a parálicos de las formaciones Guaduas, Los Pinos (Guadalupe Medio), Chipaque, y Une
Medio. Estos shales se encuentran intercalados con las areniscas de los niveles reservorio
mencionados anteriormente. Y las rocas con potencial generador corresponden con los sha-
les marinos de las formaciones Los Pinos, Chipaque, Une (miembro medio) y Tibasosa. Los
datos de madurez y los modelos geoquímicos sugieren que los shales de la Formaciones
Chipaque y Une (miembro medio) estarían en ventana de generación temprana de hidrocar-
buros (%Ro 0.55-0.7) y los shales de la Formación Tibasosa estarían en ventana de genera-
ción madura (%Ro 0.7-1.3) en las partes más profundas de la zona de estudio. Finalmente
los datos geoquímicos de roca y crudos sugieren la existencia de un sistema petrolífero con
roca generadora en la Formación Chipaque y roca almacenadora en la Formación Guadalupe
(miembro inferior), en la zona del pozo Bolívar-1, sistema Chipaque – Guadalupe (miembro
inferior) (.), y la posibilidad de dos sistemas petrolíferos en rocas del Cretácico tales como
Tibasosa – Une (?) y Tibasosa – Guadalupe (?).
Tipos de plays en la cuenca
Los plays en la zona del Bloque Soapaga están relacionados a estructuras compresivas
muy probablemente generadas desde el Mioceno Temprano, como resultado del levanta-
miento de la Cordillera Oriental y corresponden esencialmente en pliegues formados por
propagación del plano de falla, que afectan la secuencia sedimentaria y producen la ex-
humación de unidades estratigráficamente más antiguas hacia el este del bloque. A partir
de la integración de la información sísmica, estratigráfica, estructural, la geoquímica y
petrofísica del Bloque Soapaga, se ha definido un modelo geológico donde se considera,
se pueden encontrar hidrocarburos en cantidades comerciales. A partir de este modelo
geológico, se han determinado cuatro estructuras de interés (PLAYS) dentro del bloque
(Figura 98).
Play 1
Esta área se encuentra ubicada al nororiente del bloque en jurisdicción de los municipios
de Sativa Viejo, Sativa sur, el norte de Socha y fue identificada mediante el análisis de
geología de superficie, y el mapeo de la línea sísmica PDR 88-16 el amarre de información
petrofísica es realizado mediante la correlación de las propiedades de la formación objetivo
Guadalupe, de acuerdo con la información del único pozo productor en el área, el pozo
Bolivar-1, se estima un espesor para la formación de 231 pies en este sector; los factores
críticos en esta área son la extensión de la trampa por el pobre cubrimiento sísmico y las
propiedades petrofísicas, dada la distancia al pozo análogo (Figuras 98 y 99).
Play 2.
Este play se encuentra ubicado en la zona sureste del bloque en jurisdicción de los
municipios de Betéitiva, Tasco, y al norte del Bloque Buenavista. Este play es generado
a partir de la interpretación de las líneas sísmicas PDR-1988-08, ANH-SP-2005-16 y sus
respectivos perfiles estructurales. El estimativo de las propiedades de la roca de la forma-
ción se hace tomando como análogo el pozo Bolivar-1. Para este play se estima que las
formaciones objetivo son Une (miembro superior) con un espesor estimado por perfiles
estructurales de 120 pies y Guadalupe (miembro inferior) con un espesor estimado de
Figura 98. Ubicación de estructuras de interés en el bloque Soapaga.
85
89 pies; se considera factor crítico la integridad de la trampa dada la presencia de fallas,
además de la extensión de la estructura (Figuras 101 y 102).
Play 3
Este play se encuentra ubicado en la zona
centro del bloque al sur del municipio de So-
cha, y al sur oriente del municipio de Paz del
Río. El play es generado a partir de la inter-
pretación de la línea sísmica PDR-1988-10
y el perfil estructural proyectado sobre la
línea sísmica ANH-SP-2005-18. El estimati-
vo de las características de la roca de la for-
mación se realizó tomando como análogo
el pozo Bolívar 1. Para este play se estima
que hay dos formaciones objetivo Guada-
lupe (miembro inferior y Une (miembro
superior) con un espesor estimado de 89
y 135 pies respectivamente; se considera
factor crítico el tamaño de la trampa dada
la falta de cubrimiento sísmico en la zona
para delimitar la extensión de la estructura
(Figuras 103 y 104).
Play 4
Esta zona, se encuentra al nororiente
del bloque en cercanías del municipio de
Socotá este play es generado a partir de
la línea sísmica PDR-1990-30 y el mapa
geológico. Al igual que en los otros casos
la información petrofísica también se es-
timó utilizando como análogo para la zona
al pozo Bolívar 1. La formación objetivo
es Une (miembro superior) con un espe-
sor estimado de 180 pies. El factor crítico
de esta zona de interés es el tamaño de
la trampa debido al pobre cubrimiento
sísmico para establecer sus límites con
más certeza y las características de la
roca en la formación objetivo (Figuras
105 y 106).
Evaluación de recursosPara el cálculo de recursos (Tabla 19), de cada uno de los cuatro plays estimados, se
tuvieron en cuenta los valores de porosidad, volumen de shale y saturación de agua exis-
tente en los intervalos consideradas de interés en el único pozo productor existente en la
zona (Bolívar -1), se tomaron los valores máximos y mínimos con el objetivo de obtener una
mediana y un valor promedio en el intervalo de interés que represente la formación objetivo;
dado que los datos de porosidad y saturación son puntuales, el cálculo de recursos esti-
mado debe considerarse con un alto nivel de incertidumbre, se utilizó este procedimiento Figura 99. Mapa al tope de la Formación Guadalupe
Figura 100. Línea sísmica PDR 88-16 mostrando la estructura del área de interés.
(a) (b)
Figura 101. a) Mapa al tope de la Formación Une (miembro superior). b) Mapa al tope Formación Guadalupe (miembro inferior).
86
Figura 102. a) Línea sísmica ANH-SP-2005-18 mostrando la estructura del área de interés.
Figura 103. Mapa al tope de la formación Guadalupe inferior.
Figura 104. a) Línea sísmica PDR-1988 mostrando la estructura del área de interés
debido a la falta de datos de porosidad que hubiesen permitido crear curvas de porosidad vs
profundidad en diferentes zonas del bloque (Tabla 20).
Se evaluó el escenario de crudo, tomando como factor volumétrico un valor de 1,1 conside-
rando crudo con gravedad API por debajo de 21°, dada la posibilidad de degradación existente
en la zona. Para tener una aproximación conservadora de los recursos calculados se utilizó un
factor de recobro igual a 0.2 Los valores de espesores de formación en las áreas de interés
fueron tomados directamente de las líneas sísmicas representativas. Para cada play se calcula-
ron dos áreas teniendo en cuenta un P10 y un P90, con estos parámetros se efectuó el cálculo
probabilística de recursos para calcular la mediana de estos valores, considerada el P50 en una
distribución log normal (6).
87
Para la evaluación del área, se utilizó una distribución Lognormal;
Donde: x = variable aleatoria
α = media de la población
β = desviación estándar de la población
La porosidad y la saturación fueron concebidas en una distribución normal.
Donde: x = variable aleatoria
μ = media de la población
σ = desviación estándar de la población
Figura 106. Línea sísmica PDR-1990-30 mostrando la estructura del área de interés.
Figura 105. Mapa al tope de la Formación Une. (Editado a partir de geología de superficie).
88
TABLA 19. Cálculo de recursos Bloque Soapaga
Tabla 20. Valores probabilísticos de propiedades petrofísicas para cálculo de recursos.
PLAY
1FO
RMA
CION
GU
ADA
LUPE
M
EDIO
AREA: CONSERVADORA AVE NORTE MEDIAN OPTIMISTARESORCES (MMSTB) 3.068563821 11.124485 10.68009582 7.497951869AREA (ACRES) 1759 1759 1759 1759THICKNESS (FEET) 231 231 231 231PHIE (%) 10.71% 7.48% 6.84% 2.60%SW (%) 95.00% 74.04% 72.74% 49.76%BO 1.1 1.1 1.1 1.1FR 0.2 0.2 0.2 0.2
PLAY
1FO
RMA
CION
GU
ADA
LUPE
M
EDIO
AREA: CONSERVADORA AVE SUR MEDIAN OPTIMISTARESORCES (MMSTB) 1.514220237 5.4895128 5.270223521 3.699955783AREA (ACRES) 868 868 868 868THICKNESS (FEET) 231 231 231 231PHIE (%) 10.71% 7.48% 6.84% 2.60%SW (%) 95.00% 74.04% 72.74% 49.76%BO 1.1 1.1 1.1 1.1FR 0.2 0.2 0.2 0.2
PLAY
2FO
RMA
CION
UN
E SU
PERI
OR
CONSERVADORA AVE MEDIAN OPTIMISTARESORCES (MMSTB) 1.115261238 2.94663863 4.188242904 7.335673171AREA (ACRES) 1358 1358 1358 1358THICKNESS (FEET) 120 120 120 120PHIE (%) 9.00% 8.24% 8.26% 7.52%SW (%) 95.00% 85.57% 79.53% 60.67%BO 1.02 1.02 1.02 1.02FR 0.2 0.2 0.2 0.2
PLAY
2FO
RMA
CION
GU
ADA
LUPE
IN
FERI
OR
AREA: CONSERVADORA AVE SUR MEDIAN OPTIMISTARESORCES (MMSTB) 0.360905868 0.95355163 1.355342937 2.373872062AREA (ACRES) 639 639 639 639THICKNESS (FEET) 89 89 89 89PHIE (%) 9.00% 8.24% 8.26% 7.52%SW (%) 95.00% 85.57% 79.53% 60.67%BO 1.02 1.02 1.02 1.02FR 0.2 0.2 0.2 0.2
PLAY
3FO
RMA
CION
GU
ADA
LUPE
IN
FERI
OR
CONSERVADORA AVE MEDIAN OPTIMISTARESORCES (MMSTB) 8.891613592 3.35608391 4.770213247 8.354989462AREA (ACRES) 2249 2249 2249 2249THICKNESS (FEET) 89 89 89 89PHIE (%) 9.00% 8.24% 8.26% 7.52%SW (%) 65.00% 85.57% 79.53% 60.67%BO 1.1 1.1 1.1 1.1FR 0.2 0.2 0.2 0.2
PLAY
3FO
RMA
CION
UN
E SU
PERI
OR
CONSERVADORA AVE MEDIAN OPTIMISTARESORCES (MMSTB) 3.352329473 8.85721046 12.5893106 22.05007448AREA (ACRES) 3913 3913 3913 3913THICKNESS (FEET) 135 135 135 135PHIE (%) 9.00% 8.24% 8.26% 7.52%SW (%) 95.00% 85.57% 79.53% 60.67%BO 1.1 1.1 1.1 1.1FR 0.2 0.2 0.2 0.2
PLAY
4FO
RMA
CION
UN
E SU
PERI
OR
CONSERVADORA AVE MEDIAN OPTIMISTARESORCES (MMSTB) 0.51631414 1.36415679 1.938961884 3.396075872AREA (ACRES) 452 452 452 452THICKNESS (FEET) 180 180 180 180PHIE (%) 9.00% 8.24% 8.26% 7.52%SW (%) 95.00% 85.57% 79.53% 60.67%BO 1.1 1.1 1.1 1.1FR 0.2 0.2 0.2 0.2
TOTAL RECURSOS (MMSTB) 18.81920837 34.0916393 40.79239091 54.7085927
GUADALUPE MEDIOPHIE max 0.26 PHIE sd 0.057PHIE min 0.107 PHIE max N 0.198PHIE ave 0.075 PHIE min N 0.714PHIE median 0.068Swmax 0.950 Swsd 0.320Swmin 0.498 SwmaxN 0.744Swave 0.740 SwminN 0.224Swmedian 0.727
GUADALUPE INFERIORPHIE max 0.090 PHIE sd 0.010PHIE min 0.075 PHIE max N 0.767PHIE ave 0.082 PHIE min N 0.274PHIE median 0.083Swmax 0.950 Swsd 0.243Swmin 0.607 SwmaxN 0.651Swave 0.856 SwminN 0.153Swmedian 0.795
UNE SUPERIORPHIE max 0.075 PHIE sd 0.010PHIE min 0.090 PHIE max N 0.767PHIE ave 0.082 PHIE min N 0.274PHIE median 0.083Swmax 0.950 Swsd 0.243Swmin 0.607 SwmaxN 0.651Swave 0.856 SwminN 0.153Swmedian 0.795
89
Conclusiones y recomendaciones• ElanálisisdelosdatosgravimétricosdisponiblesdelBloqueSoapagayáreascircundantes
permite identificar la presencia de anomalías negativas superpuestas de Bouguer simple,
total y residual, que infieren la presencia de una subcuenca sedimentaria en el sector cen-
tral del bloque Soapaga y en cuyo extremo mas sur se ubica el pozo Bolívar-1.
• LaevaluacióndelosmapasdeanomalíaresidualysolucionesEulerdeprofundidadco-
inciden en determinar una subcuenca sedimentaria de profundidad intermedia, con una
secuencia entre 1200m y 1500m de profundidad, lo cual la hace muy interesante para
orientar la exploración hacia el noreste del Pozo Bolívar-1, siguiendo la elongación de la
subcuenca.
• Ladistribucióndefranjasangostasdesolucionespuntualesdeprofundidadenlossec-
tores al oeste y este del Bloque Soapaga infiere la presencia de rasgos estructurales de
alto ángulo de buzamiento. Sin embargo, con base únicamente en esta información no se
puede determinar el sentido de buzamiento (Hacia el Este u Oeste).
• Sepresentanproblemasde terminologíaestratigráfica,yaqueenalgunos trabajosse
considera a la Formación La Luna como generadora de hidrocarburos y en otros se men-
cionan an a formaciones como Churuvita y Conejo, aunque todas son equivalentes tem-
porales de la Formación Chipaque del área de Soapaga. Esto es importante aclararlo para
identificar la presencia de uno o más sistemas petrolíferos en el área, debido a que estas
unidades tienen correspondencia con formaciones definidas formalmente en el Valle Me-
dio del Magdalena y el área occidental del departamento de Boyacá (Zona de Arcabuco
y Villa de Leiva) y no en el área de Soapaga.
• Enlostrabajospreviossehaintentadodefinircuántasfamiliasdehidrocarburospueden
haber en el área, sin embargo la información disponible no permite lograrlo de manera
precisa lo cual lleva a que en algunos trabajos sólo se considere una familia (Corelab,
1997), en el de Petrobras (Mello, 1995) se mencionen dos familias y en el de Cities
Services (1983) se mencione la posibilidad de tres familias.
• Laausenciadecolumnasestratigráficasdetalladasenlospuntosenlosqueserealizaron
los muestreos, en particular para el caso de las muestras de roca, no permite establecer
una buena relación entre las propiedades de calidad y madurez de la roca generadora y
las variaciones faciales de las rocas generadoras, y su eventual relación con variaciones
en los crudos tal y como lo plantean en el estudio de Cities Services (1983).
• Loanterior,juntoconlafaltadedatosdesubsuelo,impidegenerarmapasdecalidady
madurez que puedan ser considerados confiables.
• LoscrudosencontradoshastaelmomentoeneláreadeSoapaga,soncrudospesados
(gravedad API <20°), con indicios de biodegradación, a partir de una roca depositada
en un ambiente marino carbonático y en una etapa temprana de madurez termal. Lo cual
coincide con las condiciones de depósito y madurez de las rocas cretácicas presentes en
el área.
• Lasrocasconmayorpotencialparagenerarhidrocarburosenlacuencadeacuerdocon
los estudios geoquímicos realizados, corresponderían principalmente con shales y biomi-
90
critas de las formaciones Chipaque (equivalente temporal de las formaciones Churuvita y
Conejo), y Tibasosa, aunque de esta formación no hay muchas muestras analizadas.
• ElgradodemadurezalcanzadodeacuerdoalosdatosdeTmaxyreflectanciadevitrinita
(%Ro) obtenidos de muestras de zanja de los pozos, indican que la secuencia sedimenta-
ria perforada por los pozos Corrales-1 y Bolívar-1 se encuentra esencialmente inmadura,
con las rocas del Terciario inmaduras y las rocas del Cretácico inmaduras a etapas de
madurez temprana.
• ElestudiorealizadoporCorelab (1997) sugiere que los rezumaderos del Bloque Soapaga
y los aceites de los pozos Corrales-1 y Bolívar-1 fueron generados de rocas de la Forma-
ción La Luna? a una madurez entre 0.75 y 0.8 %Ro. Sin embargo, las rocas equivalentes,
correspondientes con la Formación Chipaque, no alcanzan estos valores en los pozos,
y las rocas que alcanzan valores similares, de acuerdo con los modelos de generación
1D, serían las de la Formación Tibasosa, lo que deja abierta la posibilidad de que esta
formación sea la principal fuente de hidrocarburos en el área.
• LoanteriorparececontradecirlodeterminadoporMello et al., (1995), en cuanto al origen
del crudo encontrado en el pozo Bolívar-1, ya que estos autores muestran buena correla-
ción entre los extractos de roca de la Formación Conejo (Formación Chipaque) y el crudo
encontrado en el pozo. Aunque no se puede descartar que las facies de la Formación
Chipaque y Tibasosa sean similares, teniendo en cuenta los ambientes marinos en que
fueron depositadas.
• ElBloqueSoapaga,presentacuatroáreasdeinterésdefinidasenesteestudio,cuyovolu-
men total de recursos por probar con una aproximación conservadora que corresponde a
18.8 MMSTB, una aproximación promedio de 34 MMSTB una mediana de 40.8 MMSTB
y una aproximación optimista de recursos de 54.7 MMSTB
• Lacomplejidaddel bloqueanivel estructural, haceque seabastantedifícil tener una
apreciación libre de incertidumbre con respecto a los resultados de recursos, en especial
para la Formación Une, que se proyecta como un horizonte productivo de notable interés,
y en la cual la información petrofísica que existe es únicamente de muestras de aflora-
miento, ya que no fue perforada en ninguno de los pozos perforados en el área, lo cual no
permite definir de manera confiable sus características.
• Dadalaseparaciónentrelasdiferenteslíneassísmicasyalhechoquealgunosplaysse
definieron con una sola línea sísmica y la geología de superficie, se debe mirar con un
nivel de incertidumbre bastante amplio el valor de los recursos por probar generado.
• Yporlotantoparacualquieradeloscuatroplaysmencionadosseconsideracomoacción
futura la necesidad de adquirir información sísmica para detallar y determinar los límites
de las trampas.
• Aunqueselogródeterminarconciertacertezalosvalorespetrofísicosparalasdiferentes
formaciones en los pozos Bolívar-1 y Corrales-1, logrando obtener valores correlaciona-
bles con otros estudios tanto para la zona de arenas como de calizas, su uso como aná-
logo en las estructuras más alejadas implica posibles errores en el cálculo de volúmenes
realizado.
92
Anexo 2. Mapa geológico de la zona.
Anexo 3. Mapa de Infraestructura petrolera cercana al bloque de estudio.
93
Anexo 4. Mapa de ubicación líneas sísmicas con categorías de calidad. Anexo 5. Mapa geológico del bloque con la ubicación de los perfiles estructurales.
98
Anexo 10. Seccion vertical por la línea sísmica LA – 94_01 con el pozo Bolivar y su equivalente restaurado.
99
Anexo 11. Sección vertical por un trayecto aproximado a las líneas sísmicas de ANH-05_12 y PDR-89_22.
100
Anexo 12. Sección vertical por las líneas sísmicas de ANH-05_14 y PDR-89_06 y su equivalente restaurado.
101
Anexo 13. Sección vertical por las líneas sísmicas de ANH-05_22 y PDR-88_16 y su equivalente restaurado.
102
Anexo 14. Sección vertical por las líneas sísmicas de ANH-05_24 y SOA-94_106 y su equivalente restaurado.
104
Anexo 16. Columna estratigráfica generalizada del Bloque Soapaga. Ubicación de estructuras de interés en el bloque Soapaga.
105
Anexo 18. Columnas Petrofisicas.
Para revisar esta información, por favor
acceda a la carpeta Anexos, en la raiz del
disco duro.
107
Bibliografía
ALVARADO, B.; SARMIENTO, R. 1944. Informe geológico sobre
los yacimientos de hierro, carbón y caliza de la región de Paz de Río,
Departamento de Boyacá. Serv. Geol. Nal., Informe 468, inéd., 132
p. Bogotá.
ANH & Geoestudios, 2006. “Cartografía Geológica, Cuenca
Cordillera Orienta, Sector Soapaga”. Internal report ANH.
ARENAS, J. E., 2005. Litología y petrología de las metamorfitas
carbonatadas y metasedimentitas asociadas de la Formación Silgará,
faja noroeste de Mutiscua (Macizo de Santander, Norte de Santander.-
Trabajo de grado, Universidad Nacional de Colombia, Bogotá.
BARRET, S. F. 1983. Paleogeographic implications of Devonian
faunal distributions in the Circum- Caribbean area. 10 Caribb. Geol.
Conf. Abst., 23. Cartagena, Colombia.
BOTERO, G. 1950. Reconocimiento geológico del área comprendida
entre los municipios de Belén, Cerinza, Floresta, Nobsa y Santa Rosa
de Viterbo, Depto. de Boyacá. Ingeominas, Informe 534; CEGOC,
8:244-311.
BRANQUET, Y., Cheilletz, A., Cobbold, P. R., Baby, P., Laumonier, B.,
and Giuliani, G., 2002, Andean deformation and rift inversion, eastern
edge of Cordillera Oriental (Guateque-Medina area), Colombia: Journal
of South American Earth Sciences, v. 15, no. 4, p. 391-407.
BURG, J.P., 1975,Maximum Entropy SpectraAnalysis, Ph.D. Thesis,
Stanford University.
BÜRGL, H. 1957. Bioestratigrafía de la Sabana de Bogotá y
alrededores. Inst. Geol. Nal., Bol. Geol., 5(2):113-185. Bogotá.
BÜRGL, H. 1958. El Jurásico e Infracretácico del rìo Batá, Boyacá.
Serv. Geol. Nal., Bol. Geol., 1-6(1-3):169-211. Bogotá.
BÜRGL, H. 1959a. Estratigrafía y estructura de la región entre Chía
y Tenjo, Cundinamarca (Revisión del informe 1299). Serv. Geol. Nal.,
Informe 1331. Bogotá.
BÜRGL, H. 1959b. Fósiles infracretácicos de la Sierra Nevada del
Cocuy recolectados por Th. van der Hammen, Serv. Geol. Nal., Inf.; 3 p.
Bogotá.
BÜRGL, H. 1961. Historia geológica de Colombia. Rev. Acad. Col.
Cienc. Ex. Fis. Nat., 11(43):137-191. Bogotá.
BÜRGL, H.1964. El Jura –Triásico de Colombia. Serv. Geol. Nal., Bol.
Geol., 12(1-3):5-31. Bogotá.
CAMPBELL, C. 1962. A Section through the Eastern Cordillera of
ColombiabetweenBogotáandVillavicencio.Col.Soc.Petrol.Geol.
Geophys., 4th Annual Field conference. 29 p., Bogotá.
CAMPBELL, C. 1967. Lamina, lamina set, bed and bedset.
Sedimentology, 8:7-26.
CASTER, 1939. A Devonian fauna from Colombia. Bull. Am.
Paleontol., 24(83):1-214.
CEDIEL, F. 1968. Grupo Girón. Una molasa mesozoica de la cordillera
oriental. Serv. Geol. Nal., Bol. Geol., 16(1-3):5- 96. Bogotá.
CEDIEL, F. 1969. Geología del Macizo de Floresta. 1 Congr. Col. Geol.,
Mem. :17-29.
COLOMBIAN SOCIETY OF PETROLEUM GEOLOGISTS AND
GEOPHYSICISTS,1961. Cundinamarca-Boyacá Muzo Emerald Mines. 2ª
Annual Field Conf., 29 p. Bogotá.
COLLETA,B.,Hebrard,F.,Letouzey,J.,Werner,P.,andRudkiweicz,
J. L., 1990, Tectonic style and crustal structure of the Eastern
Cordillera, Colombia from a balanced cross section, in Letouzey, J.,
ed., Petroleum and Tectonics in Mobile Belts: Paris, Editions Technip,
p. 81-100.
CAMPBELL,C.J.,1968,TheSantaMartawrenchfaultofColombia
and its regional setting: Transactions, 4th Caribbean Geological
Conference, Port-of-Spain, Trinidad, 1965, 247-261.
CITIES SERVICES, 1983, Boyaca Area Geochemical Reports.
108
ORELABORATORIES,1997,GeochemicalEvaluationofonehundredtwenty-
twooutcropandseepsamples.SoapagaBlock,EasternCordillera,Colombia.
January 1997.
CLAERBOUT Y RONEN, 1985, “Surface-consistent residual statics estimation
bystackpowermaximization”,GeophysicsVol.50,No.12.
CRAIN E.R., Log Analysis Handbook. Volume 1.Quantitative log analysis
methods. 1996.
CRAIN E.R., Crain´s Petrophysical Pocket Pal. 2004
DÖRR, W., Grösser, J. R., Rodríguez, G. I., Kramm, U., 1995, Zircon U-Pb age
of the Paramo Rico tonalite-granodiorite, Santander Massif (Cordillera Oriental,
Colombia) and its geotectonic significance. Journal of South American Earth
Sciences 8, 187-194.
ELLIS, S., Beaumont, C., Jamieson, R.A., Quinlan, G., 1998. Continental
collisionincludingaweakzone:Thevisemodelanditsapplicationtothe
NewfoundlandAppalachians.CanadianJournalofEarthSciences35,
1323-1346.f earth sciences
ESQUIVEL, H.; Flórez, J.; Martínez, W.; Obando, G. y Sánchez, L, 1998. Mapa
Gravimétrico de Colombia, Convenio: IGAC - INGEOMINAS. Santafé de Bogotá,
D. C.
ETAYO, F., Renzoni, G., Barrero, D., 1969. Contornos sucesivos del
mar Cretáceo en Colombia. Primer Congreso Colombiano de Geología,
INGEOMINAS, Bogotá.
FABRE, A., 1985. La dinámica de la sedimentación cretácica en la región de
la Sierra Nevada del Cocuy (Cordillera Oriental de Colombia). In: Etayo, F., and
Laverde, F. (eds.), Proyecto Cretácico, Publicaciones Geológicas Especiales del
INGEOMINAS, 16, Chapter XIX, Bogotá.
FABRE, A. 1986. Geologie de la Sierra Nevada del Cocuy (Cordillère Orientale
de Colombie). Tesis doctorado, Fac. Sciences, U. Genève. Genève.
FREYMUELLER, J. T., Kellogg, J. N., and Vega, V., 1993, Plate motions in
the north Andean region: Journal of Geophysical Research, v. 98, no. B12, p.
21,853-21,863.
GARDNER, G. H. F., Wang, S. Y., Pan, N. D., and Zhang, Z., 1986, Dip-
moveout and prestack imaging: Ann. Mtg. Offshore Tech. Conf., Expanded
Abstracts, Vol. 2, 75-81.
GUERRERO J (2002) A Proposal on the Classification of Systems Tracts:
Application to the Allostratigraphy and Sequence Stratigraphy of the
Cretaceous Colombian Basin. Part 1: Berriasian to Hauterivian. Geología
Colombiana 27: 3-25.
GUERRERO J (2002) A Proposal on the Classification of Systems Tracts:
Application to the Allostratigraphy and Sequence Stratigraphy of the
Cretaceous Colombian Basin. Part 2: Barremian to Maastrichtian. Geología
Colombiana 27: 27-49.
HEDBERG, H. D.; SASS L. C. 1937. Synopsis of the geologic formations of
thewesternpartoftheMaracaiboBasin,Venezuela.Bol.Geol.Min.,1(2-4):71-
112. Caracas.
HETTNER, A. 1892. Die Kordillere von Bogotá. Peterm. Mitt., Erg., 22(104):1- 131.
HUBACH, E. 1931. Geología Petrolífera del Departamento de Norte de
Santander. Serv. Geol. Nal., Informe 176, inédito, parte A, pp. 1-218; parte B,
pp. 219-246; parte C (láminas), 26 lam. Bogotá.
HUBACH, E. 1945a. La Formación Cáqueza, región de Cáqueza (oriente de
Cundinamarca). Comp. Est. Geol. Ofic.. Col., Tomo 6, p. 23-26, Bogotá.
HUBACH, E. 1945b. La región de Panga, al noreste de Choachí, Depto.
Cundinamarca. CEGOC, 6:27-37. Bogotá.
HUBACH, E. 1957a. Estratigrafía de la Sabana de Bogotá y alrededores. Inst.
Geol. Nal., Bol. Geol., 5(2): 93-112. Bogotá.
HUBACH, E. 1957b. Contribución a las unidades estratigráficas de Colombia.
Inst. Geol. Nal., Informe 1212, 166 p. Bogotá.
INSTITUTO GEOGRÁFICO AGUSTÍN CODAZZI, 1985. Atlas de Colombia. 3ª
edición, Editolaser Ltda. 217 p.
INGEOMINAS, 1997. Atlas Geológico Digital de Colombia, Memoria Tëcnica.
Versión 1.0. 252 p. Bogotá
JIMÉNEZ, D. 2000. Fascículo Esquistos y Filitas de Busbanzá Inf. Interno.,
INGEOMINAS, 1–17. Bogotá.
JULIVERT, M. 1961. El Papel de la gravedad y de la erosión en las
estructuras del borde oriental de la Sabana de Bogotá. UIS, Bol. Geol.,(8):5-20.
Bucaramanga.
JULIVERT, M. 1963. Los rasgos tectónicos de la región de la Sabana de Bogotá
y los mecanismos de formación de las estructuras. UIS, Bol. Geol., 13 y 14.
JULIVERT, M. 1968. Lexique Stratigraphique International. Amerique
Latine, Colombie (premiere partie) - Precambrien, Paleozoique, Mesozoique
et intrusions d’age Mesozoique-Tertiaire. 5(4a) :1-651. Centre Nat. Rech. Sci.
Paris.
KAMMER, A., 1996. Estructuras y deformaciones del borde oriental del
Macizo de Floresta. Geología Colombiana 21, 65-80.
KAMMER, A., Sánchez, J. 2006. Early Jurassic rift structures associated
withtheSoapagaandBoyacáfaultsoftheEasternCordillera,Colombia:
Sedimentological inferences and regional implications. – Journal of South
American Earth Sciences 21/4, 412-422.
KEAREY, P & Brooks, M.1984. An Introduction to Geophysical Exploration,
Second Edition. Editorial Oxford, London.
LANGENHEIM, R. L. 1959. Preliminary report on the stratigraphy of the Giron
Formation in Santander and Boyacá. UIS, Bol. Geol., (3): 35-50. Bucaramanga.
LANGENHEIM, J. H. 1960. Late paleozoic and early mesozoic plant fossils
from the Cordillera Oriental of Colombia and and correlation of the Girón
Formation. Serv. Geol. Nal., Bol. Geol., 8(1-3):95-132. Bogotá.
LUNDBERG J, MARSHALL L, GUERRERO J, HORTON B, MALABARBA M,
WESSELINGH F (1998) The Stage for Neotropical Fish Diversification: A History
of Tropical South American Rivers. In Malabarba L, Reis R, Vari R, Lucena
Z, and Lucena C (eds). Phylogeny and Classification of Neotropical Fishes.
Edipucrs, Porto Alegre, 603 p
LÓPEZ, A. Bayona, G., 2007. Procedencia de sedimentos paleoceno-
oligoceno en la zona axial de la Cordillera Oriental de Colombia y aportes
109
a la evolución del área. – Memorias XI Congreso Colombiano de Geología,
Bucaramanga.
MIALL A.R.,, Principles of sedimentary Basin Analysis. Third edition, 2000.
MANTILLA A.,. R. Bueno. Introducción a la petrofísica e interpretación de
registros eléctricos. 2006
MANUALES: SEISVISION, GEOATLAS, SEISBASE, 6.0. Landmark Company.
Geographix. 2001.
MAY, P. R., 1971. Pattern of Triassic-Jurassic dikes around the North Atlantic
in the context of predrift position of the continents. Geological Society of
America, Bulletin 82, 1285-1291.
MELLO, M., Trindade, L.A., Henz, G.I. & Francolin, J., 1995. The habitat of
petroleum of the Tunja-Soapaga area, Upper Magdalena Basin, Colombia: A
geochemical characterization of oil seeps and potential source rocks. June
1995.
MESCHEDE, M., and Barckhausen, U.,2000. Plate tectonic evolution of the
Cocos-Nazca spreading center. In: Silver, E.A., Kimura, G., and Shipley,T.H.
(Eds.), Proc. ODP, Sci. Results, 170:College Station, TX (Ocean Drilling Program),
1–10[Online].AvailablefromWorldWideWeb:<http://www-odp.tamu.edu/
publications 170_SR/VOLUME/ CHAPTERS/SR170_07.PDF>.
MOJICA, J.; VILLARROEL, C. 1984. Contribución al conocimiento de las
Unidades Paleozoicas del área de Floresta (Cordillera Oriental Colombiana,
Departamento de Boyacá) y en especial al de la Formación Cuche. U. Nal., Geol.
Col., 13:55-80. Bogotá.
MOJICA, J., Villarroel, C., 1992. Contribución al conocimiento de las
unidades paleozoicas del área de Floresta Cordillera Oriental de Colombia,
Depto. De Boyacá) y en especial al de la Formación Cuche. Geología
Colombiana 13, 55-80.
MÜLLER, R.D., Royer, J.-Y. Cande, S.C. Roest, W.R., Maschenkov, S., 1999.
NewconstraintsontheLateCretaceous/Tertiaryplatetectonicevolutionof
the Caribbean. In: Mann, P. (ed.). Caribbean Basins, Sedimentary Basins of the
World. Amsterdam, Elsevier, 4, 33-57.
NEWMAN, P., 1973, Divergence Effects in a Layered Earth: Geophysics Vol.
38, No. 03, P. 481-488.
NAVAS, J. 1963. Estudio estratigráfico del Girón al W del Macizo de
Santander (Cordillera Oriental de Colombia). UIS, Bol. Geol., (12):19-34.
Bucaramanga.
OLSSON, A.; CASTER, E. 1937. Devonian fauna from Colombia, Sotuh
America. Proc. Geol. Soc. Am.,. 269- 270.
OTIS, ROBERT M. Schneidermann, Nahum. A process for evaluating
exploration prospects. 1997
PENNINGTON, W.D., Subduction of the eastern Panama Basin and
seismotectonicsofnorthwesternSouthAmerica,J.Geophys.Res.86(1981)
10753^10804. [27] B.W. Tichelaar, L.J. Ru¡, Seismic coupling along the
PÉREZ, G.; SALAZAR, A. 1971. Estratigrafía y facies del Grupo Guadalupe. U.
Nal., Geol. Col., 10:7-85. Bogotá.
PINDELL, J.L., 1985a. Alleghenian reconstruction and the subsequent
evolution of the Gulf of Mexico, Bahamas: proto-Caribbean Sea. Tectonics, 4,
1-39.
PINDELL, J., Kennan, L., Stanek, K.P., Maresch, W.V., Draper, G., 2006.
Foundations of Gulf of Mexico and Caribbean evolution: Eight controversies
resolved. - Geologica Acta, Vol.4, Nº1-2, 2006, 303-341. Available online at
www.geologica-acta.com
RABE, E. H. 1977. Zur Stratigraphie des ostandinen Raumes von Kolumbien.
I. Die Abfolge Devon Jura der Ostkordillere Nördlich von Bucaramanga, II.
Conodonten des jüngeren Paläozoikum der Ostkordillere, Sierra Nevada de
Santa Marta und der Serranía de Perijá. Giessener Geol. Schriften, 11:1-233.
Giessen.
REEVES, C, 1991. Potential field data processing and interpretation.
Department of Earth Resources surveys, ITC, The Netherlands
RENZONI, G. 1962. Apuntes acerca de la litología y tectónica de la zona al
este y sureste de Bogotá. Serv. Geol. Nal., Bol. Geol., 10(1-3): 59-79. Bogotá.
RENZONI, G. 1968. Geología del Macizo de Quetame. U. Nal., Geol. Col.,
(5):75-127. Bogotá.
RENZONI, G. 1981. Geología del cuadrángulo J-12 Tunja. Ingeominas, Bol.
Geol., 24(2):31 - 48, (escrito en 1967). Bogotá.
ROYO y GÓMEZ, J. 1942. Fósiles devónicos de Floresta (Departamento de
Boyacá). CEGOC, 5:389-395. Bogotá.
ROBINSON,E.A., Trietel, S., 1980, Geophysical Signal Analysis, Prentice-Hall,
Inc.
SOTELO, C. I. 1997. Informe de comisión de campo Macizo de Floresta.
Ingeominas, Informe preliminar, inédito.
TEIXEIRA,W.,Gaeta,C.C.,Cordani,U.G.,Kawashita,K.,1989.Areview
of the geochronology of the Amazonian craton: tectonic implications. –
Precambrian Research 42, 213-227.
TELFORD, W.M. Geldart, L.P 1990. Sheriff. R.E. Applied Geophysics, Second
Edition, Cambridge University Press, USA
TORO, J., 1990, The termination of the Bucaramanga fault in the Cordillera
Oriental, Colombia [M.Sc thesis]: Tucson, University of Arizona, 53 p.
TRAVIS, B. 1955. Classification of rocks. Quaterly of the Colorado School
Mines. 50(4):1–11. U.S.A.
TRUMPY, D. 1943. Pre-Cretaceous of Colombia. Bull. Geol. Soc. Am.,
54(9):1281-1304.NewYork.
TURCOTTE D.L., Schubert., G. 2002, Geodynamics, second edition,
CambridgeUniversitypress,NewYork,456pp.
ULLOA, C., & Rodríguez, E., 1979. Geología del Cuadrángulo K12, Guateque:
Boletín Geológico Ingeominas, v. 22, no. 1, p. 3-55.
ULLOA, C. 1985. Hierro oolítico en el norte de Suramérica. 4 Congr.
Latinoam. Geol., Trinidad and Tobago. En: CARR B.; CHRISTIAN J. T. (eds.).
Trinidad and Tobago Printing & Packing, 263 – 275.
110
ULLOA, C. y RODRÍGUEZ, E. 1973. Mapa Geológico de la Plancha 172, Paz
de Río, INGEOMINAS, inédito, Bogotá.
ULLOA, C. y RODRÍGUEZ, E. 1979a. Geología del Cuadrángulo K-12,
Guateque, Boletín Geológico Ingeominas, Vol.22, No1, p. 2-55, Bogotá.
ULLOA, C. y RODRÍGUEZ, E. 1979b. Geología de la Plancha 170 Vélez y 190
Chiquinquirá, Ingeominas, Informe 1794, 45 p. Bogotá.
ULLOA, C. y RODRIGUEZ, G. I. 1982. Intrusivos ácidos Ordovícicos y post –
Devónicos en la Floresta (Boyacá). 6 Congr. Col. de Geol., 18 p, Cali.
ULLOA, C. RODRIGUEZ, E Y RODRIGUEZ, G. 2003. Geología de la Plancha
172 Paz del Río. Memoria Explicativa. Ingeominas. Bogotá.
VAN DER HAMMEN, T. 1957. Estratigrafía palinológica de la Sabana de
Bogotá (Cordillera Oriental de Colombia). Inst. Geol. Nal.,Bol. Geol., 5(2):189-
203. Bogotá.
VARGAS, R.; ARIAS A.; JARAMILLO, L.; TÉLLEZ, N. 1981. Geología del
Cuadrángulo H–13 Pamplona, Colombia. Escala 1:100.000 Inst. Nal. Invest.
Geol. Min.
VELANDIA, F., Acosta, J., Terraza, R., and Villegas, H., 2005. The curent
tectonic motion of the northern Andes along the Algeciras Fault System in SW
Colombia: Tectonophysics, v. 399, no. 1-4, p. 313-329.
WARD, D. E.; GOLDSMITH, R.; CRUZ, J., JARAMILLO, L.; VARGAS, R.
1970. Mapa Geológico del Cuadrángulo H– 13, Pamplona, Departamento de
Santander. Ingeominas, inédito. Bogotá.
WARD, D. E.; GOLDSMITH, R.; CRUZ, J.; RESTREPO, H., 1973. Geología
de los cuadrángulos H-12 Bucaramanga y H-13 Pamplona, Departamento de
Santander., Bol. Geol. Ingeominas, 21(1-3):1-132. Bogotá.
WATTS, A.B. 2001, Isostasy and flexure of the lithosphere. First edition,
CambridgUniversityPress,NewYork,458pp.
WEBER,F.F.,1990a,GeochemicalEvaluationoftheCorrales-1well,Eastern
Cordillera, Colombia, EXXON PRODUCTION RESEARCH COMPANY Report,
December 1990.
WEBER,F.F.,1990b,GeochemicalEvaluationoftheBolívar-1well,Eastern
Cordillera, Colombia, EXXON PRODUCTION RESEARCH COMPANY Report No.
EPR.17ES-90, February 1990.
WESSELINGH F, HOORN C, GUERRERO J, RASANEN, M, ROMERO L, SALO J
(2006)ThestratigraphyandregionalstructureofMiocenedepositsinwestern
Amazonia(Peru,ColombiaandBrazil),withimplicationsforlateNeogene
landscape evolution. Scripta Geologica. Leiden: , v.133, p.291 - 322, 2006.
111
Calle 99 No. 9A - 54 (piso 14)PBX: (57+1) 593 1717Fax: (57+1) 593 1718
Bogotá, D.C. - Colombia
Sur América
www.colombiaround2008.comwww.rondacolombia2008.com
AGENCIA NACIONAL DE HIDROCARBUROSRepública de Colombia
General DirectorDr. José Armando Zamora R.
Sub-director Técnico (E)Carlos Alberto Vargas Ph.D.
Geólogos Gestión de Conocimiento Andrés Pardo Ph.D.
Christian SánchezJuan J. Gómez
Andrés J. LozanoJuan C. Ballesteros
Luis A. BriceñoJairo Mojica
Hans MoralesCristian Peñafort
Carlos ReyDiego Tovar
Carolynna Arce
CartografíaEdgar Medina
Comunicación CorporativaAdriana Acero
Diseño Manttis Estudio
Preparación de informaciónUniversidad Nacional. Bogotá
INVENTARIO, INTERPRETACIÓN Y EVALUACIÓN INTEGRAL DE LA INFORMACIÓN GEOLÓGICA, GEOFÍSICA Y GEOQUÍMICA DEL BLOQUE SOAPAGA
Realizado porUNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIAFACULTAD DE CIENCIASDEPARTAMENTO DE GEOCIENCIAS
DirectorLuis A. Montes V. Ph.D.
Comité EditorialJairo Mojica Ph.D. ANHGretta Carolina Alexander M.Sc. UNALJuan Jose Gómez Geol. ANHJuan Carlos Ballesteros Geol. ANHCristian Peñafort M.Sc.ANH
Comité Cientifico – Unversidad Nacional de ColombiaLuis Montes Ph.D.Orlando Hernandez Ph.D.Andreas Kammer Ph.D.Javier Guerrero Ph.D.Jose Maria Jaramillo Ph.D.Gretta C. Alexander M.Sc.Roberto Aguilera GeólogoEduard Medina Ing. PetroleosDiana M. Rodriguez FisicaCarlos Escandon M.Sc.Javier Tellez Geólogo
La Agencia Nacional de Hidrocarburos ANH no se hace responsable por los conceptos emitidos por los autores.